Febrero 4

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Hoy salí de nuevo con Megan. De alguna manera cumplió con lo prometido. Fue una noche curiosa. 

Salimos a cenar, comimos comida china. Yo quería un arroz con camarones, me insistió en que intentara comer un entero yo sola, y claro que lo hice, no es la primera vez que lo hago, pero siempre quedo repleta, no se me habría ocurrido hacer algo así para una cita, pero ya que Megan insistió la verdad es que me pareció que podía intentarlo. 

Luego fuimos al cine, vimos una película no tan buena, pero salía The Rock así que me hizo gracia verla. Allí me insistió en que debía al menos pedir palomitas. Estaba tan llena que lo hice solo porque tiene razón en que una película sin palomitas no es película, aún así casi no logré terminarlas. Y finalmente de camino a casa pasamos a Starbucks y me compró un frapuccino grande. Eso sí fue una completa cerdada de mi parte haberme bebido eso luego de todo lo que había comido. 

Cuando nos despedimos en el carro sentía que el botón de mi pantalón saldría volando. Creo que ella se dio cuenta de que estaba incómoda, me acarició la pancita y me dijo que me relajara, que a ella le gusta que yo tenga un buen apetito. Fue muy curioso porque me dijo que le agradan muchísimo mis curvas, aunque ella me permita comer así debo aprender a controlarme para la próxima, de lo contrario comenzaré a subir de peso si como así todas las noches. 

De hecho acabo de desabrochar mi pantalón y en efecto tengo una barriga curiosa y abultada, una cosa es que tenga una llantita, y una muy diferente es tener panza, así que a cuidar lo que como. 

Lo único que me duele de todo lo que hicimos hoy es que me dijo que este fin de semana no podremos salir, ella hará un viaje de negocios, por lo que no nos veremos más hasta la próxima semana. La verdad es que acabamos de despedirnos y ya la extraño. Van a ser días largos esperándola. 

El diario de KatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora