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- ¡Mierda, atrápalo!

- ¡Eso intento, cariño! ¡Muchas gracias por valorar mi esfuerzo!

- ¡Hyunjin! - Gritó Felix

- ¡Felix! - Respondió de la misma forma.

- ¡Kkami! - Le gritó al cachorro que no dejaba de correr al pensar que sus papás solo estaban jugando con él.

El "cachorro" que técnicamente ya no era un cachorro, si no, un adulto, saltó al sofá mientras tenía atrapado en su boca un peluche de pollo con Felix en el lado derecho y Hyunjin en el izquierdo.

- A la cuenta de tres lo hacemos. - Habló Felix luchando por concentrarse lo más posible en la situación.

- Amor... - Quizo hablar, sin embargo al ver los ojos del contrario decidió callar, no quería salir golpeado ni insultado. Felix no estaba en su mejor momento y sabía perfectamente que no debía hacer nada que lo enojara más o se arrepentiría toda la vida.

- Uno... - Comenzó la cuenta.

- Dos... - Siguió el peliazul.

- ¡Tres! - Dijeron en unísono cuando ambos se lanzaron para atrapar al perrito, obteniendo nada más que una gran falla cuándo golpearon sus cabezas entre sí y Kkami corrió hacía al frente, siguiendo a su camino por quien sabe dónde del departamento.

- Saliste después de pronunciar la T. - Se quejó el rubio mientras sobaba su cabeza con su mano.

- ¡Quería decirte que no soy bueno para las cuentas! - Renegó haciendo un mini berrinche.

- Minho nos matará...

- ¿Te preocupa Minho? ¿Sabes que hará Jisung si se entera que el peluche de su hijo fue detruído por el nuestro? - Habló Hyunjin.

- ¿Y culpa de quien es, imbécil? - Golpeó ligeramente la cabeza de Hyunjin, quien soltó un pequeño grito de queja mientras sobaba la zona.

- No fue mi culpa, no me hacías caso y estaba aburrido... - Sé defendió.

- ¿Pero justo ese, amor? ¡Habían otros tres!

- ¡Si me pasé, perdón! - Casi gritó, conluyendo con un puchero y un abrazo a su novio, quien no respondió la muestra de afecto.

- Eres un tonto.

- Perdón...

- Te amo, tonto. - Dijo para besar su mejilla y luego abrazarlo. - Pero aún así nos matarán... - Murmulló.

- Que linda muerte ¿No crees? - Y fueron esas cinco palabras que hicieron que el más bajo no dudara en golpear a su novio.

- Idiota. - Hyunjin seguía siendo un tonto después de dos años, de vez en cuándo seguía haciendo o diciendo cosas estúpidas pero eso no impedía que de cualquier forma fuera lindo.

Y en cuánto escucharon el llanto de un bebé desde la habitación, ambos supieron que estaban perdidos.

Y en cuánto escucharon el llanto de un bebé desde la habitación, ambos supieron que estaban perdidos

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My work of art • HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora