Los miércoles se nos está haciendo costumbre salir juntas.
Hoy fue el tercer día que tengo almuerzo doble. Y cada día para la hora de la cena aun estoy algo llena, pero hoy en especial fue difícil superarlo. Me llevó a McDonald's y estuvimos allí casi toda la noche, conversando mientras yo comía.
Ella comió una ensalada, y me dijo que no me preocupara por lo que yo pediría, que fuera lo que quisiera, pero que siguiera comiendo mientras pudiera. A pesar de lo llena que me sentía, le hice caso y solo comí sin preocuparme por nada más. El resultado al final de la noche fue que me comí tres combos completos. Por un momento creí que vomitaria.
Cuando salimos del lugar los botones de mi blusa parecían que saldrían disparados. Sentí algo de vergüenza de que la gente me mirara, me sentí como una chancha, y eso a la vez es algo emocionante, no puedo explicarlo bien pero fue bueno y malo al mismo tiempo.
Ya en el carro Megan abrió mi blusa y me hizo caricias. Le encanta verme y sentirme así, y yo amo verla cuando se emociona por mí. Juro que si hubiera podido habría comido algo más con tal de verla excitada.
Pasamos un rato en su carro y me llenó de besos y caricias, luego de eso me dijo que le habría encantado llevarme a su apartamento y que pudiéramos hacer el amor. Pero mañana debemos trabajar. Le prometí que este sábado me iba a llenar tanto como pudiera y que luego iríamos a su casa.
La verdad no tengo idea de si puedo repetir lo que hice hoy, aun siento que me voy a morir y tengo la panza dura y adolorida. Pero por verla emocionada, lo menos que puedo hacer es intentarlo.
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El diario de Katherine
Ficción GeneralUna historia de un amor mortal. Un romance soñado para Katherine qué la llevará hasta sus límites por satisfacer a su pareja. Cada entrada relata sus días al lado de su amada y su peculiar gusto, así como sus esfuerzos qué realiza por satisfacer los...