COD: MW2 (one shots) x fem! reader

"Mr. & Mrs." Pt.3

[contenido/TW: AU, Mob Boss! Simon, Bimbo! Reader, matrimonio arreglado, misoginia, machismo, reader tiene baja autoestima, lenguaje explícito, violencia en general, cliché; n/a: nunca me he casado así que no se cuáles son los pasos de una boda lol]

—¡Ouch! Eso duele— te agarras la cabeza, pero tu madre te da un manotazo para que dejes de hacerlo.

—Vas a arruinar el trabajo de la señorita— tu madre dice, viendo tu peinado.

—Perdón...— intentas no llorar por el dolor que la mujer que te está peinando te causa.

Después de unos minutos todo está terminado, vas al espejo y miras tu reflejo, un vestido de blanco de diseñador, un peinado y maquillaje que te hace lucir aún más hermosa, unos tacones a la medida que nunca pensaste que usarías. Eres toda una novia ahora, solo tienes que bajar, decir que si y te convertirás en la señora Riley. Fácil, ¿no?

[...]

—Nunca me contaste tus votos— tu madre te dice y te quedas confundida.

—Uh...— no sabes que decir, es algo que sabias pero lo habías olvidado por completo.

—Esas palabras que dices en la iglesia...— se queda pensando —No te acordabas ¿verdad?— suspira estresada, lo que hace que tu mal genio se agigante.

—Ugh... Ya casi llegamos a la iglesia, eh, algo se me ocurrirá, ¿ok?— le respondes para calmar los nervios, ya es tarde pero puedes pensar en algo rápido y convincente. Eso esperas.

-

Cuando llegas a la iglesia, hay gente afuera, esperando por ti.

—Señorita, el novio la está esperando— una de las empleadas de tu familia te ayuda a bajar de la camioneta y otra mujer le ayuda con tu vestido.

Tus manos sudan, intentas regular tu respiración y pararte erguido, pero tus pies duelen, tienes náuseas e incluso sientes que te vas a desmayar.

—Te ves hermosa— tu padre extiende su brazo, él será quien 'te entregue' al novio.

Pero esta vez no le crees, tú mente te dice que solo está feliz porque al fin se deshará de ti y obtendrá poder e inmunidad. El sueño de muchos.

La ceremonia inicia, así que después de recibir las instrucciones para entrar a la iglesia y que hacer ya al lado del novio, ves a Simon en el altar, a un lado del sacerdote y sientes algo en tu estómago, no sabes si es la ansiedad, las llamadas 'mariposas' o repulsión. Mientras caminas, ves a personas en su mayoría, desconocidas para ti, puedes identificar a los amigos de la familia o socios pero nadie más.

Tu madre te dijo que mantuvieras la cara en alto, pero simplemente no puedes. Incluso el respirar es una tarea difícil en este momento.

Estás tan distraída, nerviosa e incómoda pero no puedes evitar mirar a Simon, vestido elegantemente con su traje de gala, su cabello de un rubio oscuro peinado de una forma que nunca le habías visto, la forma en la que te mira...
Que no escuchas nada a tu alrededor, solo quieres no joder nada o simplemente que te trague la tierra.

Pero eres interrumpida por Simon, cuando toma tu mano, acercándote a él. Sientes que vas a empezar a llorar o incluso a gritar, en un momento te sientes como si te estuvieras ahogando, sabiendo que nadie va a salvarte.

-

Después de un tiempo, Simon te ayuda a ponerte de pie, y tú ansiedad toma mas fuerza ¿en que mano se pone el jodido anillo? Necesitas de todas tus fuerzas para no comenzar a morderte las uñas.

—Todo bien, luv— Simon te dice, casi no se nota, pero realmente está sonriendo, sorprendiéndote por el nuevo apodo.

Después de colocarse los anillos, Simon agarra ambas de tus manos, es hora de darse el beso y tú solo estás ahí, parada, congelada, sin hacer nada. Viendo tu incomodidad, te da un beso en la comisura de tus labios, lo que lo hace aún peor, te sientes patética.

[...]

Después de una ceremonia y una fiesta demasiado incómoda, tu cuerpo duele horriblemente.

—Recuerda, Señora Riley, obedece a tu marido, no lo hagas enojar y cumple con todo— tu madre te sonríe como si fuera lo más normal decir esas palabras, lo que te hace sentir avergonzada.

Te subes al auto de Simon y solo quieres descansar, todo el evento te freno física y emocionalmente.

—Tu padre rento la Suite Presidencial, yo estaré trabajando en la oficina así que tendrás tiempo para ti sola— te dice sin mirarte, y como siempre, aunque el alivio gana, ese pedacito de tristeza sigue ahí.

[...]

Llevan 3 meses de casados y aunque no es un infierno, no eres feliz.

Si, sabes que todo es parte de un contrato pero apenas y puedes ver a Simon, quien al final, es tu esposo. La 'mansión' en donde viven, es demasiado grande y lo único que te impide estar o sentirte sola por completo, son los empleados.

No hay nada que hacer, no tienes amigos a quien recurrir y tampoco eres tan idiota como para llamar a tu madre por consejos.

Tu resentimiento se hace aún más grande, nunca pensaste que odiarías a alguien, ni mucho menos a personas que supuestamente te aman. O que incluso terminarías odiándote aún más.

-

Después de sentirte inútil, triste, como un fantasma y no poder hacer nada al respecto. Se te hizo costumbre escuchar (a escondidas) algunas llamadas de Simon,  pero la última conversación que tuvo, fue la gota que derramó el vaso.

Dejas tu habitación, dejando que el teléfono caiga al suelo. Corres por los pasillos, ignorando los comentarios y protestas de algunos empleados.

—¡Eres un idiota! ¡Igual que los demás!— abres la puerta del despacho de Simon, no quieres llorar enfrente de él pero estás tan enojada.

Ni siquiera dejas que diga ni una sola palabra, nunca habías peleado, nunca te habías defendido, nunca habías compartido tus sentimientos ni mucho menos tus planes. Pero ahora es tiempo, tiempo de usar por fin, ese boleto hacia la libertad.