La hija del Rey #3

-Epilogo-

Caeli.

El vestido verde negro se marcaba a mi cuerpo como si fuera otro pedazo de piel, me quedo en silencio mientras el rudio retumba en las paredes y ventanas. Miro la pulsera de oro en mi muñeca que representa mis apellidos mientras muestro también mis nuevos tatuajes entre ellos, el nombre de mis padres y de mi hermanito.

— Ya es tu turno de hablar, Caeli.— la voz de Ian a mis espaldas me saca de mi mente por lo cual lo miro, su ropa completamente negra menos su corbata y paño que eran del color de mi vestido. Su cabello estaba igual de regado que siempre mientras tenía sus mangas hacia arriba dejando ver de igual  forma, su tatuaje de la familia.

Ambos salimos de la habitación en la que estábamos mientras me abro paso entre tanta gente y meseros. Acercarme a la tarima fue caso aparte a lo que de verdad consideraba era difícil y eso era, hablar frente a miles de mafiosos y entre ello, mis padres y todas las Madame's del mundo.

— Mi nombre es Caeli Morreti, de los reyes Morreti. Mi nombre no es algo que se pueda olvidar fácilmente, tengo el nombre de una princesa y el apellido de un rey que se hizo presente en la vida y en la misma muerte. Soy consiente de que muchos de aquí, me conocen desde pequeña y otros nisiquiera sabían de mi existencia, pero soy real, la mafia es real y el daño es real. Podría dar un mensaje largo y motivacional pero eso sería falso, sería totalmente falso pararme aquí y decirle que todos estarán bien cuando realmente, se estará tomando un cargo por cada persona que exista que le cerro la puerta a nuestra familia, Morreti. — tomó una pausa en la que busco con la mirada a mi hermano, cuando lo encuentro al final, solo lo veo alzar su copa y sonreír.

— Se que esperan un líder nato, que sea idéntico a mi padre y que tenga la inteligencia de mi madre, por eso tomo la decisión de dejar mi lugar en la mafia. — justo cuando comentó eso, el ruido de los comentarios empiezan a sonar y son los mismos que intento callar pero no sirve hasta que cambio mi mirada a una más seria.

— Esta mafia esta destinada a brillar en Italia, en Estados Unidos y en Rusia, por eso tomó la decisión de presentarles al último rey de la familia Morreti y con ello, el último legado en sí, Malick Morreti.— justo cuando digo ese nombre, mi hermano desaparece no sin antes, solo sonreír y desaparecer como todos estos años yo había hecho.

Me despido del micrófono y empiezo a alejarme de aquella fiesta en la que nisiquiera espero a mis padres, solo veo la camioneta lista para recibirme y a un Ian esperando atentamente a que entre en ella.

— Te vas y ya? — la voz de mi hermano se escucha en el fondo pero solo sigo mi camino hasta que lo vuelvo a escuchar — Renunciar a la mafia es renunciar a su protección, hermana. Aún sigues con mucha gente que te quiere muerta y siendo sinceros, hasta que yo soy una persona que te quiere muerta.— menciona y yo me burlo.

— Lo se, por eso decido alejarme de todos ahora que tengo posibilidad.— murmuró para darme la vuelta y aceptar su abrazo fraternal, dejo que sus brazos me envuelvan y por primera vez, que lleguen a curar mi alma.

-Cuídate mucho, Malick. Eres un buen líder pero igual tendrás a la policía encima y debes seleccionar nuevas Madame.— mencionó sin romper el abrazo. Suspiro un poco para dejar un sobre en sus manos y romper el abrazo esta vez caminando sin mirar atrás ni nada.

— Busca su nombre, te servirá para seguir vivo.— comentó para esta vez, cerrar la puerta e irnos a un nuevo viaje, sonrió.

Considero esto, como mi último movimiento crucial.