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𖤣𖥧 𝐄𝐍 𝐑𝐎𝐌𝐀 𖤣𖥧🍁 || EMMA DE SIMONE
Nací y crecí en Florencia, pero no moriré en ella porque me encontraba guardando todas mis pertenencias para mudarme a Roma.
Hace unos meses tenía una vida llena de lujos, ya que mi madre pertenecía a una de las mejores compañías de toda Italia, pero cayó en una crisis económica y nosotras caímos con ellos, al igual que muchas familias.
Desde ese momento solo éramos ella, yo y luchando en no caer en la locura.
Tan solo tenía dieciocho años, no podía conseguir un trabajo fácilmente, sin embrago, mi madre no era cabeza hueca por lo que tenía una cuenta de ahorros guardada en caso de emergencias, y era suficiente para pagar mis estudios, servicios y necesidades mientras obtenía su ingreso en una panadería.
Con eso sobrevivimos tres meses hasta que mi madre se enamoró de Alessandro Govender, un gran empresario en Roma, una ciudad que quedaba a tres horas de Florencia.
Según ella eso fue amor a primera vista. Él solo tenía un viaje de negocios, fue a esa panadería y ambos cayeron perdidamente enamorados en el otro. Me costó creer en él, no lo conocía en lo absoluto, mi miedo era que fuera un patán más que llegara a la vida de mi madre. Pero con el tiempo, se ganó mi confianza hasta el día de hoy.
De un momento a otro mi madre dio la sorpresa de mudarnos a Roma y empezar una vida nueva junto a él y sus hijos, como familia. Ya no seríamos mi madre y yo, sino un ser masculino y con dos hijos, porque sí lastimosamente tenía hijos.
─ ¿Me recuerdas por qué debemos mudarnos a Roma, por favor? ─ Pregunté bajando mi pesada maleta por las escaleras.
Mi madre rio acercándose a mí, mientras el chofer del carro que nos llevaría a Roma embarcaba todas las maletas al carro.
─ Emma, ─ Ella me tomó de los hombros mirándome de una manera cálida. ─ cariño.
Empezaremos de cero, será una vida nueva.
Tendremos una familia completa, un padre y hermanos. ─ Ella me abrazó fuertemente.No quería romperle el corazón, pero él jamás sería mi padre y ellos mis hermanos.
Llegamos al carro que nos dejaría justo al frente de mi nueva casa.
En todas las tres horas de viaje dormí, escuché música y ver lo emocionada que se encontraba mi madre por tener la familia que siempre quiso. Me contó cómo sería su boda, hasta el más mínimo detalle de la navidad.
Al llegar a Roma noté cómo la estructura iba cambiando. Las calles dejaban de ser angostas y las paredes dejaban de verse viejas. Los patios eran grandes con plantas bonitas, coches lujosos y restaurantes elegantes.
Me quité los audífonos guardándolos en mi bolso estando al frente de la impecable casa del novio de mi madre. Justo cuando iba abrir la puerta del coche un hombre de traje negro abrió por mí con una sonrisa. ¿Ahora todo se basaría en qué hicieran cosas por mí a cambio de aceptarlo por completo como mi padre?
─ Emma, recuerda ser amigable. Nada de mirar por encima del hombro. ─ Mi madre se acercó a mí susurrándome al oído. Yo doblé los ojos por su actitud exagerada. Ni que fuera a ver al presiente de Italia.
Ella me jaló para entrar a la casa ya que me había quedado anonadada viendo el exterior, que tenía unas grandes rejas de color blanco y justo se podía ver la casa de dos pisos.
La puerta de la casa se abrió dejándonos ver a un hombre alto, de bigote y ojos azules. Él le sonrío a mi madre abriendo sus brazos para recibirla y darle un beso.

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Kisses
Novela JuvenilEmpezar de cero para algunos es una gran oportunidad de comenzar a vivir la vida, pero para mí había sido un infierno. Todo fue tan extraño, peligroso, divertido pero un pecado. Un pecado que cometía mientras cambiaba mi vida junto a mi hermanastro.