CAPÍTULO 9

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―¿Cuáles son las garantías mínimas?

Pieck Finger, a su lado, se recostó en la silla mientras acomodaba sus lentes en su rostro, moviendo un lápiz en su mano sobre la carpeta. Frente a ellos, el Presidente del Gobierno chino, Ang Lee, arrugaba el ceño con molestia.

―¿Se tomó al menos la molestia de leer nuestro Petitorio? ―preguntó Pieck, con burla en su voz.

El Presidente apretó sus labios, mirando al resto de su Gabinete reunido en la mesa, tensos e incómodos en el lugar.

―Las garantías mínimas ―repitió, dirigiendo sus ojos a Farlan.

Farlan ladeó la cabeza.

―Señor Presidente ―dijo Levi con voz suave―, la líder es Pieck Finger, no Farlan Church, así que es a ella a quién debe dirigirse.

Ang Lee soltó un ruido de desprecio.

―No hablaré con omegas rebeldes y provocadores, así que no te dirijas a mí, maldita puta ―espetó el Presidente.

La ofensa no lo inmutó: no era lo peor que le habían dicho los alfas en su vida.

Perra. Zorra. Chupapollas. Puta. Siempre necesitado de una polla en su sucio agujero. Animal que sólo sirve para follar. Agujero útil sólo para satisfacer a un alfa.

Farlan soltó un gruñido de advertencia.

―Si lo vuelve a ofender, daremos esto por terminado ―espetó Farlan, furioso.

Antes de que Ang pudiera decir algo, Pieck se le adelantó:

―Inmunidad para todos los alfas, betas y omegas que pertenecen al movimiento ―dijo con tono duro―. Libertad inmediata para los presos políticos, y betas y omegas condenados por defensa contra el ataque de un alfa, comenzando por Marco Bott, esposo de Farlan.

―Concedido y concedido ―cedió Ang, furioso.

―No he terminado ―gruñó Pieck―. Al menos la mitad de su Ministerio tendrá que ser reemplazado por betas y omegas. La Cámara de Diputados y Senadores tendrá que poseer al menos la mitad de escaños para betas y omegas al igual que la presencia de betas y omegas en juicios.

―¡¿Qué?! ―el presidente enrojeció por la rabia―. ¡Están locos!

―Betas y omegas tendrán la misma libertad para poder acceder a los trabajos que deseen y estudiar las carreras que quieran, sin distinción de su raza ―la voz de Pieck se iba tornando más y más exigente―. Voto para los omegas. Eliminación de escuelas sólo para omegas, betas y alfas. Eliminar del currículum escolar la clase de Principios Básicos para el Omega.

―¡Es inaceptable! ―gritó Ang.

―Y, por último, un proyecto de ley que apoye al omega marcado a la fuerza, violado y maltratado por un alfa, otorgándole los derechos y recursos para alejarse de su agresor y violador si así lo desea, además de protección en caso de emergencia ―Pieck sonrió―. Esas son nuestras mínimas peticiones, Presidente Ang.

Levi admiraba como Pieck podía mantenerse tranquila, impasible e incluso indiferente cuando la sala estaba llena de alfas enfurecidos por sus palabras.

Farlan percibió su nerviosismo, porque le tomó la mano por debajo de la mesa, a pesar de que su relación estuviera rota y destrozada.

―Podría ordenar asesinarlos con sólo una palabra ―espetó el Presidente, enfurecido―. Podría simplemente imponerme ante ustedes dos, malditas zorras engreídas, y hacer que se arrodillen ante mí pidiendo perdón, y luego hacer que todos aquí se las follen por su insolencia.

Yuanfen - EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora