Cris y Vladímir

149 18 184
                                    

—No voy a hacer eso —. Respondió Cris mientras miraba a las personas que consideraba sus figuras paternas.

—Pero solo tenés que hablar con él, seguro se van a llevar bien —. Dijo Rosario mientras le daba palmaditas en la espalda.

—¡Ya no es un niño tímido!, tiene la cara del tipo de personas que me haría bullying —. Bajo la mirada al suelo con un temblor en su voz.

Rosario y Raúl intentaban convencer a Cris de pasar tiempo con Vladímir, pero este se sentía algo intimidado, había crecido y parecía hasta amenazante, además fumaba, sabía que destrozaba los pulmones, pero pensaba que tal vez era una actitud genial de su parte, lo que menos deseaba es que Vladímir se burle de él.

Durante el tiempo que Raúl no estuvo trato de impresionarlo, todo esto intentando fumar delante de él para parecer "genial", lo cual no le salió nada bien, sus pulmones eran sumamente sensibles, termino tosiendo y humillándose delante de él, intentarlo de nuevo no le parecía buena idea.

—Cris, solo hacelo de manera normal, habla con él —. La cara de Raúl se mantenía con seriedad.

—No puedo, si llego a hacer algo ridículo delante de él me voy a tener que suicidar —. Se tapó la cara con ambas manos sintiendo sus piernas temblar.

—Vas a tener que encargarte vos solo de las flores entonces —. Dijeron los más grandes.

—¿Qué? —. Cris se quedó mirándolos con suma confusión.

—Tenés que comprar las flores, no son muchas, pero como te da pena pedir cosas en las tiendas pensamos que te serviría la ayuda de Vladi —. Rosi se acercó y le dio una última palmada en la espalda soltando una risa.

—Bien... —. Dijo mientras soltaba un gruñido, volteo la cabeza para notar que Vladímir los miraba desde la escalera.

Este solo dijo un "dame un minuto", bajo luego de un rato, ambos salieron del lugar, Cris se sentía sumamente incómodo, no es que Vladímir hiciera algo malo, solo se sentía intimidado por su simple mirada, algo de él lo asustaba y le daba malas vibras, lo sentía tan diferente a cuando eran niños, no solo era más atractivo, sino demasiado diferente.

—Me gusta tu arito —. Dijo mientras señalaba su oreja, sentía sus nervios subir mientras notaba que esté lo miraba.

—Gracias.

Cris sintió los nervios subir al escuchar esa respuesta seca, no era bueno hablando con otros, y Vladímir ni siquiera intentaba contestar, se notaba sus pocas ganas de hablar, pero Cris no aceptaba tanto silencio.

—¿Es solo porque bonito o porque crees en dios? —. Hizo silencio luego de ver su acompañante lo volvía a mirar, sonrió nervioso.

—No creo en dios, es una cruz invertida —. Se quedó en silencio mirándolo unos segundos —. Me gustan tus zapatillas, ¿por que son de diferentes colores?.

—Me gustan así —. Sus mejillas se sonrojaron de manera, sintió que al menos estaba intentando hablar con él, miro la lista con una pequeña sonrisa, sintiendo que el otro se acercaba a mirar.

—¿Qué mierda?, ¿por que eligieron esas flores? —. No pudo evitar sacarle de las manos la lista, miro con una mueca de confusión —. ¿Clavel amarillo?.

—¿Qué hay con eso?.

—Las flores tienen un significado, cualquier que viera estas flores pensaría que es más un matrimonio obligado —. Rodó los ojos y tiro la lista luego de leer el resto, yendo un poco más rápido.

—¡Ey!, ¿que vamos a comprar entonces? —. Pregunto con confusión mientras caminaba más rápido junto a él.

—Sé dé plantas, conseguiremos unas más bonitas.

RarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora