Estoy de regreso en casa. Pasé el día con Megan.
Ayer por la noche llegó Megan. Su rostro cuando me vio no tenía precio. Logré llenarme como nunca antes, estaba tan emocionada, fuimos a su apartamento, no sé en serio cómo hice para subirme al auto, Megan me ayudó a caminar hasta afuera. A pesar de que me dolía un poco, voy a admitir que fue sensual verla tan emocionada, cuando logré sentarme en el asiento del auto me pasó sus manos por todo mi vientre, era como ver a una niña pequeña con juguete nuevo.
Tuvimos sexo, yo ni podía moverme, pero aún así tuvimos sexo hasta que quedó agotada. Luego estuvo masajeando mi enorme panza.
Me repetía una y otra vez cosas como "estás gigante, no lo puedo creer, eres enorme". No voy a ser humilde, si que soy gigante, ya no parezco embarazada, estoy mucho más grande.
Pero entonces me preguntó lo que yo sabía que preguntaría. Me preguntó si podía comer más. Y mi respuesta fue un sí. No era verdad, desde temprano debí dejar de comer, pero quería seguir.
No me arrepiento, empujamos mucha más comida dentro de mí. Hamburguesas, pollo frito, pizza, sushi. Desde anoche que llegamos a su apartamento hasta hace un rato que me vino a dejar, no he dejado de comer. Ella me hizo cariño, me amó, me disfrutó.
Hoy hace un par de horas mi vientre dolía, todo me ardía y entonces ella me volvió a preguntar "¿En serio puedes con más?" mientras mordía su labio y me daba palmadas en la barriga como si fuera un tambor. ¿Cuánto había dentro de mí en ese momento? ¿Unos 30 kilos ya? Aún así le dije que sí, que podía comer más, me hice la promesa de dar todo lo que puedo dar.
Hoy me llene tanto que ya mi vientre no da para más. Cumplí con todos los deseos de Megan, con todos mis deseos también. Antes de dejarme aquí en mi cama me dijo que jamás en su vida soñó con una mujer con la panza tan grande como la que estoy cargando, y me recordó la suerte que tiene de conocerne. Valió la pena.
No sé si mañana voy a poder despertar, me siento rara esta noche, ha sido demasiado. Ya desde ayer había sido demasiado. Pero hice todo lo que pude. Creo que de verdad es posible explotar, ya no puedo ni moverme. Lo mejor será dormir.
ESTÁS LEYENDO
El diario de Katherine
Ficción GeneralUna historia de un amor mortal. Un romance soñado para Katherine qué la llevará hasta sus límites por satisfacer a su pareja. Cada entrada relata sus días al lado de su amada y su peculiar gusto, así como sus esfuerzos qué realiza por satisfacer los...