Enero 10

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Querido diario, esta es mi última anotación. 

Un año completo, el mejor año que he vivido definitivamente. Estoy lista para que mañana suceda lo que deba suceder. 

Esta última semana ha sido excesiva, aun para nosotras. Escribo esto apoyando el diario a la bola de carne firme que tengo por barriga. Justo hace un rato admiraba las fotos que Megan me tomó. Yo solamente veo esta montaña ante mi, pero ver mi propia imagen en esas fotos cambia por completo la perspectiva de lo mucho que he engordado y el exceso de comida que cargo en mi interior. No puedo entender como mi cuerpo a soportado hasta ahora, pero ya no doy más. Sobrepase los 160 kg, mi panza se acerca a los dos metros de diámetro, jamás creí que llegaría a algo así.

Las venas de mi panza, las estrías profundas, mi ombligo deshecho y salido. Cada centímetro de mi barriga delata lo que Megan y yo sabemos. Voy a explotar. 

Ya no es posible meter nada más dentro de mí, he llegado al límite, y sin embargo hay un banquete gigante preparado para mi, nuestra última cena juntas, nuestra celebración de aniversario. 

Hace un rato tuvimos sexo, fue bueno. Yo en realidad solamente me quedo quieta. Megan montó sobre mi barriga, con sus piernas abiertas sobre mi, frotó su entrepierna en mi piel hasta que se vino, podía sentir sus fluidos sobre las paredes mi enorme estómago. Pero ella quería más, así que hice lo único que puedo hacer para satisfacerla. Mis entrañas ya no daban abasto, estaba tan llena que solo el peso de ella sobre mí me estaba matando, pero aun así, tomé las botellas de gaseosa qué ella me había dado y comencé a beber, a llenarme aun más. 

Mientras llenaba mi panza de líquido burbujeante y mi piel se estiraba un poco más, Megan terminó varias veces sobre mí. Pero la primera botella no fue suficiente para ella, bebí una segunda y hasta la tercera. Cuando terminaba la cuarta pude sentir mi ombligo abrirse un poco más, creí que ya finalmente había ocurrido, al fin había reventado. Pero no, aun estoy en una pieza, pendiendo de un hilo, pero completa aún. ¿Qué más da 8 litros extra dentro del mar de cosas que hay dentro de mí? Postres, galletas, frituras, queso y todo cuanto pude, trague todo y no podría contar las veces que Megan se vino sobre mí, fue fantástico, cada vez que ella se venía apretaba con sus piernas mi hinchado abdomen, como si quisiera que yo ya explotara. Cuanto terminamos ella bajo de mi barriga como si hubiera estado montando un caballo, es increíble que deba bajar así de enorme panza.

Megan está emocionada, lo pude ver en su rostro. Me pidió que inflara mi panza, qué la empujará lo más afuera qué pudiera. Me esforcé pero prácticamente no la pude mover. Ella me dio varias palmadas secas como si fuera un enorme tambor, todo mi interior retumbó, firme y con un sonido seco. Aunque no lo hizo duro, las palmadas dejaron marcas rojas en mi piel blanca y estirada. 

En este momento soy una bomba de tiempo y me dispongo a tragar todo lo que aguante mi cuerpo, por amor a ella, esta es mi despedida, la mujer con la panza más grande del mundo, aunque encuentre a alguien más luego de mi, ninguna otra podrá satisfacer a Megan de la forma en que yo lo he hecho. 

El diario de KatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora