39: Te lo prometí

3.8K 252 213
                                    













ABBY














—¿Por qué razón exactamente no vas?

—Tengo un piso, un trabajo, una academia, tengo a Rayco —Menciono una a una mis prioridades y las razones por las cuales no podré estar al lado del chico que amo frente a Hanna.

—Yo solo oigo excusas —La miro con incredulidad, pero rápidamente vuelve a hablar— Lo que quiero decir, es que nada de eso deberían de ser inconvenientes para poder cumplir tus sueños.

—Creo que no lo estás entendiendo.

—La que no lo entiende, eres tú. Sé que Inhoa te ha ofrecido campañas publicitarias super importantes con las cuales podrías mejorar tu situación económica —Me ahorro el preguntarle como sabe eso, pero puede ser que yo tampoco haya sido muy discreta al hablar con la coach en los ensayos— Puedes seguir pagando tu piso sin necesidad de estar en Alemania precisamente. Rayco puede acompañarte durante la gira, porque lo hemos comentado entre las chicas y te aseguro que a ellos les haría feliz un acompañante peludo.

Automáticamente miro a Rayco, el cual por supuesto lo traje a casa de Jane para que pueda disfrutar del cálido ambiente familiar. Justo Georg le mordía las patas y comenzaban una guerra que me hizo sonreír.

—Y apuesto a que tu jefa se pondrá feliz si encuentras un trabajo que te ofrezca más de lo que ganas allí.

Todas las soluciones que me estaba dando mi ex mejor amiga me parecían más que factibles, pero no tenía tiempo para poder conseguir tanto dinero. Eso era lo que me perjudicaba.

—No asistí a las campañas, no quería separarme de Tom —Digo, aunque tampoco me arrepiento, pues si tuviera que volver a hacerlo lo haría— Ahora ya no tengo tiempo, Hanna.

—¿Acaso las sesiones fotográficas tienen que ser aquí? ¿Las campañas? ¡Por supuesto que no! —Me da un golpe en el hombro que me hace reaccionar— ¡Carajo, Abigail! Tienes la oportunidad de tus sueños tanto para bailarina como para modelo y quieres estancarte aquí.

Sus palabras me calan fuerte y me dan el impulso de esperanza que necesitaba. Hanna tenía razón, podía perfectamente recurrir a las oportunidades que me brindó Inhoa, aún no era tarde.

Me levanté del taburete, me acerqué hasta ella e hice algo que jamás creí que haría desde que dejamos de ser amigas.

Parece ser que mi gesto la sorprende, pero me corresponde al abrazo genuino con mucho cariño, lo que me hace sentir menos rara.

—Gracias, Hanna —Digo con sinceridad, apretando de más mi agarre y sintiendo el suyo reconfortarme.

—Dámelas cuando nos veamos de nuevo en la gira cumpliendo nuestros sueños —Responde al separarnos.

De todas maneras, habían probabilidades de que saliera mal. Por eso, tenía que asegurarme de que Tom se fuera ya con la idea de que no sería conmigo para ahorrarle las falsas esperanzas. Porque, si al final todo salía mal, la desilusión acabaría con ambos.

Esa noche de navidad fue la más difícil y bonita que tuve, pues no volví a ver a ninguno de los chicos de nuevo. Tenía fe en que los volvería a ver en cuanto todo estuviese listo.

Durante los próximos días me los pasé planificando con Adelaida todo. Fue mi mayor apoyo aparte de Hanna durante estos días, pues quería que fuese una sorpresa hasta para Jane y las chicas. A excepción de Bill, Gustav y Georg, que tendrían que ser mis cómplices a la hora de presentarme de nuevo frente a su guitarrista.

What is Love | tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora