Diciembre 10

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Hoy fui una pequeña estrella, y me encantó. 

Fuimos a un restaurante muy interesante en el que tienen una promoción. Sirven un kilo de arroz con camarones, medio kilo de papas fritas y dos panes rellenos. Si una sola persona logra comerlo en 30 minutos, no paga nada. 

Megan me había dicho que no era necesario, qué ella puede pagar lo que yo quiera comer, y es cierto, pero yo quería participar. 

Fuimos allí, como en todo lugar a donde voy últimamente la gente me miró con curiosidad cuando entramos. Al inicio me incomodaba, pero la verdad es que se que mi barriga es demasiado grande, todos me miran y ya me acostumbre. Me senté a la mesa con mis piernas abiertas y mi panza pegada a la mesa, y pedimos la promoción. 

El plato era enorme y me lo comí con muchísimas ganas. Creo que hasta cierto punto no fue una gran sorpresa cuando terminé el plato. Pero definitivamente cuando comí el segundo todos los meseros del lugar estaban asustados. Aún así pedimos un tercer plato y ese si que me llenó. Fue muy divertido ver a la gente sorprendida por todo lo que comí, pero la verdad luego de lo que Megan me hace comer normalmente, esto fue un paseo. 

Aún así me sentí super excitada al ver a la gente sorprenderse. Volvimos a casa y ambas estábamos calientes, así que hicimos lo de siempre. Megan me amarró y pasé el día entero tragando. Creo que debemos probar más cosas como estas, ambas nos emocionamos. De hecho ya hacía varios días que Megan no me presionaba de la manera en que lo hizo hoy. 

Mientras escribo esto, ella está cambiando mis cintas del vientre, parece que tengo marcas nuevas a punto de abrirse, el precio de haber sido torturada todo el día con comida y batidos cuando regresamos. Mi pequeño ombligo se ha vuelto casi inexistente, estirado a más no poder, como una manchita sobre la superficie de mi vientre. Para una mujer de más de 130 kilos no es sencillo mantener una panza apretada como a Megan le gusta, pero hago todo mi esfuerzo por lograrlo, soy como una bola de nieve, entre más subo de peso más grande se hace mi panza y más debo comer para tener esta figura a punto de explotar. 

El próximo 19 de diciembre es el cumpleaños de Megan. Estuvimos hablando y fui clara con el regalo que le daré. Esa noche me va a tener mucho más grande y mucho más llena de lo que jamás he estado en la historia. Tengo poco más de una semana para lograrlo y a partir de mañana voy a seguir una rutina absurda de comida, aun para lo que estoy acostumbrada esto será ridículo, pero estoy decidida. 

Es irónico porque sé que la cantidad de dinero que Megan deberá invertir para esto es mucho, pero mi barriga será algo nunca antes visto para cuando termine, me habré entregado por completo para ella, para que me disfrute, podría decir que me acompañará en el viaje que culminaremos en su cumpleaños.

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