🔸Cap.22

203 37 10
                                    


Saint se arregló para esperar a Perth, se había maquillado y peinado un poco, era de madrugada, pero ¡Vamos! Perth iba a verlo.

Después de estar esperando un rato Saint escuchó su puerta ser tocada; no estaba seguro de qué le pasaba a Tanapon, pero él lo ayudó en muchas cosas los últimos meses, no podía ser tan mal agradecido.

Caminó hacia la puerta y abrió, se preocupó mucho al ver en ese estado al pelinegro, estaba golpeado, llorando y borracho.

– ¡Oh por Dios! ¿Qué te paso? –preguntó el chico, pero de pronto solo sintió los brazos de Perth rodear su cuerpo y su rostro en su cuello. Aún desconcertado y con desconfianza poco a poco correspondió aquel abrazo– ¿Quién te golpeó? –escuchó los sollozos del pelinegro, retrocedió un poco entrando a la casa y cerró la puerta sin dejar de abrazarlo.

Perth solo sentía ganas de llorar porque ese chico le daba tanta paz. Saint guió a Perth al sofá que estaba frente a las dos camas que había en el reducido hogar, lo sentó ahí y tomó su rostro entre manos, mirando con preocupación los moretes en su rostro, su labio sangrando al igual que un arañón en su frente.

– ¿Qué pasó?

– Me asaltaron –dijo tirándose una carcajada. Chris que estaba dormido en su cama se movió, pero volvió a caer dormido.

– Perth calla, mi hijo está dormido –regañó el chico.

– N-nu.. es nuestro hijo –soltó Perth como si nada– Nuestro.. nuestro –volvió a repetir mientras sonreía como estúpido en medio del llanto.

– ¿Llamaste a la policía?

– No, la policía no.. –negaba con sus manos.

– Necesitas un doctor.

– No.. –quedó ido por un momento, después se giró y volvió a darle un abrazo a Saint– Debo irme.. tengo que entregar la droga.. –habló sacando las llaves de su coche del bolsillo de su pantalón, se levantó del sofá, miró a la cama donde dormía el niño y comenzó a saludar con su mano– ¡Te adoro niño! –soltó una sonrisa más discreta– Sí, te adoro.. –caminó hasta la puerta a duras penas.

Saint se puso frente a la puerta.

– No voy a permitir que vayas a matarte por ahí, estás muy borracho –dijo y ayudó a Perth a caminar hasta su cama que estaba cerca a la de Chris, ahí lo dejó caer, Tanapon estaba totalmente dominado por el alcohol y apenas abría sus ojos.

Saint había llevado agua oxigenada y algodón para limpiar las heridas del pelinegro, quien se había quedado quieto con sus manos extendidas. Suspiró, jamás pensó que vería a "El Sr. Tanapon" tan vulnerable, quitó con cuidado los zapatos y calcetines del hombre en su cama, para después subirse a la cama con las cosas que antes había llevado y sentarse a un lado, peinó hacía atrás todos los cabellos de Perth dejando al descubierto su lastimada cara.

– Estúpida delincuencia –susurró para sí mismo– ¿Dónde habrán estado tus escoltas?

Mojó un pedazo de algodón en agua oxigenada y pasó por la frente de Perth limpiando la sangre y desinfectando a la vez; el hombre ebrio arrugó su cara seguro le dolía.

Luego mojó otro pedacito y se acercó más al rostro del pelinegro dispuesto a limpiar su labio, pero este abrió levemente sus ojos y sonrió, tomó de la nuca a Saint y lo besó torpemente; Saint se separó rápidamente y continúo limpiando sus heridas.

– Te amo.. jajaja.. m-me.. me enamoré de ti.. –balbuceaba abriendo y cerrando sus ojos luchando con el sueño– Pero tú no de mí.. –Saint comenzó a guardar las cosas– Por favor ámame, yo no tengo nada.. estoy solo como un perro.

El Mafioso Y El Stripper [Adapt./PinSon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora