Blood Candy +18|| hananene/amanene

D I E S I S E I S

Capitulo 16 "desacuerdos"

Justo mañana regresaré a mi casa, está seria la última noche que pase junto a el.

—sobre tu padre....

—no hay ningún problema, ni siquiera creo que noto mi ausencia—dije, mirando a la pantalla de mi celular buscando alguna llamada o mensaje de el.

—que situación—opino hechando se en la cama llevándome consigo.

—oye, tengo que llamar a aoi no se por que me ha llamado tanto—señale a la parte de atrás de mi celular.

—es temprano, la puedes llamar en la noche, recuerda que debe de estar en la academia.

—mmmm, tienes razón.

Deje de lado el celular, dejandolo sobre la mesita de noche de alado, me deje abrazar abrazandolo yo también, es agradable tenerlo así de cerca.

—tengo que confesar que me gusta tenerte así, entre mis brazos...

—¿Por qué lo dices tan de repente?— agarre de sus cabellos.

—siendo que estoy bajo una manta muy cálida, en un clima muy frío dónde siento comodidad contigo.

Me aferre más a él. Sintiendo su aroma.

Con cada movimiento que daba su abrazo que iba asiendo más fuerte, con mucho cariño.

Nuestra ciudad está muy alejada de todo, desde Tokyo hasta llegar aquí podría llevarte días. Además no hay mucha gente que quiere venir a vivir a una cuidad muy pequeña con pocas oportunidades académicas.

Cada año mucha gente se va, y casi nadie llega, por eso es conocido como un pueblo, un pueblo olvidado.

Apenas hay conexión, creo que por eso casi nadie tiene algo tecnológico, solo eléctrico, como los teléfonos de cable.

Ahora siento como su abrazo se ha vuelto menos apretado, siento como ahora sostiene mis manos y juega con la palma de una de ellas.

—¿Estás viva?—saco una carcajada luego de lo dicho.

—pareces un fantasma, lo único que te salva es tu rubor y tú sonrojo.

De por sí, mi piel era muy blanca, y eso le causa mucha gracia al parecer.

Pronto, la tarde se nos fue, y nos dormimos antes del anochecer y cuando llegó este lo que nos despertó fue mi celular, estaba vibrando y Vi que era aoi.

Conteste y muy aliviada respondió, me contó sobre el como mi padre se notaba muy "preocupado" por mi e incluso fue a buscarme a la academia.

Todo era raro, ese hombre no se preocupa por nada más que no sea su trabajo.

Ella le dijo que no tiene que preocuparse, que me encontraba con ella durante estos días y que no he querido salir de su casa.

En cuanto llegue a casa, voy a conocer el cielo.

Colgué la llamada y mire a amane-kun. El me devolvía la mirada.

—sabe que no estás en tu casa.

Asentí con pena.

—bien, mañana a primera hora te dejare en tu habitación.

—por ahora, quiero quedarme contigo,—dije acariciando su mejilla ya que me encontraba sentada y el acostado.

Me jalo acostamdome sobre el, cuando levanté la mirada me encontré con las suya y sentí el inesperado deseo de besarlo justo en ese momento.

Lo hice, no me dió pena hacerlo la verdad, an Sido tantos besos, un poco de todo.

Y a el pareció gustarle.

—duerme, lo necesitas.

Me cubrió con la cobija, además de mantenerme cálida con la cobija y sus brazos enredados en mi cuerpo.

—¿Sabes algo?—mencione tomando de sus hombros.

—¿El que?—bromeo.

Lo mire en silencio por algunos segundos, le sonreí y jugué con su nariz.

—no puedo esperar más para ir al baile de otoño.

—aun que me da mucho miedo.

—¿Por qué?—pregunto, con preocupación en su voz.

—no sé cómo sea visto el que una humana y un vampiro vayan juntos.

Me dió una palmaditas en la cabeza.

—los tiempos ya no son como los de antes... ¿te imaginas si hubiéramos nacido antes? Cuando todo no se podía.

—de seguro... Alguno de los dos hubiera muerto, por traición, cuando lo único que hubiéramos hecho fuese amarnos.

—no me puedo imaginar a una yashiro de la antigüedad siendo mascarada por culpa de un inmortal.

—por eso, siento que los tiempos an cambiado, no fue muy rápido de poco a poco pueden aceptarlo, tal y como aceptaron que los humanos y no humanos estudiarán en un mismo instituto.

—ten por seguro que no hay nada a qué temerle, ya te lo dije antes, hay muchas parejas como nosotros en la academia y creeme, irán juntos al baile.

—asi que tú y yo también iremos, nos divertiremos y disfrutaremos del momento.

Hoy es veinticuatro, el baile se llevará a cabo el veintisiete. Aún hay tiempo para planear todo bien.

——tu, yashiro nene, quiero que tú seas mi pareja para el baile, y bailaremos bajo la luna dentro o afuera del lugar.

—quiero que brilles como las estrellas, quiero que sonrías como tanto me gusta, quiero verte reír a carcajadas.

—y podré decir, "así que está es mi novia"

Entrelazo sus manos con las mías, y beso mi frente como un buenas noche y apagó la lámpara.

Y cuando desperté nada cambio, seguíamos abrazados y el sol iluminaba la habitación, rápidamente empaque las pocas cosas que traje y me subí a su espalda.

Me llevo entre los árboles y llegamos, era de mañana aún, solo metí mis cosas y salí al balcón para despedirme.

—nos vemos en la academia, es muy temprano así que hay mucho tiempo—informe.

—bien, te veo ahí.

Antes de que se vaya jale de su brazo y el se detuvo volteando para mirarme.

—hasta entonces.

Le di un rápido y corto beso antes de entrar a mi habitación, me causo mucha gracia el verlo quieto, como si bajo sus zapatos hubiera cemento.

Tal y como la primera vez que me trajo a mi habitación hace dos meses.

Pasaron diez minutos desde que deje de sentir su presencia, fue cuando mi puerta se abrió y yo estaba peinandome para ir a la academia.

Mi padre entro y no lucía para nada bien.

—tenemos que hablar, Y es enserio.

Su cara larga me decía que no me iba a gustar lo que me va a decir.

—se que estás viendo a un chico, no se cómo se llame y no me importa, pero necesito que cortes con el para que nada te detenga de irte.

—ya te lo dije, el hogar de mi madre no es para mí.

Me cruce de brazos.

—no me importa quien sea el chico con el que sales, pero te lo advierto, antes del siete de julio vas a estar fuera de aquí.

—tal vez eso no es lo que quiero.

—sal de mi habitación por favor, quiero terminar de arreglar mis cosas para la academia.

Frunció el celo y salió, solo me senté en mi escritorio y apoye mi cara sobre mis manos.