Capítulo XI

89 16 3
                                    

Desde la charla que tuve con la morena en mitad de la nada, había tensión. No por mi parte, si no que por la suya.

Las películas compartidas se habían terminado, las charlas a las tantas de la noche y la investigación de la familia de Atenea ya no volvieron a aparecer.

Las películas compartidas se habían terminado, las charlas a las tantas de la noche y la investigación de la familia de Atenea ya no volvieron a aparecer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me despedí de María y bloqueé el móvil.

Dejé el móvil sobre la mesilla y cerré los ojos para poder dormir.

Tal vez, estaba complicando todo. Desde que había llegado allí, no había parado de ponerlo todo patas arriba. Desde mi llegada lo había puesto todo loco.

Primero con los libros de la zona prohibida, después con los desmayos, ahora esto con Natalia...

Tal vez lo más sencillo sería encajar en el mundo y listo. Pero en mi mente eso era algo casi imposible.

Giré mi cuerpo, por que no paraba de pensar en mil cosas, los pensamientos estaban al dos mil por hora.

Tras un largo tiempo dando vueltas en la cama, resoplé incorporándome.

Me levanté de la cama, abrí el armario y abrí uno de los bolsillos de la maleta.

-¿Qué haces?-.

-Duérmete-.

La morena se calló y seguí buscando en el bolsillo, hasta dar con la cajita de metal.

La agarré y la abrí con delicadeza. Al momento saque un cigarro de su interior, abrí la ventana y encendí el mechero, iluminando un poco la habitación.

-¿Qué haces loca? -Escuché que decía la morena a mis espaldas-.

-Fumar -Respondí tras pegar una larga calada. -Espera, no me lo digas. -Me giré para mirarla. -Está prohibido el tabaco también-.

-Si-.

-Pues que me coman el coño. Necesito un piti o me da un ataque de ansiedad, y paso. -Pegué otra calada-.

-¿Por qué ansiedad? -Se acercó hasta mi cuerpo-.

-¿Ahora te importa?-.

-Me importas-.

-Ya lo veo... Una semana ignorándome y evitándome... Bua, te importo un montón, vete a tomar por culo-.

-No te he ignorado-.

-¿Qué no? -Le pegue otra calada. -Mira, me voy a callar-.

-Lo hago por nosotras-.

-Lo haces por ti. -Respondí con algo de rabia. -Tu has decidido alejarte, no yo-.

-Pero por el bien de las dos-.

-Pues para empezar, no me lo niegues. Te estás contradiciendo Natalia-.

-Deja de fumar y hablamos, por favor-.

-¿Sabes qué? Que no me da la puta gana. -Respondí dando otra calada. -¿Lo que quieres es que nos alejemos no? Pues tranquila, que no me vuelvo a dirigirme a ti-.

Eyes Colors 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora