No era la mejor persona en el mundo, tampoco era la mejor hija. Tenía traumas y heridas que nadie puede saber ni tampoco curar, pero eso no es excusa para mis acciones. Menos cuando se cuantas personas salen heridas por ello, pero me es inevitable cuestionarme si realmente debía pasar por todo esto.
Intento quitarme a la chica de encima pero su agarre es demasiado fuerte, no tengo otra opción que perder el agarre haciendo que su hombro abrace mi cuello con fuerza, siento el sabor metálico de la sangre por toda mi boca luego de haber recibido un golpe en ella, uso todo el peso de mi cuerpo para tumbar a la chica y ahora yo poder quedar sobre ella. Uso cada fuerza y cada parte de mi cuerpo para golpear su cabeza, no es hasta que veo que no se mueve que me detengo, suspiro viendo como alguien se mete al ring a comprobar sus signos vitales.
— Esta muerta.— mencionan, veo como toman su cuerpo mientras que yo me retiro los guantes y acaricio la herida de mi boca viendo la sangre en ella.
— Por qué diablos la mataste?— en cuanto salgo del ring observo a mi amiga, yo solo la miro.
Es ahí cuando recuerdo que antes de la pelea había intentado dormir pero me lo habían impedido, la misma chica. Su forma de caminar y su risa burlona, que me decía que sabía quien era, de lo idiota que fue al mencionar el nombre de mi familia y de cómo los llamo traidores.
— Puedo matar a quien se me de la puta gana, tienes algún problema con eso o se te olvida quien soy?— mencionó dando una última mirada y tomar mis cosas para salir de mala gana sintiéndome relajada porque ya no escucho la música ni el ruido. Tomo uno de los cigarros en el bolsillo mientras lo enciendo, el humo me empieza a dar una sensación extraña en la garganta pero lo dejo viendo como desaparece en el aire.
Me quedo concentrada en el humo del cigarro que no soy consiente de la persona que pasa por atrás de mi y se lleva mi bolso con prisa, maldigo cansada para darle una última calada a mi cigarro y empezar a correr. No tardo tanto en llegar al callejón en donde esta escindido contando el dinero de mi billetera, lo agarro del cuello de su camisa para pegarlo a la pared y arrebatarle mis cosas.
— No te enseñaron a no robar?— mencionó hasta que escucho el ruido de unas botas detrás de mi, me volteo soltando al hombre notando a otros dos. El hombre que me robo se esconde entre ellos por lo que intuyo su intención era alejarme y distraerme con mi bolso.
— Escuchen, no quiero pelear. Solo quiero irme a casa.— mencionó pero uno de ellos toma una botella de cristal del suelo para romperla y empezar a caminar hasta donde mi. Cuando esta listo para atacarme tomo su mano y la flexiono dejando la botella lejos de mi rostro, con mi otra mano la hago un puño para pegarle en la garganta, en su abdomen y ya cuando esta de rodillas, le pego en el medio de cada ceja dejándolo inconsciente. El ardor en mis nudillos me hace perder de vista a los otros dos sujetos que se arrojan sobre mi sin dudarlo, uno de ellos arroja un golpe seco a mi abdomen que saca todo mi aire, camino hacía atrás sintiendo la fría y húmeda pared del callejon.
Respiro hondo, ya estaba bastante cansada así que solo dejo que me golpeen hasta que se cansen, mis piernas golpean el suelo mientras escupo una gran cantidad de sangre, una sonrisa torcida sale de mi boca.
— Crees que puedes llegar a nuestras calles, a nuestras peleas y matar a alguien de nosotros? Ustedes los ricos creen que pueden hacer lo que se les de la gana.— menciona alzando mi rostro y azotando su palma contra mi mejilla, el dolor empieza a dar contra mi cabeza y yo solo sonrió.
— Debes entender algo, niña Morreti y es que tu padre ya no es nadie aquí. Tu padre dejó de ser el Rey hace muchos años, desde su accidente. — mencionan y yo empiezo a sentir el calor en todo mi cuerpo.
Me arrastro con fuerza hasta los cristales en el suelo buscando la oportunidad de atacar hasta que escucho un disparo que hace al hombre gritar con mucho dolor. Observo como de entre sus partes sale mucha sangre, el ruido de otras botas mucho más fuertes se escucha haciéndome alzar la vista. Observo su ropa negra y el abrigo grande que carga, el sentimiento de felicidad cruza mi pecho mientras lo veo colocar un silenciador en su arma, su bota se pega al estómago del hombre con fuerza dejándolo en el suelo.
— No soporto, que gente asquerosa mencione mi apellido y que menos le ponga una mano a mi familia.— otro sonido de bala se escucha pero esta vez menos fuerte, me quedo en el suelo observando otro agujero en el señor.
El hombre llora desconsolado mientras le suplica que pare, yo solo sonrió cuando coloca el arma en la boca del hombre y le da una mirada que podría darme miedo si no fuera una que amaba, aprieta el arma haciendo que gran parte de la sangre del señor termine en mi cara.
Los otros dos hombres intentan escapar pero se voltea rápido dejándolas un tiro a cada uno en la cabeza, nisiquiera se movió y su puntería dio perfectamente en el lugar.
— Creí que te habías vuelto una salvaje pero tu hermano menor tiene que entrar a salvarte.— su mirada cambia a una de cariño mientras me da la mano para levantarme del suelo, lo abrazo con todas mis fuerzas mientras el solo acaricia mi cabeza.
— Vamos a casa, papá no sabrá como actuar contigo en casa.— digo y el solo sonríe, veo como hay gente en una camioneta que nos sigue mientras estaba en el auto, no digo nada hasta que llegamos a casa y veo varias mujeres bajarse de la camioneta.
Me mantengo callada cuando veo a cada una con armas grande menos otras dos, ellas solo miran todo mientras una se cruza de brazos.
— Es la favorita de mamá, no la mires mal.— menciona y por instinto siento un pinchazo en mi pecho, hago una mueca para ver como acaricia su hombro con dolor.
Ambos entramos a la casa mientras la chica del hombro sigue a Malick, pongo una mano tapando la puerta pero ella no se molesta en quitarla y seguir a mi hermano.
— Tengo ordenes de seguir al joven Malick, incluso en su casa o en el baño. Si tiene algún tipo de inconveniencia puede llamar a su madre.— menciona en seco. Blanqueo los ojos para dejar que pase y ahora si cerrar la puerta.
El ruido de la televisión me hace caminar hasta la sala justo cuando veo a mi padre tirar con fuerza una botella de su whisky. La forma en la que agarra su cabeza mientras su teléfono suena sin parar y la televisión habla sobre su nuevo amorío.
— Vaya, mamá no estará contenta.— mencionó sin mirar a ningún lado más que mis uñas, sin pena alguna empiezo a cortarlas sintiendo un poco de paz por ello. Observo como mi padre se gira hacia mi, justo cuando creo que me va a regañar, solo se sienta en la mesa de cristal para observarme.
— Como pudiste?— pregunta tranquilo, puedo ver en sus ojos varias emociones, entre ellas: Dolor, Ansiedad, Miedo, decepción y una sola pizca de curiosidad o orgullo. — Sabes que nunca estuve con otra mujer desde que tu madre llegó a mi vida, pero dejaste que eso se fuera a la mierda?— pregunta otra vez. Me quedo fija en el asiento mientras Malick solo observa recostado en la puerta. Sus ojos miran a mi padre y luego a mi, que sonrie un poco de lado pero la borra cuando sale la misma noticia pero con otro reportero
Me mantengo en silencio mientras el solo asiente, toma sus cosas para empezar a caminar hasta su cuarto en donde solo podemos escuchar la puerta azotarse.
— Iré a tomar una ducha.— mencionó mientras el solo alza sus manos y se va a otra dirección.
No había hecho lo correcto.
Pero si lo justo.
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La hija del Rey #3
Romance𝒀 𝒔𝒊 𝒆𝒍 𝒅𝒊𝒂𝒃𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒊𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒎𝒊, 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒆𝒏𝒈𝒂. 𝑳𝒐 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒕𝒓𝒐𝒏𝒐. ••• #1 en el nombre Caeli (23/enero/2024 ) #2 en Madame (23/enero/2024) #55 en Policial (23/enero/2024) *Histor...