CAPÍTULO 11

771 87 33
                                    

Levi se encogió cuando calor y dolor recorrió su cuerpo, con su omega enloquecido al escuchar la voz grave de Eren dirigiéndose a él. Pudo sentir, de forma inmediata, como el celo pareció apoderarse de su cuerpo con una enorme intensidad que no tuvo en los últimos catorce años.

Eren gruñó en el instante en que el olor dulce, envolvente y seductor de Levi llegó a sus fosas nasales, viendo el rostro colorado del omega. Sus pupilas se dilataron en anticipación, su alfa volviéndose loco para poder tener a Levi entre sus brazos y nunca alejarlo.

Levi gimió, confundido y necesitado. Ethan se alejó con una expresión de sorpresa, en tanto Falco se ponía de pie, despertando a Erick.

―A-Alfa... ―jadeó Levi.

Eren volvió a gruñir por el placer que la simple palabra provocó en su ser.

Dio un paso, pero antes de poder seguir avanzando, Ethan se adelantó y lo empujó, haciéndolo retroceder.

―No ―advirtió Ethan―, ¡sal de aquí!

Levi sollozó, descontrolado, su omega gimiendo para poder tener contacto, y Eren miró al menor en señal de advertencia, de que se alejara o no se haría responsable de sus acciones.

Pero Ethan sólo arrugó el ceño.

―¿Qué está ocurrien–? ¡Oh, mierda!

Eren le gruñó al alfa que apareció detrás de él, comprendiendo la escena con rapidez, y dio un paso para acercarse a Levi. Sin embargo, no dio ni dos pasos cuando Eren tiró de él con un nuevo gruñido amenazador.

―No ―espetó―, ¡fuera, todos!

Farlan miró a Eren, parpadeando, y lo observó unos segundos antes de dirigir su vista otra vez a Levi. Segundos después, sus ojos se desviaron a los tres chicos allí metidos.

Volvió a mirar a Eren, endureciendo su expresión.

Levi gimoteó una vez más, inducido en un profundo celo doloroso que lo estaba enloqueciendo de a poco.

Eren dio otro paso, pero Ethan lo empujó.

―¡Dije que no! ―le gritó, enojado―. ¡No lo harás, no así!

―¡Me necesita! ―gruñó Eren con tono desesperado―. Lo necesito.

Farlan lo agarró del hombro, tirando de él hacia atrás.

―No, no lo necesitas, y él tampoco lo hace ―dijo con tono serio―. Fuera. Me haré cargo de Levi.

Eren miró al alfa con una expresión en blanco, sus ojos refulgiendo con ira.

―¿A-alfa...? ―lloriqueó Levi, levantando la vista, con sus piernas temblando mientras luchaba por ponerse de pie―. Po-por fa-favor...

―Levi, necesito que– ¡AH, MIERDA!

No fue Eren el que mordió a Farlan.

Apenas la mano del alfa se estiró para acariciarle el cabello y calmarlo, Levi soltó un gruñido agresivo y lo mordió con fuerza, mirándolo amenazante y salvaje.

―No ―jadeó Levi, aferrándose al asiento y encogiéndose―. S-sólo quiero a mi A-alfa...

Eren quiso volver a acercarse, sin embargo, Ethan seguía entremedio.

―Ethan, es la última vez que te lo digo: fuera de aquí ―gruño Eren con tono duro.

―¿Qué harás? ―soltó Ethan, furioso―. ¿Lo vas a desnudar y follarás? ¿Luego de catorce años lejos? ¿Sin hablar, sin verse, sin haber solucionarlo nada? ¡No puedes jodidamente hacer eso!

Yuanfen - EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora