LA BODA

433 52 33
                                    

A Levi le gustaba mucho cuando Eren jadeaba sobre él, con sus manos agarrándolo de la cintura, y el placer terminaba de recorrer su cuerpo.

-Dios, cariño -murmuró Eren, jadeando-, por dios, ¿estás ya satisfecho?

-No -se rió el omega, soltando un gemido bajo por el esperma llenándolo. No es como si se preocupara de quedar embarazado otra vez, pues ambos se habían operado, después del nacimiento de Derek, para no tener más hijos-, más, más...

Eren gimió, cansado y agotado. Era increíble, pero a pesar de sus celos, Levi seguía actuando como un cachorrito necesitado de atención y mimos. Aun con treinta y siete años, sus celos seguían fuertes y salvajes. Eren ya no tenía las fuerzas para manejarlo.

Para su propia fortuna, el omega pareció quedar satisfecho por el momento. Mientras se acomodaba para dormir a su lado, prendió la televisión y puso una película con la que entretenerse hasta caer dormido.

-... boda... -escuchó que murmuró Levi, y Eren le dirigió una mirada antes de voltearse a la película, una historia de humor romántico en donde los protagonistas se estaban casando-, boda...

-¿Pasa algo, bebé? -le preguntó, bajando el volumen de la televisión.

Levi lo miró con sus ojos brillando. Parecía un poco risueño, probablemente por el orgasmo, y a Eren se le hacía muy bonito con esa expresión.

-Boda, boda -repitió, cantarín-, una boda para mí...

-¿Amor? -Eren parpadeó, desconcertado-. Mi bebé, ¿quieres una boda?

-¡Sí! -Levi se rió, antes de bostezar-. Boda para los dos...

Eren no preguntó más, pues Levi lo abrazó y cerró sus ojos para dormir, usándolo como su peluche personal, como hacía siempre en las noches. A Levi le gustaba mucho eso, abrazarlo con fuerza y acurrucarse a su lado, y Eren jamás ponía reparos para eso.

Volvió su vista a la televisión, pensativo, mientras comenzaba a acariciar el cabello del omega y oía sus ruiditos de gusto.

La verdad sea dicha... Cuando ellos retomaron su vida juntos, en mitad del embarazo de los trillizos, Eren le preguntó a Levi si quería casarse con él en una ceremonia sobria en el Registro Civil. El omega lo pensó un momento antes de negarse, diciendo que no era necesario un matrimonio entre ellos, pues consideraba que todo lo que vivieron juntos era más significativo que una boda. Eren jamás volvió a preguntar y Levi no sacó ese tema a colación otra vez.

Sin embargo, no pudo evitarlo, y pensó también en ese dulce y alegre omega que conoció. Lo ilusionado que parecía por tener una boda, como se hizo cargo de los preparativos y la forma en que organizó todo. Por supuesto, esos planes se vieron arruinados por todo lo que ocurrió después, pero... ¿pero no era injusto que Levi nunca hubiera tenido su boda soñada?

Una boda íntima, con sus más cercanos, en el estanque de Monet. Cuando se lo propuso ese día de años atrás, Levi casi se puso a llorar de la felicidad. Tal vez...

Decidió pedirle ayuda a Ethan cuando el celo pasó y todo volvió a la normalidad. Su hijo mayor estaba en la universidad a esas alturas, ya no vivía con ellos, pero seguía pasándose de vez en cuando. Los trillizos acababan de cumplir, además, los cuatro años unos meses atrás, mientras que Derek tenía ya un año y medio.

El fin de semana, Ethan fue a comer con ellos. Falco y Erick no pudieron ir, pues el alfa se encontraba trabajando, mientras que el omega se hallaba preparando su trabajo de tesis.

Aprovechando que Levi se encontraba acostando a Derek, mientras los trillizos jugaban en el patio, Eren le preguntó a Ethan.

-¿Qué opinas de una boda?

Yuanfen - EreriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora