Capítulo XXXIX

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Agarré su mano y salimos al exterior, viendo cómo dos chicas se acercaban hacia Melanie y Yudith.

-Ps. Zorra, creo que me buscas a mí. -Llamé su atención-.

En cuanto me vió, una llamarada salió en mi dirección, pero fué frenada por el agua que lanzó la morena.

-Princesita, hacía mucho que no te veía. -Dijo con malicia-.

-Ni falta que hacía. -Respondí apuntado con el arco. -Tocas el pelo de alguno de los que están en esa mesa, y te atravieso con una flecha. -Amenacé-.

La chica que estaba detrás, se acercó hasta ellos, y antes de tocar el hombro de Carlos, atravesé su mano con una flecha.

-¡GRANDÍSIMA PERRA! -Exclamó ella-.

-Te lo he advertido-.

La chica que estaba frente a mi, agarró su catana y fue directa a atacarme.

Pero la morena fue quién se enfrentó.

-Con ella no. -Dijo luchando con la chica-.

De pronto vi una llamarada dirigirse a mí. La cual pude apagar gracias al poder del agua.

En cuanto hizo el amado de lanzar otra llamarada, Yudith le dió un golpe seco en la cabeza, con la rejilla de la barbacoa. Dejándola inconsciente al momento.

-Aparcao. -Dijo Yudith orgullosa. -Tu morena. -Dijo señalando a Natalia-.

-Inmoviliza la pava esa porfa. -Le pedí a Yudith-.

Giré mi cuerpo, y vi a la morena medio apurada. Con lo que me acerqué a ellas, y me metí en la pelea.

Le di una patada en la pierna, desequilibrando su cuerpo, pero ella desde el suelo, me lanzó una llamarada. La cual me quemó parte de los tobillos.

-¡Ah! -Me quejé del dolor-.

En cuanto la vi levantarse. Le pegué un patadon, que hizo que cayera a la piscina que había detrás de ella.

La morena como si me estuviera leyendo la mente, creó una gran burbuja de agua, la cual toqué metiéndole rayos en su interior.

La morena dolorida, lanzó la bola hacia el agua, electrocutando a la chica del interior de la piscina.

Natalia cayó de rodillas al suelo, lancé un rayo más al interior de la piscina para asegurar, y me agaché frente a Natalia.

-Nat, Natalia. -Decia levantando su mandíbula. -Ey, ¿Me escuchas?-.

Levantó su mirada llena de lágrimas y dolor.

-Me has electrocutado las manos-.

Cerré los ojos y volví a respirar con calma.

-Me has asustado idiota. -Le di un manotazo. -Mi madre está aquí, bueno todos-.

-Tu ojos. -Se sorprendió la morena. -Dios mío. -Agarró mi rostro y lo acercó al suyo. -Tienes colores infinitos. ¿Acabas de tener intuición?-.

-No, puedo olerles y escucharles-.

-¿Que me estás contando? -Se sorprendió la morena-.

-Va a aparecer en tres... dos... Uno...-.

De pronto mi familia apareció por encima del tejado de la casa.

Fueron directos hacia mis amigos, los cuales defendí.

-Eh, ¡Ellos no son enemigos! -Exclamé. -Estas dos ratas lo son-.

-¿Cómo las habéis vencido? -Preguntó mi madre-.

Eyes Colors 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora