Blood Candy +18|| hananene/amanene

C A T O R C E

Capitulo 14 "seamos sinceros"

Se aseguró de atarme para llévame a la misma habitación de antes, mis brazos fueron encadenados al igual que mis piernas.

Mis ojos y boca también fueron vendados, no me puedo mover, no puedo gritar solo puedo escuchar lo que me dice.

—no te irás de aquí.

—creo haber Sido lo suficientemente claro en decirte que no salieras.

Lamió la parte derecha de mi cuello antes de morderme casi de inmediato, sentí más dolor de lo que ya estaba acostumbrada a sentir, parecía que sus colmillos crecieron más.

Fue muy doloroso.

No sé para que aoi estuvo llamandome, quizás era por mi padre que ya debió notar que no estoy en casa.

Sentí como el nudo de la venda que estaba en mi boca se aflojaba, sentí sus dedos rozar con mis mejillas quitándome lo que me privaba el habla.

—¿Que tienes que decir?

No dije nada por un momento, y entre algunas lágrimas dije—no me agas daño...

Soltó unas cuantas carcajadas.

—¿Hacerte daño? ¿enserio pensaste que te aria daño?

Ríe nuevamente.

—si te he seguido por mucho tiempo, fue por qué quise hacerlo, no por que en algún momento iba a matarte.

—no, lo que quería esque me miraras, que miraras lo que siento por ti.

—no te are daño, pero necesito que estés totalmente quieta, no agas ruido.

—no puedes irte, no ahora, por qué necesito que hablemos sin que intentes escapar.

—siento que eres capaz de saltar por la ventana—opino burlándose.

Mis manos estaban juntas sobre mi cabeza, encadenadas al igual que mis piernas, no puedo moverme, no puedo ver.

Sentí como me abrazo, empezó a acurrucarse en mi como si fuese algún tipo de almohada, cuando se detuvo solo dijo—duerme bien, y quizás mañana te las quite—dijo refiriéndose a las cadenas.

No me quedaba más que la de dormir, lo necesito después de todo, y aún que dormir junto a él no me desagrada, el estado en el que me encuentro y su trato asia mi si.

Quedé dormida luego de eso.

Cuándo amaneció el sol tocó mis ojos obligandome a abrirlos, ya que durante la noche no sentí cuando fue que me había quitado la venda de los mismos.

No estaba junto a mi, no lo ví por ningún lado.

Y así como si nada apareció frente a mi.

—bien, ahora necesito que me digas si vas a estar quieta y no saldrás de aquí.

Después de lo que me pasó ¿como voy a salir de esta habitación?

—si.

—excelente.

Empezó a quitarme las cadenas de metal, me sentí muy aliviada de poder moverme un poco aún que no me duró mucho.

Mi cuerpo seguía tumbado sobre la cama y el no se aparto de encima mío, me seguía con la mirada si giraba la cabeza.

El suspiro.

—se supone que no debiste haberlo visto ayer, era muy pronto, pretendía que te enterarás después pero ya no hay nada que se pueda hacer...

—aquella noche, la noche en la que caí en tu jardín... no caí por las posiciones...

—fue por qué consumí sangre, la sangre de un amo vampiro...

—desde que mis padres trabajan aquí he Sido testigo de crueles muertes asia los nosferatu, fue cuando conocí a un dios.

—o así me gustaba llamarlo.

—ese día fue el que cambio todo, el me pidió que formará parte de... de matar a estos vampiros en el caso de que no lleguen a ser algo más que eso...

—ese día fue lo último que escuche su voz, ya que el desapareció. Y me dejó a cargo de todo esto.

—si te menti fue por qué aún no me sentía listo de decirte la verdad, pero creo que presenciarlo con tus propios ojos, tampoco era lo que quería.

—mis padres no me visitan, aún que antes de ser esto... ellos me amaban más que a nada.

—y...

Empezó a hacerce bolita, enrollandose.

—tenia miedo de que temas de mi, o que ya no quisieras verme, o aún peor. Que ya no quieras saber nada más de mi.

—perdon.

Ahora... todo esto me llegó como una ola muy grande, me sacudió fuertemente. Nunca pensé que el fuera eso aún que supo guardar bien el secreto.

Pero no cambia el hecho de que mintió sobre quién era, mintió sobre todo excepto su vida personal, almenos fue sincero en eso.

—no... está bien—toque su hombro acariciándolo.

—no debiste mentir, no debiste fingir algo que no eras.

—a pesar de todo esto, no estoy enojada, me alegra que me dijeras la verdad.

—estoy feliz de tener tu confianza.

Trate de sonreírle aún que mi preocupación se notó demaciado, el lo noto de inmediato, casi al instante.

—no quiero quedarme solo...

—no vas a estar solo, si el dios del que hablas te dejo a cargo... fue por qué confío en ti.

—yo también confío en ti, al igual que tú confiaste en mi en decírmelo.

Lo abrace, le di un fuerte abrazo para que sienta lo cálido de mi piel, y que ya no sienta frío, soledad ni tristeza.

Suspiro antes de tomar mis manos haciendo que tocará sus mejillas, se acurrucó en ellas antes de hablar.

—¿Crees poder quedarte otro día más?

Evadió mi mirada, sabía que se supo nervioso, lo cual me generó mucha gracia.

Y viéndolo por otra parte... mi padre está más ocupado de sus cosas que de mi así que no tengo ningún problema.

—claro que si.

Note una pequeña sonrisa en su rostro.

El que sea un Amo vampiro no cambia el hecho de que lo trate como a alguien importante.

Puede que de ellos se sepan muchas cosas malas, pero eso no me importa, siempre y cuando estemos juntos are todo lo posible para desvanecer ese dolor.

El siempre a cargado con la soledad en sus hombros día y noche, cada vez que despierta y cada vez que cierra los ojos para vivir lo mismo todos los días.

Pero ya no más.

—confia en mi, siempre, no dudes.