What is Love | tom kaulitz.

28: Trenzas

(Tengo que advertir que está a punto de narrarse una escena sexual explícita, por si te lo quieres saltear si no es de tu agrado <3)

TOM

Juro que mi plan era aclararle las cosas a Abigail y marcharme después, pero ya tendría que saber que eso iba a ser imposible. Esta mujer era pura tentación para mi, yo no podía resistirme nunca a conformarme con solo un beso. Necesitaba más.

Mucho más.

Por eso no me contuve y la metí en el coche, solo porque sus vecinos podrían quejarse y arruinar el momento, ya que sino estaba seguro de que la iba a follar ahí mismo encima del capó. Me quedo sentado, cerrando la puerta detrás de mi para quedar refugiados dentro de los cristales tintados.

No me deja acercarme mucho, ya que es ella quien se sube encima de mi a horcajadas para besarme de nuevo con una intensidad que me hizo jadear al notar su feminidad libre rozarse con mi polla agonizante debajo de mi pantalón.

—Ahora me vas a escuchar a mi —Habla, entrecortada, en lo que me quita la camiseta con facilidad exponiendo mi torso.

Sus manos ya calientes exploran todo lo que puede, besando mi cuello y mordiéndolo en los sitios adecuados para dejarme unas marcas rojas que tardarían su tiempo en desaparecer.

—Podemos hablar mientras follamos —Le propongo, sintiendo como ahoga un grito cuando tiro de las copas de su top hacia abajo liberando sus pechos.

Me meto uno en la boca, mordiendo y chupando con ímpetu hasta oírla gemir y apretarme entre sus piernas.

—Suena factible.

Volvemos a besarnos cuando me toma de la cara para que me centre en sus labios y no en sus tetas.

—Pero esta noche no —Se separa y, cuando estoy a punto de protestar, rota sus caderas sintiendo la presión de mi pene con angustia que la hace gemir— Voy a darte otro regalo de cumpleaños...

La mirada perversa que me dio me hizo sonreír con satisfacción —¿Estás generosa?

Asiente lentamente y se levanta de mi regazo hasta colocarse sobre sus rodillas a mi lado. Sus labios ahora se agachan hasta comenzar a delinear el centro de mi pecho con la punta de su lengua. Pasa por el medio de mis abdominales, besando y robándome un quejido cuando su mano me apretó con sutileza los testículos por encima de la tela de los vaqueros.

me besa justo al llegar a la línea donde comienza a verse mi pubis. Sus expertas y traviesas manos me desabrochan el pantalón con una agilidad increíble, ayudando a bajármelos junto con el bóxer hasta que mi bulto sale aliviado y más duro que una piedra.

Abigail arrastra hacia adelante el asiento de enfrente con ayuda de la palanca, dejando el espacio suficiente para arrodillarse justo a mis pies. Sus manos se deslizan por mis rodillas, a la vez que me mira con antisipación lasciva cuando se iba aproximando a mi polla con cautela.

—¿Sabes lo que siento yo cuando estamos juntos? —Pregunta de forma aguda y coqueta.

Su cabello húmedo soltó unas gotas por encima de mi longitud que me hizo comenzar a respirar con dificultad.