Capítulo XXII

68 16 5
                                    

-No te pongas nerviosa, realmente no hace falta que lo hagas si no quieres-.

-Pero te lo debo-.

-Ya... Pero si no quieres-.

-Si quiero. -Cortó mi frase mientras miraba mi boca. -Pero...-.

-A tu tiempo entonces. -Respondí mientras miraba su boca también-.

-Es que...-.

-Ey. -Levanté su rostro que poco a poco iba bajando. -Se que tienes miedo, supongo que de la presión de todo este mundo. Pero te aseguro, que no pasa absolutamente nada por que dos personas con diferentes poderes se líen-.

-Por que no sabes como reacciona aquí la gente-.

-Bueno... Yo no voy a decirte nada, tu a tu ritmo-.

-Gracias-.

Sonreí mientras agarraba el tenedor y me metía un trozo de comida en la boca.

Tras comer y hacer videollamada con nuestros amigos, los cuales seguían estudiando, decidí que quería tomar un poco el aire, por que como siguiésemos las dos en esas cuatro paredes, la que se iba a lanzar a sus labios iba a ser yo, y no estaba preparada para un arrepentimiento por parte de la morena.

-Vamos porfa. -Insistí-.

-Alba, te han dicho que no fuerces el cuerpo-.

-Quiero salir de estás cuatro paredes... Al menos... ¿En silla de ruedas?-.

-En ese caso, pediré una-.

-Venga, la pides y mientras yo me ducho-.

-Venga pues-.

Nos levantamos, me metí en el baño y me desnudé. Caminé hasta la ducha y abrí el grifo.

El agua comenzó a caerme en la espalda, estaba caliente. Y el agua también.

Bajé mi mano poco a poco hasta mi entrepierna, llevé dos dedos hasta mi clítoris y empecé a hacer círculos, mientras cerraba los ojos y me apoyaba contra la fría pared.

Al principio eran movimientos lentos, pero poco a poco fui subiendo la intensidad. Con la otra mano, tanteé mi entrada y metí dos dedos allí.

Al instante abrí la boca y escuché la puerta de la habitación abrirse. Indicando que la morena ya había llegado.

Seguí moviendo ambas manos, mientras me colocaba de cuclillas en el plato de ducha, para tener un mejor acceso.

Mi respiración era entrecortada, y los gemidos intentaba que fueran lo más susurrados posible.

-¿Alba estás bien?-.

-Si. -Respondí medio gimiendo. -Estoy, muy bien-.

Mis manos empezaron a ir más rápido, hasta el punto de que se empezó a escuchar el sonido de mis dedos entrando y saliendo de mi interior. Algo que me ponía mucho.

Varios minutos más tarde. Me deshice sobre mis dedos, los cuales saqué poco a poco de mi interior.

Me senté en el suelo tras apagar el grifo y agarré el bote de champú. Me limpié la cabeza y después el cuerpo lo hice con un gel con olor a coco.

Tras aclarar mi cabeza y cuerpo, agarré la toalla y me sequé el cuerpo.

En cuanto me sequé, me puse la ropa que había elegido y a continuación salí del baño.

-¿Nos vamos?-.

-¿Vas a ir así? -Preguntó la morena mirándome de arriba a abajo-.

-¿No te gusta? -Pregunté a sabiendas su respuesta-.

Eyes Colors 「Albalia」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora