Eyes Colors ｢Albalia｣

Capítulo VIII

Los días después del baile de los Eye colors fueron bastante cansados, ya que era la "Semana de Exámenes".

Después se fueron intensificando las clases y los entrenamientos, no nos dejaban tiempo ni para ver una película tranquilamente, ya que llegábamos a las tantas de la noche y muertas del cansancio.

-Estoy muerta. -Dije tirándome sobre la cama-.

-Yo no noto los pies. -Se tiró sobre su cama-.

-Yo no noto mi cuerpo. -Dije cerrando los ojos-.

-Buenas noches pastelito-.

-Buenas noche-.

Y así eran todos lo días a partir de aquella semana de exámenes. No habíamos tenido ni tiempo para investigar nada más sobre la familia Reche, ni ninguna cosa más.

Estaba apunto de caer en los brazos de Morfeo cuando un pensamiento pasó por mi mente.

-¡Nat! -Exclamé mientras me incorporaba-.

-¡Qué pasa! -Se asustó-.

-¿Y si Joel Reche encontró el amor en otra persona de diferente poder?-.

-¿Qué dices? Duérmete ya -Se volvió a tumbar sobre su cama y cerró los ojos-.

-Qué si Nat, tiene sentido. -Me acerqué hasta el armario. -Joel se enamora de otro que no sea de su poder y pum, sale de la familia Reche y por eso no sale en los libros-.

-Madre del amor hermoso. -Se incorporó en la cama. -No me digas que te vas a poner ahora a investigar-.

-Hemos leído los libros y solo sabemos que Joel es hijo de Atenea, pero... ¿En el ordenador mundano mío? Tal vez ponga otra cosa-.

Caminé hasta el armario y me coloqué de cuclillas para buscar el ordenador.

-Los mundanos no saben ni lo que son un BlueEyes, no me jodas-.

-Inspección diaria. -Abrió la puerta Débora y se me salió el alma. -Alba y Natalia, perfecto-.

Yo sonreí por nerviosismo y me quedé en la misma postura en la que me había pillado.

-¿Qué haces? -Me preguntó levantando una ceja-.

-No, estoy buscando unos calcetines para ponérmelos mañana-.

-Pues si enciende la luz, igual es más fácil... Enfin, os dejo que tengo que seguir con la ruta. Nos vemos mañana chicas-.

-Sí, claro, hasta mañana. -Me despedí-.

-Hasta mañana. -Habló la morena-.

-Hasta mañana chicas-.

Débora cerró la puerta y expulsé todo el aire que estaba manteniendo en los pulmones.

-Cualquier día se me sale el alma. -Habló la morena-.

-Dímelo a mí-.

Me llevé el ordenador a la cama y en cuanto escuché que ya no se habrían más puertas, encendí el ordenador.

-Vamos a ver lo que pone aquí-.

Abrí el navegador y tecleé "Atenea".

-Mira Nat. -Susurré. -Ven-.

La morena se desplazó hasta mi cama sin fuerza y se tumbó a mi lado.

-Atenea Reche, 4 hijas y un hijo Joel-.

-Eso ya lo sabemos. -Respondió con los ojos cerrados-.

-Joel fue expulsado de la familia por ENAMORARSE DE UN AQUA!-.