Cap 15

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Entré a casa después de haber paseado a Kkami por el parque que estaba cerca de casa.

Escuché cosas caerse por lo que me apresuré a buscar la causa, deseando con toda mi alma que no se tratara de lo que creía.

- Felix ¿Que mierda?..

- ¡Perdón! - Me gritó en cuánto me vió.

Estaba con un mandil de cocina, una fuente en el piso, harina y 2 huevos también.

Suspiré y me toque la cabeza con frustración.

- Te dije que no.

- Y yo te dije que me importaba un comino.

- Juro que uno de estos día te cello la boca con cinta para que dejes de estar de contestón.

- ¡Ya dije que perdón!

- ¿Te salió bien almenos? - Pregunté a lo qué el sonrió y asintió emocionado, poniéndose los guantes de cocina y sacando del horno una fuente.

- Llegaste justo a tiempo, aunque ahora deben estar muy calientes - Hablaba mientras cortaba lo que había preparado en la fuente.

Mentiría si dijera que no olían bastante bien y a vista eran apetecibles.

- ¿Quieres probar uno? -Me preguntó con bastante emoción que podía notarse hasta a 2 kilómetros de distancia, habían estrellas y brillitos rodeándolo.

- Quizá más tarde, no soy muy fan de lo dulce

Vi su expresión cambiar a una más sería, me miraba tan fijamente que podía jurar que estaba imaginando todas las formas posibles de acabar con mi vida.

- Digo ¡Obvio que quiero, se ven muy ricos! -Sonreí algo nervioso.

Vi cómo su expresión cambiaba nuevamente y su sonrisa comenzaba a asomarse otra vez.

Tomó uno de los pedazos y lo sostuvo con 2 de sus dedos, poniéndo su mano debajo para evitar votar migajas, lo que era irónico porque la cocina estaba hecha un desastre gracias a él.

Me indicó que soplará y lo hice, luego con cuidado me lo dió en la boca y lo resiví gustosamente.

Saboreandolo me dí cuenta de que aunque lo dulce nunca me había gustado para nada, era lo mejor que había probado en toda mi vida, abrí mis ojos de la impresión y comí más rápido.

- ¿Que tal? - Preguntó sonriéndo.

- Quiero 30.

Se sentía raro, estaba limpiando la cocina y sus piernas dolían un poco pero no lo suficiente para que estuviera débil

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Se sentía raro, estaba limpiando la cocina y sus piernas dolían un poco pero no lo suficiente para que estuviera débil. Tenía algo de sueño por no haber podido dormir adecuadamente durante la noche y había una cosa que lo preocupaba demasiado.

- ¿Estás bien?.. - Le habló acercándose y abrazándolo por atrás, rodeando sus brazos delicadamente por su cuello.

Asintió un poco nervioso. - Si.

My work of art • HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora