30: Tus Labios No Mienten

3.4K 211 226
                                    


















ABBY








Jane me vino a buscar antes, justo en el momento en el que Tom leyó mi mensaje de que no hacía falta venir a recogerme. No lo dejé responder, ya que apagué mi móvil antes de que pudiese replicarme para no tener que darle las explicaciones que tanto me estaban atormentando. Agradezco que mi mejor amiga no me haga preguntas en los momentos correctos, justo como éste.

A pesar de tener la cara húmeda por el llanto, no me cuestiona y solo se dedica a ayudarme con lo necesario: llevarme a casa.

Al aparcar, diviso mi apartamento y siento que la compañía de Rayco me haría bastante bien.

La de mi peludo y la de una botella de Tequila que conservo dentro de los armarios superiores de mi cocina. Sé que no es bueno, pero no puedo negar las ganas que tengo de ahogarme en mi propia desgracia con la ayuda del sabor ardiente del alcohol.

—Reconozco esa cara —Apunta Jane, poniendo el freno de mano y bloqueando las puertas cuando hago ademán de salir corriendo— ¿No estarás pensando en ahogarte en alcohol, verdad?

—¿Te dije alguna vez que odio que me conozcas tan bien? —Mascullo, dándome la cabeza contra el respaldo unas tres veces, apretando los ojos con rabia y maldiciendo a la ex más malévola que pudo llegar a tener Tom.

—Te sugiero que comiences a hablar, Nadia —Advierte a su manera, acomodándose en el asiento para poder verme de frente.

—No tengo nada que decir.

—Ajá —Ironiza— Déjame que recapitule tu día y dime si no te parece raro que hayas cambiado tu humor en apenas... —Mira un reloj imaginario en su muñeca— Seis horas.

—Jane... —Inicio, a modo de reproche, pero ella me interrumpe.

—Primero, haces de celestina con Bill y conmigo, después nos dices que vas a hacerte un piercing en tu querido pezón en la tienda de enfrente...

—Iba a hacerme —Le corrijo, alzando mi dedo índice en su dirección— Pero gracias al acoso de los periodistas me libré.

Jane pone los ojos en blanco —Me da igual, eso es irrelevante.

Ahora soy yo quien rodea los ojos con fastidio e impaciencia por subir a mi apartamento a refugiarme en la soledad.

—Tom y tu se hacen novios —Juraría que hasta ella sintió mi pecho encogerse por el dolor que eso me ocasionaba— Y ahora estas así. Así que dime, Nadia, ¿qué pasó en tu trabajo?

Me pongo en alerta, deseando que ni ella descubra el chantaje tan rastrero que me hizo la maldita de Nyx.

El amor que sentía Jane por mí era tan grande como para buscar venganza por su propia mano, y me asustaban las represalias que podría tomar esa arpía.

—Nada. Solo tuve un día largo, Jane. Eso es todo —Respondo a secas, sintiéndome mal por estarle hablando en ese tono, pero más aún por tener que mentirle en su cara.

Exhala con molestia, pero se queda callada durante los segundos en los que me enfoco en mirar hacia abajo.

—No voy a decirte que puedes confiar en mí, porque eso ya lo sabes de sobras —Aclara— Así que solo te diré que estaré ahí para cuando decidas hablar conmigo. Yo no te juzgo, no te delato y jamás te traicionaré Abigail.

Alzo mi cabeza cuando me llama por mi nombre después de tanto tiempo. Por mucho que me esfuerce por ocultarme tras un sobrenombre estúpido, Abigail seguía allí dentro, y Nadia sólo era la máscara con la que quería que me viesen.

What is Love | tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora