Capítulo 5

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Katniss y yo asimilamos la escena de Haymitch Abernathy intentando levantarse del charco de porquería que él mismo provocó. El olor a vómito y alcohol hace que yo mismo quiera vomitar. Katniss y yo nos miramos y en un acuerdo silencioso levantamos a Haymitch por los brazos y lo ayudamos a levantarse sin poder evitar que se mache la ropa.
-¿Tropecé?-pregunta al ver que lo levantamos-Huele mal.
Se limpia la nariz con lo que sólo logra ensuciarse aún mas. Quiero reír pero el hedor me lo prohíbe.
-Vamos a llevarte a tu cuarto para limpiarte- le digo sin saber si está escuchando.
Lo llevamos a su alcoba y lo metemos en la bañera donde encendemos la ducha y él parece quedarse inconsciente.
Volteo a ver a Katniss y veo que está pálida, me pregunto si tengo la misma expresión.
-No pasa nada-le digo-yo me encargo.

Asumo que ella no tiene ni las ganas ni la fuerza para limpiar a Haymitch, mucho menos de desnudarlo. A mí tampoco me apetece para nada ver a mi mentor desnudo pero alguien tiene que hacerlo. Puedo lidiar con esto y ahorrarle la incomodidad a ella.
-Bueno, puedo mandar a una de las personas del Capitolio a ayudarte
-No, no las quiero- aunque no me agradan demasiado las personas del Capitolio no se me haría justo que ya de por sí tienen que atendernos todo el día, aparte les mandara a lidiar con el desastre de Haymitch.
Asiente y sale de la habitación.

Le quito la camisa y en el proceso Haymitch sale de su aturdimiento.
-¿En serio quieres ayudarme?-pregunta sabiendo la repuesta
-Bueno, tampoco es que tú puedas hacerlo sólo.
-No importa chico, ya me las arreglo yo.
Salgo del cuarto de baño pero me quedo sentado en su cama, no vaya a ser que se vuelve a desmayar y se ahoga o se golpea con la bañera. Durante mi espera, se detiene el tren para repostar. Después de casi una hora, Haymitch sale ya limpio y vestido, gracias al cielo.
-¿Sigues aquí muchacho?-pregunta al verme.
-Solo quería asegurarme de que no tuvieras una de tus famosas caídas en la bañera.
-Si es que quieres ser mi favorito, esa clase de comentarios no te está sirviendo de nada.
-No quiero ser tu favorito, recuerda que ya he aceptado mi muerte ¿de que me serviría que me ayudaras? ¿aplazar lo inevitable?no gracias, prefiero morir en mi momento; en cambio, sí que podrías ayudarla a ella. Todo el distrito- al parecer incluyendo a mi madre, pienso -sabe que es capaz de sobrevivir. Si gana, tendrías a alguien que te apoyara en la tarea de mentor.
-Lo tendré en cuenta.
Estoy a punto de salir cuando lo oigo decir:
-Vi la forma en la que la mirabas, la ayudaré solo porque me caes bien.

Celebró mentalmente este pequeño avance en la protección de Katniss pero cuando llego a mi alcoba me pregunto si en realidad soy tan obvio. No creo que ella lo haya notado, ni siquiera creo que recuerde lo del pan; aunque bueno, mi padre también lo dedujó, y Delly, ella lo supo desde el primer día. Le doy vueltas y vueltas al asunto y aunque los pensamientos me sofocan, consigo caer dormido.

Tengo once años de nuevo, es el mes de enero. Cómo es una tarde lluviosa, estamos preparando lo que mi papá llamó chocolate caliente; de repente sólo escucho cómo mi madre empieza a gritarle a un niño de la Veta que hurga en nuestros basureros. Asomo la cabeza para ver de quien se trata y me sorprendo al verla, se ve tan frágil y débil, me gustaría ayudarla pero me siento totalmente impotente, ahora sé que intentar ayudar a los demás significa recibir una golpiza; pero ver esos ojos grises de los que llevo enamorado desde que tengo memoria examinándome, me rompe el alma y ya no me importa lo que pueda pasarme con tal de que ella reciba ayuda; mi madre me dice que entre y yo me dirijo al horno tomo dos barras de pan para "calentarlos" y cuando nadie está viendo lo suelto a las llamas, los saco antes de que se quemen demasiado pero lo suficiente como para que mi madre me obligue dárselos al cerdo y como supuse, así me ordena después de haberme dado una cachetada tan fuerte que siento cómo mi piel se va tornando roja.
-¡Dáselos al cerdo crío estúpido!ningún cliente decente me los comprará ahora.
Salgo y con alivio veo que ella sigue ahí, tirada bajo nuestro viejo manzano; volteo hacia el interior de la panadería y por suerte mi madre se metió para atender a un cliente.
Empiezo a quitarle las partes quemadas al pan y se las doy al cerdo, pero sólo esa parte ya que lo demás es para ella.Me le acerco lentamente, sintiendo los fríos brazos de la lluvia meterse bajo mi camiseta, estiro el brazo y justo cuando estoy a punto de dárselo...

Despierto.

Cuanto desearía que este sueño hubiera sido lo que en realidad pasó, en vez de haberme quedado bajo el techo y lanzarle el pan provocando que este se mojara y ensuciara de barro. Cuanto me hubiera gustado haber reunido el valor suficiente al siguiente día y haberle hablado, en vez de haber hecho como si no me importara cuando estaba con mis amigos; y que cuando nuestras miradas se cruzaron cómo yo quería, no me hubiera sonrojado y desviado la mirada. Cuanto me arrepiento de no haber cruzado el pasillo para ido a decirle todo lo que llevaba guardando por cinco años. Todo podría ser diferente hoy mismo si tuviera el coraje de hacer lo correcto.

Me harto de estar en la cama pensando en el hubiera y salgo al comedor. Me sorprendo al ver a Haymitch levantado y me siento a su lado.
-¿Cómo te va en tu plan de salvar a la chica y no a ti mismo?
-Depende de cuánto estás dispuesto a cooperar.
En ese momento llega Effie y no deja que él me responda.
-Bien, ya están despiertos, sólo tengo que despertar a Katniss.
Sale del compartimiento y llegan varios asistentes y me sirven una taza humeante de chocolate caliente justo a lado de una cesta de pan. Genial, ahora hasta la comida me recuerda aquella tarde. Siento que mi subconsciente intenta decirme que haga algo, pero no logro descifrarlo.

La Historia de el Chico del Pan [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora