Q U I N C E

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Capitulo 15 "cielo carmesí"

No sé en dónde estamos, no pude ver nada durante todo el camino, era una sorpresa, una muy buena la verdad.

Solo sentía como saltaba de un árbol a otro, y cuando me bajo de su espada la venda que tenía en mis ojos fue quitada.

Era una hermosa tarde, y estaba parada en un campo de tulipanes rosas y algunos rojos totalmente.

Fue muy lindo, el como el cielo estaba tornado de un rojo carmesí, como las nubes son transparentes dejando ver cómo el sol de a poco se va ocultando.

—no he tenido a quien traer aqui—dijo apoyando su espalda en el tronco de un árbol.

—es lindo—opino mirando asia arriba, donde se encontraba el cielo.

Asentí ante sus palabras, luego tome de sus manos y lo lleve conmigo asia lo que creo que era que el centro del campo, lo senté a mi lado y juntos miramos asia la misma dirección.

—me gusta esta tonalidad en el cielo—dijo señalando asia el sol, que ya estaba un poco más abajo que antes.

Cuando voltee a verlo note su mirada sobre mi, sonreí por ello.

—¿Tengo algo?—me burle un poco , entre risitas cubrí mi boca.

Levantó mi barbilla a la altura de su rostro, ya que es mucho más alto que yo, lo mire y pude ver el reflejo de mis ojos en los suyos.

—este cielo, se parece mucho a tus ojos, y puedo ver un bello atardecer en ellos todos los dias—con cada una de sus caricias me hace sentir que por una vez en la vida, soy amada.

No como amiga, no se compara al amor paterno o materno... Es distinto, y tengo que admitir que me encanta.

Sus dedos pasaron de estar en mis mejillas a acariciar mis labios en círculos, fue un momento magico, el como se acercó a mi en un parpadeo.

Y el como me beso, bajo un atardecer carmesí.

Aún no creo que sea un Amo vampiro, quizas no debería estar aquí con el, pero fue honesto aún que no de la mejor manera pero me dijo la verdad, y eso es todo lo que busco.

Sus palmas acarician mis mejillas, mis manos están sobre las suyas, y una sonrisa se mostró en ambos al separar nuestros labios.

Luego, lo tumbe sobre las flores, el no mostró nada en su mirada, me miraba como si estuviera acostumbrado a que sea yo quien a veces tome la iniciativa.

—hay algo que no quiero dejar de hacer nunca—mencione mostrándole mi mejor sonrisa, y cuando abrí los ojos lo mire con mucho amor y ternura.

—te amo, amane, y no quiero dejar de decírtelo o de pensarlo.

—nunca me he sentido así, y hay veces en las cuales pienso que todo está perdido, que ya nada es igual, pero cuando pienso en ti... No hay nada más en que pensar.

—pienso en las maneras tan lindas en las que me llamas, como el amor de tu vida, o tu amor eterno.

—es muy agradable saber que siempre estás en la cabeza de alguien, te pienso todo el tiempo.

—y te lo vuelvo a repetir, te amo, demaciado.

Sus ojos se llenaron de un brillo luminoso, sus pupilas se movían como locas.

Nuevamente, tomo de mis mejillas y me atrajo hasta su boca, nos besamos por algunos segundos, y cuando nos separamos fue el primero en mostrarme lo contento que estaba.

Me acosté a su lado, y mis dedos jugaron con los suyos y nuestros índices se tomaron fuertemente, y no se soltaron.

Mirando asia arriba, el cielo se había puesto más rojo y bello.

El otoño ya comenzó desde antes, las hojas eran naranjas a rojas, y por debajo de todo muy pocas eran amarillas.

Estábamos bien abrigados ya que las brisas golpean tu cuerpo fuertemente.

—¿Cómo crees que sean nuestros bebés?—pregunte, solo escuche como movió su cabeza por el ruido de la hierba.

—¿A caso quieres tener hijo conmigo?

Giré mi cabeza también—si, si quiero.

—en ese caso...—se tomo unos segundos para pensar.

—quisiera que tengan tus encantos, quiero que sean capaces de amar a cualquier persona.

—decidido, valiente, pero sobre todo, un ser de buen corazón.

—y así, cada día podré ver tu reflejo en el o ella, sobre todo quiero que sea como tú, amable, empático, sincero y de corazón puro.

—aun que no sería aceptado del todo.

Eso último me confundió un poco.

—¿A qué te refieres?

—digo... Si planeamos tener una familia tendré que quitarte tu humanidad, de lo contrario puede que no sobrevivas al concebir un hijo vampiro.

No he pensado en eso, la verdad solo toque el tema por qué se me ocurrió y ya pero tiene razón.

Es muy arriesgado, y tener a un hijo vampiro sin ser uno puede causar mi muerte, pero por otro lado...

Tener que dejar todo atras... Mis amigos, aoi y mi padre... Hay cosas que no quiero dejar atrás.

—lo se, pero hasta que tomemos una decisión quiero permanecer a tu lado—fue lo último que dije y todo cambio por completo.

El ambiente ya no era el mismo, todo se volvió incómodo.

Fue cuando decidí romper el silencio.

—se que para quedarme contigo para siempre tengo que tomar una decisión, ser o no ser, la verdad me da mucho miedo...

—pero tampoco quiero graduarme y tener que irme y dejarte aquí...

—quizas no sea el momento adecuado pero... Mi padre... Quiere que deje la escuela y me mudé con mi madre.

Noches antes, cuando le conté todo y cuando me trajo hasta aquí no quise tocar el tema por qué el ya tenía conocimiento de ello, pero en este momento se tomó más enserio las cosas.

—se que tu padre te está presionando pero tú no eres el, no puedes pensar lo mismo, siéntete libre de pensar y decidir lo que tú quieras.

—no quiero que te vayas, te necesito en mi vida y sería desgarrador tener que dejarte ir, otra vez.

Tomo de mis manos y su voz se escuchó temblorosa.

—no me dejes—estaba apunto de llorar.

Lo abrace, tan fuerte como pude y dejé que respirara un poco.

—yo tampoco quiero irme, soy feliz aquí, a tu lado, y no se que sería de mi vida si tú ya no estás precente.

—are todo lo posible por no irme...

—no tienes que hacerlo tú sola. Cuéntamelo, cua cuéntamelo todo.

—quiero ayudarte.

—ya lo sé...

En realidad no sé que hacer...

Blood Candy +18|| hananene/amaneneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora