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Podía esperar a que mi herida curará, pero gastaría mi tiempo y las escorias malditas seguirán con vida.

Mi cabeza estaba completamente pesada, como si ahora tuviera lo que tanto me faltaba y estaba desesperada por encontrar, cosa que curiosamente era cierto. Sentía mi presencia más fuerte que nunca y mis recuerdos estaban completos, cada uno de ellos y entre esos, estaba el mismo impío deseo de la sangre.

— Ya vamos a hablar, amor?— pregunto mientras dejo el cigarro electrónico aún lado, el humo sale por entre mi nariz y boca mientras miro a la chica desnuda frente a mi. Mis guantes se encontraban llenos de sangre pero aún así lo pasó por mi rostro sintiendo lo pegajosa de ella. Muerdo mi mejilla viendo como todo su cuerpo estaba lleno de sangre, su pezon izquierdo fue arrancado con una de mis navajas y sus uñas fueron retiradas con pinzas.

— Es una pena, no? Eras demasiado linda.— comentó mientras paso mi dedo por su rostro destruido, ella solo suelta un gemido débil. Estiro mi mano hacia el galón a mi derecha para rociarlo en su cuerpo escuchando sus gritos, su forma de retorcerse me hace reír pero paro mi risa para sostener mi estómago. Una corriente viaja por mi columna vertebral al recordar lo que le hizo a mi madre, agarro con fuerza su cuello apretando con todas mis fuerzas viendo sus ojos débiles mirarme.

Non so chi sei, il tuo nome, la tua storia o altro. Ma qualcosa su cui sono molto chiaro è chi sono i tuoi capi e cosa amano. Adoro vederti morire in un modo così disgustoso.— ( No se  quien seas, tu nombre, tu historia o lo que sea. Pero algo que si tengo muy claro, es quienes son tus jefes y que amor. Me encanta verte morir de forma tan asquerosa. )

Una lágrima cae por su mejilla justo cuando suelto su cuello para meter sin pena uno de los cuchillos sin filo que tengo para torturas, la mirada en sus ojos es de dolor y tristeza, mientras yo solo la miro seria en mi lugar.

Non ho paura della morte, perché mi protegge. (No le tengo miedo a la muerte, porque ella me protege. )

Sus ojos terminan en apagarse mientras yo solo chasqueo mi lengua, sin pena alguna la desató de sus muñecas viendo como su cuerpo cae al suelo de forma dura. Miro mi reloj para retirar los guantes y tomar mis cosas, miro mi teléfono viendo los mensajes que tengo, ignoro el de Malick y Papá para concentrarme en uno específico. Sonrió de lado al recordar el día que es, lo que significa que mi linda amiga vendrá a visitarme hoy.

— Ustedes dos, limpien el cuerpo y lo dejan ahí colgado. Que lo encuentre la policía algún día, y ustedes, me llevan a casa.— mencionó tomando mi chaqueta negra mientras miro el mensaje de mi hermano que dice que Ian despertó, suspiro.

Otro más a mi lista.



La hija del Rey #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora