Estaba apunto de dormir cuando escuché un ruido, parecía que algo se hubiera caído. Alguien había entrado a casa.
Con miedo en toda mi sangre tomé el valor para ir hacia la cocina en silencio y agarrar un cuchillo.
Me dirigía hacía aquella habitació...
Llegué al comedor a pasó lento, ignorando el hecho de que muy probablemente mis ojos se veían hinchados y rojos, obviamente se darían cuenta que estuve llorando, pero...¿Y que carajos importa?
- Te ves horrible. - Una voz me sacó de mi propio estrés, esta venía del chico sentado en una de las sillas de las mesas.
Él también estaba con los ojos hinchados y la nariz roja, sus mejillas de igual manera pero de un color más leve.
- Mira quien habla - Dije empujando levemente su cabeza, era a modo de juego, sin embargo no podía negar que justo ahora me sentía cómo la... Me senté al frente de él y nos quedamos mirando unos segundos, segundo que cansaron por completo a mis ojos, más de lo que ya estaban.
- Lo siento... - Susurró, pero con la intención de que yo escuchara.
Cerré los ojos con lentitud y abulté inconscientemente mis labios con flojera, incliné mi cabeza hacía atrás.
- ¿Por? - Pregunté con simpleza.
- Ya sabes porqué, Hyunjin...
No dije nada, no tenía ganas de hablar para ser franco, mi voz estaba ronca, mis ojos cansados, mi cuerpo débil y mi estabilidad emocional se encontraba por los suelos. Así que solo me encogí de hombros abriendo nuevamente los ojos y observando sorpresivamente los cristalinos ojos de Felix. Que llorón...
Se dió cuenta de que me había dado cuenta de las lágrimas que querían salir de aquellos cristales, por lo que, cerró los ojos y negó con la cabeza un par de veces, mirando hacía abajo, comenzando a jugar con sus dedos como de costumbre cuándo estaba nervioso.
- Y-yo...no quería... - Se aclaró la garganta antes de volver a hablar- No era mi intención hacerte sentir incómodo, sé que sonó cómo si te etsuviera obligando a hablar con tu familia pero no es así...claro que me gustaría que resolvieras este problema de otra manera pero si no estás listo, si no quieres hacerlo...yo te respetaré. Respetaré cualquier decisión que tomes y no me interpondré en eso. Te prometo que solo quiero que estés feliz, Hyunjin.
- Lo sé. - Solté, nuevamente con simpleza.
Ví cómo su boca estaba por pronunciar algo más, sin embargo fue interrumpido por Jiyu, entrando a la habitación también, y al darse cuenta de la firme mirada de Felix en mi, se quedó quieta.
- ¿Interrumpo algo?... - Preguntó sin querer ser imprudente.
- No, nada. - Dijo Felix antes de levantarse de la mesa y dirigirse a la sala. Y al verlo cruzar la puerta, pasando al lado de Jiyu, mis lágrimas volvieron a acumularse en mis ojos haciéndome imposible no llorar, tapándome la boca para no soltar ningún sollozo y desplomandome sobre la mesa, ignorando por completo la presencia de mi madrina.
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- Hyun ¿Jiyu ya se fue a dormir? - Me preguntó Felix, su voz no tenía ningún tono, eso era lo que inquietaba, esas palabras, en otra ocasión hubieran salido de su boca con dulzura, con juegueteo o con simpleza pero sería una que me causaría seguridad. Sin embargo su tono neutro hizo a mis ojos aguarse nuevamente, agradecí que el departamento estuviera a oscuras.
