Tom Kaulitz, después de una dolorosa ruptura, pierde la fe en el amor refugiándose en tener relaciones vainilla y esporádicas. No quería y no iba a volver a interesarse por otra chica del mismo modo.
Abigail González, una bailarina con un pasado tur...
Nuestra última noche inicia cuando llegamos a un lugar demasiado lejano al sitio donde se hallaba nuestra cabaña. No exagero, tuve que tolerar lo cuadrado que se había vuelto mi culo por estar sentada en el coche durante demasiado tiempo. Había decidido vestirme incluso más casual que nunca, sobretodo si íbamos a estar en pleno bosque a las tantas de la noche.
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Me había puesto por encima una sudadera blanca con el logo de la academia y un chaleco oversize negro por encima. Agradezco el ir abrigada hoy, por si resulta que termino en bolas metida en el lago como ayer por la noche.
Que chistoso.
El trayecto es de todo menos silencioso entre nosotras. Al parecer, Skyler se enteró de que unos curiosos hermanos Mexicanos serían invitados a la hoguera de esta noche.
—Puedes seducirlos hablando en español con ellos —La pelirroja alza ambas cejas con sugestión en mi dirección, en lo que yo volteo los ojos acomodando mi media coleta hacia atrás,
—¿Por qué parece que siempre intentas prostituirme? Si quieres les cobro un beso a cada uno y nos repartimos la comisión —Satirizo, y escucho como Jane se ríe.
La castaña y Hanna se hallaban delante, la primera conduciendo, mientras que Skyler y yo ocupábamos la parte trasera.
—Que exagerada —Bufa ella— Solo intento que tengas algo de acción. Desde que lo dejaste con Jakob estás más gruñona.
—Es por la falta de orgasmos —Agrega Hanna.
—Habláis como si fuese una adicta al sexo —Me quejo en un tono agudo— No necesito acostarme con nadie hoy ni mañana.
Bueno, eso lo decía a medias, porque si fuese a acostarme con alguien definitivamente sabía con quién. Incluso mis amigas y Hanna habían notado mi mal humor y mi cambio de actitud desde que lo dejé con mi antigua pareja, pero no tendría que ser precisamente por lo referente a lo sexual ¿no?
Digo, podría ser por la falta de atención, de cariño, de rutina, de sentimiento...
A quien pretendo engañar. Necesito librar tensión con un buen polvo.
—Lo eres —Concluye Jane— Y vamos a fingir que eres la única.
—Hipócritas —Murmuro— Podrías ligarte tu a los hermanos Mexicanos.
—Aguilar, los hermanos Aguilar —Aclara, alzando su dedo para corregirme con diversión— Tienen diecinueve y veinte años, morenos, tatuados y llegaron a Alemania hace bastante.
—¿Averiguaste ya su código postal? —Ironiza Hanna, al Skyler reconocer que ya sabía más de ellos que ellos mismos.
La pelirroja aletea su mano en su dirección, restandole importancia a las palabras de su prima.
