COD: MW2 (one shots) x fem! reader

"LOVE?" Ghost & Soap

[contenido/TW: +18, angst to fluff, lenguaje vulgar, celos, mención de relaciones poliamorosas, consumo de alcohol
Los dos anteriores capítulos son parte de este, no editado]

"Who do you love?Is it him or me?
'Cause I can't take the pressure anymore
Who do you love? Girl it's killin' me"

Las citas terminaron junto con el romance. No querías aceptarlo, pero, sabes que solo te usaban por tu cuerpo, ¿siempre fue así?

Suspiras frustrada al ver a ambos hombres discutir frente a ti. Emociones de tristeza y enojo nublando tu mente, solo una palabra puede describir como te sientes: traición.

—¿Crees que dos hombres cogiéndote al mismo tiempo llegaría a algo más?— Aún recuerdas las palabras de Ghost y el silencio de Soap.

Te quedas en total silencio cuando los hombres dejan tu departamento, aún discutiendo. Miras a la nada, no sintiendo nada al momento pero aún así; lágrimas salen, empapando tus mejillas.

[...]

Un par de semanas se vuelven meses, todo desde el último contacto que tuviste con Simón Riley y John MacTavish, conjuntamente o de forma individual. Y las preguntas sin respuesta no se hacen esperar, inseguridades plagando tu mente, el aislamiento haciéndose presente. Y mientras el día pasa, decides encender tu teléfono, ignorando los mensajes de texto de familia, amigos, desconocidos. Queriendo matar el tiempo, los videos de tu feed son suficiente distracción, incluso tu ánimo sube, sintiéndote un poquitito... no tan mal.

Tus ojos empiezan a cerrarse, tu cuerpo luchando por no quedarse dormido, cuando al escuchar el ringtone que anuncia una llamada entrante, brincas del susto, tirando el teléfono al suelo por accidente. Tu corazón late a mil por hora, esa sensación de nerviosismo que va a tu estómago que viaja a tu garganta, dejándote la boca seca.

¿Quién será? No reconoces el número...¿MacTavish? ¿Riley? ¿Y si contestas? No, no puedes hacer eso. ¿Y si algo les pasó? ¿Qué tal si...? Antes de que puedas hacerte más preguntas, el móvil deja de sonar, llenándote aún más de ansiedad.

Cuando tomas el teléfono, casi te da un mini-infarto, otra llamada entrante. Sin pensarlo, casi por inercia respondes la llamada; estás casi segura que dejaste de respirar cuando escuchaste la voz en el otro lado de la línea, cubriendo tu boca con tu mano para evitar que el hombre escuche el jadeo de sorpresa que soltaste.

Minutos después de haber terminado la llamada, sientes que tu corazón va a explotar. Tu temperatura corporal ha subido, apuestas que tu rostro está completamente rojo, y por primera vez, una genuina sonrisa adorna tu bello rostro.

[...]

Te apresuras a terminar tu maquillaje, pero al momento de llegar al delineado te das cuenta del nivel de nervios que tienes, tus manos tiemblan, llenándote de un poco de frustración. No quieres llegar tarde y quieres verte lo mejor posible, incluso al momento de cambiarte, usas un vestido y zapatillas que en un día normal, nunca usarías. Tu emoción es tanta que incluso te sientes bien contigo misma, amando tu reflejo en el.

Al llegar al club, le preguntas a tu amiga si luces bien, cuando caminan hasta su mesa hasta donde están tus demás amigos, en el camino sientes la mirada de algunos hombres.

Tu noche transcurre bien, demasiado bien. En un momento, vas con tu amiga al baño, no prestándole atención a tu alrededor. Hasta que tu amiga te hala del brazo, metiéndote al baño de damas apresuradamente.

—¿Qué? ¿Qué pasó?— preguntas confundida por la situación.

—¿No te diste cuenta? ¡Estaban ahí! ¡Te estaban viendo!— responde con urgencia.

—Uh... ¿de qué estamos hablando?— le dices nuevamente, solo para confirmar tus sospechas.

—¡MacTa...!— la interrumpes, colocando tu mano sobre su boca.

—¿Estás segura que eran ellos?— preguntas en voz baja, casi susurrando.

—Si, ¿qué hacemos? Él todavía no llega, ¿o si?— dice antes de meterse a un cubículo.

—No... aún no, ¿que hago? ¿Cómo si no existieran? O... uh...— preguntas, sintiendo el pánico apoderándose de ti.

Unos minutos después tu amiga sale, preguntándote si pasarás a lo que dices que no. Te quedas pensando en que hacer, el baño siendo el único lugar seguro por el momento. Mientras observas cómo tu amiga se lava las manos, recibes una llamada, sintiendo alivio al ver que quien te llama, es tu cita de hoy.

—Yo te sigo, solo para que no se te acerquen— tu amiga sonríe, incluso eres capaz de sentir su propia emoción —¡Ve por tu príncipe azul!— ambas se ríen de su tonta broma.

Ambas salen del baño, al momento de pasar por la mesa en la que tu amiga te dijo Simon y John estaban, no puedes evitar verlos de reojo, apresurando tu paso cuando te das cuenta que ellos ya te estaban mirando. Suspiras, el camino de vuelta hasta tu mesa haciéndose eterno. El alcohol en tu sistema y el volver a ver al hombre de tu cita, te llena de una confianza muy grande.

Cuando vez al hombre, le sonríes, volteas a ver a tu amiga quien solo te hace un gesto y regresa a la mesa con los demás. Te apresuras hasta llegar frente a él, te colocas de puntillas para darle en un beso en su mejilla. Ambos caminan hasta la barra, donde ordenan un par de tragos.

[...]

Tu y el hombre continúan charlando, ocasionalmente riéndose de sus bromas. Mientras la noche sigue avanzando, comienzan los pequeños toques, sonrisas coquetas e incluso comentarios más atrevidos.

Por un momento, te debates en si aceptar sus avances y besarlo. Es hasta que detrás del hombre, reconoces la silueta de alguien, MacTavish. Intentas ignorar su presencia, intentado concentrarte, pero sus miradas ocasionales te distraen. Así que te decides, te inclinas para besar a tu cita, incluso haciendo que el hombre se sorprenda, pero besándote de vuelta sin pensarlo más.

Sonríes en medio del beso cuando escuchas a Soap maldecir, acercándote aún más al hombre con el que te besas, dejando que sus manos recorran tu cuerpo de una forma en la que no es decente, pero siempre puedes culpar al alcohol.

Al separarte y regresar a tu asiento, le sonríes al hombre. Unos segundos después, puedes ver a Simon y John caminando hacia la salida del club, intentas no sonreír con satisfacción, así que continuas charlando tu cita.

"If you can't say that I'm the one for sure
Then I'm walkin' out the door"

—Meine Engel...— el hombre toma tu mano, se inclina hacia ti y besa tus nudillos, haciendo que sueltes una risita.

Después de pagar la cuenta y decirle a tu amiga que te irías con tu cita, solamente dejas que el austriaco te lleve de la mano a seguir disfrutando de la noche.