One shots del videojuego Call of Duty: Modern Warfare II (no incluyo el MWIII)
Lector AFAB (assigned female at birth) con pronombre 'ella' a menos que se mencione lo contrario, o lector sea referido como 'él' en el caso de TM (trans man). Creare con...
[warnings/contenido: +18, Fantasy AU, vampire! Reader, contenido sexual explícito, lenguaje vulgar, violencia explícita, switch! Reader, switch! Simon, sangre, mención explícita de heridas, mordeduras, handjob, dry-humping, PiV, sexo sin protección (no lo haga compa), size kink, degradation, dirty talk, cockwarming, creampie , fingering, masochist! Simon
N/A: hago uso del traductor porque no se como se dicen muchas palabras en español, así que probablemente haya errores ortográficos/gramática o algo este mal traducido y no haya mucho sentido Además que tuve que cambiar algunas palabras en forma de censura porque le temo al ban lol]
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—Simon, no— le dices en forma de advertencia.
—Por favor... ya han pasado 24 horas— se recarga contra la puerta de tu oficina.
—Si, solo 24 horas, no es suficiente para que tu cuerpo se haya recuperado por completo— dices sin mirarlo.
—Está bien... estoy bien— responde, sabes que no se dará por vencido así de fácil.
—No quiero lastimarte, ademas que ya fue suficiente, no quiero llegar a un punto en donde te lastime gravemente— suspiras, trabajando en tus documentos.
—Cariño...— su voz sonando unos tonos mas graves.
—Por favor retírese Teniente Riley— sus manos envueltas con esos guantes negros y dibujos de huesos entrando a tu campo de visión, ya que se recarga sobre tu escritorio.
—¿Ahora soy solo el Teniente Riley?— pregunta burlándose del poco control que tienes.
—Simon... solo ha pasado un día, cuando normalmente esperamos una semana, si hoy sucede, eso significa que tendrías que esperar mínimo unas tres semanas— dejas los papeles en tu escritorio.
—¿Es una amenaza?— te pregunta casi riendo, acercándose más a ti.
—¿Qué? No, solo estoy diciéndote que sucederá— tragas saliva, lamiendo tu labios.
—Está bien, tres semanas— responde sabiendo que puede volver a convencerte.
—La puerta...— suspiras, sabiendo que ha ganado, como siempre.
—Ya me encargué de eso— sientes su mirada sobre ti, aunque tenga la máscara puesta, sabes que está sonriendo.
Te toma de la mano, haciendo que te levantes de tu asiento. Te abraza y estás segura que puedes escuchar como su sangre corre por sus venas.
