Diciembre 20

143 4 0
                                    

Querido diario, aquí estoy luego de la celebración de ayer. Hubo un momento en el que juré qué serían mis últimos minutos. Creo que todo este tiempo Megan siempre se estuvo conteniendo conmigo, pero el día de ayer fue diferente. 

Hoy desperté casi al medio día, tenía dolor abdominal. No podía ni ponerme en pie, así que Megan me ayudó a levantarme para ir al baño. Estaba tan hinchada qué casi no pude sentarme y pasé casi dos horas allí, mis intestinos estaban repletos y aún así en este momento escucho mi panza trabajando a todo motor, moviendo comida en mi interior. 

Megan está fascinada, ha sacado libres las próximas dos semanas. Ha hablado todo el día de cómo lucía ayer y me está pidiendo que aguante una barriga así de grande por estas dos semanas. Quiere que recibamos año nuevo con la panza más grande que jamás haya logrado. 

Ayer estuve a mi límite, lo sé, lo podía sentir y cuando se lo dije a Megan, empujó mucha más comida dentro de mí. No sé cómo sigo aquí en una sola pieza, fue muy intenso. 

Me tomó varias fotos, y al verlas hoy no puedo creer lo barrigona qué he llegado a ser. Mi panza es una montaña, redonda y apretada. Había llegado a creer que no me importaría llenarme hasta explotar, hasta he tenido ciertas ideas que puedo llamar raras al respecto y me excito de solo pensarlo, pero anoche creo que el peligro fue totalmente real. 

Aún así, no sé cómo decirle que no a Megan, de hecho no quiero decirle que no, quiero volver a sentirme al límite, asustada de no saber si el próximo bocado será el último. Quiero ver que tanto más las venas se me pueden marcar y si mi ombligo puede abrirse aún más. Quiero encontrar qué tan profundas se pueden hacer mis estrías. Mi barriga se ha descontrolado, soy grande hacia todas direcciones, pero ahora que estoy así de empacada solo puedo pensar en que tanto más puede entrar y hacia donde voy a crecer. Quiero tener sexo ya mismo. Voy a comer y en serio, para año nuevo o seré gigante o no llegaré, lo que suceda primero. 

El diario de KatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora