Febrero 16

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Querido diario! 

Ayer pasé intranquila, por dicha fue pura tontería mía. No sé porque me sentí utilizada y estuve pensando que quizás luego de lo ocurrido el día de San Valentin, lo de Megan y yo podía ser pasajero. De hecho dormí mal anoche pensando tonterías. Pero hoy al almuerzo le pedí a Megan que comiéramos juntas para conversar. 

Almorzamos juntas en una sala de reunión privada. Desde que nos vimos y sin que yo le dijera nada me dijo lo mucho que me quiere. Yo temía por nada, creí que nuestra relación acabaría y por el contrario, Megan está enamorada, igual que yo. Se siente tan bien saber que alguien corresponde tu amor, estoy como en un cuento de hadas que espero nunca termine. 

La comida nos la hicieron llegar a la sala, nos entregaron tres almuerzos preparados en la cocina del hotel. Uno para ella y obviamente dos para mí, me dijo que quería que no fuera a pasar hambre en el trabajo. Reímos un poco y luego de par de comentarios al respecto le dije que iba a parecer embarazada, como el sábado y entonces me lo dijo. Creo que sus palabras exactas fueron "ojalá alcances a parecer realmente embarazada, pienso que te verías muy sexy con una panza grande y bien apretada". 

No voy a mentir, el corazón me latió fuerte y me quedé un tanto asustada en el momento. No creí que sería tan directa, pero lo fue. Y yo, como una cerdita obediente, me comí mis dos almuerzos. Si me quiere gordita, no tengo razón para decirle que no, creo la verdad esto puede ser muy divertido, creo que seguiré su juego y subiré algunos kilos, a ver que tan embarazada puedo llegar a verme. 

Luego de atiborrarme con los dos almuerzos quedé repleta, y Megan me hizo cariño en mi panza un rato. Me propuso que todos los días al medio día, podía tener la sala para mí y siempre dos almuerzos del hotel esperándome. Me dijo que quizás no siempre pueda acompañarme a almorzar, pero que intentará estar allí para mí, para que podamos compartir ese rato siempre que ella pueda. Pero me hizo prometer que aunque ella no pueda acompañarme, igualmente debo comer mis almuerzos.

El diario de KatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora