El Mafioso Y El Stripper [Adapt./PinSon]

🔸Cap. 18

Perth despertó, estaba vestido incluso traía los zapatos puestos, sacó su celular de la bolsa de su pantalón y lo encendió, eran las cinco de la tarde se pasó todo el día durmiendo.

Sintió algo más en su pantalón, volvió a revisar y tenía otro teléfono, era de Saint, Chris se lo dio la noche anterior cuando la batería se acabó, buscó su cargador y lo conectó, al encenderlo obviamente estaba bloqueado ¿Quién tendría su teléfono sin contraseña? Sonrió por su propia ocurrencia, si bien podía mandar a que lo desbloquearan ya no quería meterse más en la vida de ese chico y su hijo.

Lo decidió, no haría más un trato con él, ¿Por qué?, porque ese chico y su hijo le hicieron sentir "cosas raras."

Dejó el teléfono cargando, se quitó la ropa y se metió a bañarse.

Un buen rato después salió ya cambiado de su cuarto, miró el cuarto de Ohm y no estaba, preguntó por él y le informaron que estaba practicando tiros en el campo perteneciente a su terreno. Se dirigió en una cuatrimoto al campo pues era un poco alejado de su casa, caminando le llevaría más tiempo, su terreno era exageradamente grande.

Llegó al lugar y ahí estaba él disparando a los pájaros, solo había 3 hombres con él. Perth se bajó del vehículo y se acercó a Ohm.

– Buen tiro –dijo al observar como el pájaro que antes volaba caía.

– Gracias –extendió el arma para que Tanapon hiciera un tiro, él la tomo.

– ¿Qué pasó con tu novio?

Ohm ya esperaba esa pregunta, por esa misma razón se había salido de la casa, pero Perth vino a buscarlo.

– Discutimos, ya lo dije antes.

El pelinegro falló el tiro, pero aún escuchando la conversación volvió a cargar el arma.

– ¿Tan grave fue para acostarte con otro? –se concentró viendo por la mira los movimientos que el pájaro haría.

– Le pedí que se casara conmigo.

– Bien.

– Dijo que no está listo, que no sabe si está lo suficientemente enamorado de mí como para casarnos –habló serio tratando de no parecer triste.

– ¿Y por eso te follaste a otro? –Perth por fin disparó y Ohm se sintió culpable– Creí que.. estabas enamorado o eso dijiste que sentías –le dio el arma a uno de sus hombres.

– Aún lo estoy, pero estaba demasiado furioso, también le pedí que dejara su trabajo ahí y no quiso –comenzó a caminar en dirección a la casa seguido del pelinegro.

– ¿Y arreglaste algo engañándolo?

Ohm caminaba con la mirada gacha se sentía regañado, Perth tenía razón.

– No, pero me hizo bien.

– ¿Quién era?

– Solo un chico que vende su cuerpo –respondió, Perth tomaba el rol de padre con él.

– Quiero que estabilices tu vida, quiero que salgas de la mafia, que seas feliz.. no arruines más tu vida a mi lado ya me cuidaste mucho, ahora estoy bien, arregla las cosas con el chico que amas –dijo dejando desconcertado a Ohm.

–No voy a dejarte, hermanos hasta la muerte –fue lo único que respondió.

•|•|•

Perth estaba en la cocina tomando jugo natural, ahí estaban las señoritas de la servidumbre.

– Guapas –llamó la atención.