Febrero 21

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Estoy acostada en mi cama en este momento. Siento que voy a morir, que si me muevo un poco se me va a reventar la panza. 

El día de hoy fue una verdadera locura. No sabía que de verdad yo pudiera comer como lo hice hoy. 

Salimos desde temprano, Megan me llevó a Dennys, donde comí pancakes hasta que ya no pude más. No tengo idea de verdad cuantos comí, más de diez definitivamente, pero recuerdo que cuando no podía dar ni un bocado más aún habían unos tres pancakes en la mesa. Los pedimos para llevar y nos fuimos al auto. 

Fuimos a un hermoso mirador en el camino a la montaña. Allí estacionamos para ver el paisaje y conversar. Sus ojos miraban mi panza, Megan no puede disimular nada cuando mi barriga empieza a crecer, así que hice lo que se me ocurrió, abrí mi pantalón y le pedí que me diera los pancakes qué habían sobrado, estaba repleta, pero Megan lo quería, así que lo hice. 

Cuando terminé me dijo de manera directa "si me puedes conceder algo, podrías comer todo lo que puedas hoy? En la noche iremos a mi casa y me encantaría que estés tan llena como te sea posible". Megan ya no anda con rodeos, creo que eso es bueno para ambas, las dos sabemos que eso es lo que ella quiere, y yo quiero complacerla así que hoy hice lo que me pidió. Comí como una máquina, es lo mejor que puedo decir. 

Almorcé dos veces. En un restaurante hermoso camino a la montaña, pedimos tres platos fuertes y mientras ella apenas comió una parte de su plato, yo acabé con dos. Luego pasamos a un supermercado a comprar frituras y dulces y fuimos al parque del bosque, allá arriba en la montaña, fue tranquilo y hermoso. Aunque la verdad estuvimos sentadas conversando toda la tarde mientras yo comía las frituras. 

Para cuando oscureció pasamos a McDonald's y llevamos tres combos a su casa. Diría que hicimos el amor. Pero de manera sincera fue sexo fuerte y salvaje, delicioso. Yo casi ni podía moverme, pero me pidió que me pusiera sobre ella y sostuvo mi panza. Estaba abultada y firme, hoy en serio parecía que estaba embarazada y a ella le encantó, lo sé. Se vuelve loca. Y la adoro cuando se pone así. 

Luego del sexo comí los tres combos, creí que no sería capaz, pero lo hice. Después me dio helados, comí tanto como pude, hasta que pude sentir que mi piel ya no daba y la comida no podía tragarla, y luego hubo más sexo. 

Al final de todo esto puedo decir que a pesar de que me siento a reventar, valió la pena, la adoro y ella me ama así. Puedo comer lo que me de la gana y ella lo adora, creo que es la mejor relación del mundo. 

Mama me vio entrar hoy a casa, me dijo que estoy hecha una cerda, y con justa razón, traía mi pantalón abierto y mi blusa arriba. Me importa poco lo que ella piense.

El diario de KatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora