Capítulo 10

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Despierto a la mitad de lo noche empapado de sudor gracias a las pesadillas; lo único que veía en sueños eran varias formas en las que Katniss moría: quemada por nuestros trajes del desfile, brutalmente asesinada por los tributos profesionales, atacada por mutos; la veía morir una y otra vez mientras que una barrera invisible me impedía ayudarla; es una suerte que no grite en sueños, sino habría despertado a todo el piso. Me levanto y me dirijo a la sala donde vimos la repetición del desfile, mientras voy caminando escucho pasos en la sala.

Cuando llego a esta también veo la luz prendida, es cuando veo a Haymitch.
-¿Tampoco puedes dormir?- pregunta, sorpresivamente sin el tono que siempre tiene al tomar alcohol -Espera a que salgas de los Juegos, todos los días por el resto de tu vida serán pesadillas, aún estando despierto.

Es la primera vez que escucho a un Vencedor hablar de los Juegos como lo que realmente son: el sometimiento del Capitolio. Agradezco este momento de apertura de Haymitch, pero nuestras pláticas están contadas y Katniss debe ser la prioridad en todas.

-Ya te lo dije, mi plan no es salir vivo de esa arena, por favor enfoquémonos en ayudar a Katniss.
-Sabía que no quieres que gane solo para que me ayude como mentora; conque te gusta la chica en llamas ¿eh?
-¿Chica en llamas?-pregunto evasivo.
-Es el apodo que le han puesto su estilista y todos los del Capitolio, pero no me cambies de tema; cuando me pediste por primera vez que la salvara a ella y no a ti, lo intuí pero no estaba seguro, hasta ahora.
-Está bien, lo admito. Y no simplemente me gusta, estoy loco por ella- digo lo último en un susurro más para mí que para Haymitch. -Pero esa no es la única razón por la que quiero que sobreviva. De vuelta en el 12 hay quiénes dependen de ella, tristemente yo soy indispensable. Además, tú mismo lo dijiste en la ceremonia, ella tiene el coraje que nadie más muestra. Siempre ha superado las reglas impuestas.
-Así que no eres un simple tonto enamorado. De acuerdo ¿qué quieres que haga?
-Lo necesario para que ella sobreviva, dale consejos, consíguele patrocinadores, lo que haga falta. Cualquier recurso que tengas dedícaselo, incluso si significa que yo quede con nada.
-Está bien, haré mi tarea de mentor, pero no puedo protegerla de lo que pase allá afuera; además, si es que voy a hacer mi trabajo bien, también tengo que ayudarte a ti.
-Haz lo que quieras conmigo, pero céntrate en Katniss.
-Claro. Creo que deberías descansar, mañana será un largo día.
-¿Tú no vienes?
-Cómo ya dije, si sales de ese lugar las pesadillas nunca te abandonan.
-Hasta mañana, Haymitch.
-Que duermas bien chico.

De regreso en mi habitación, sigo pensando en mi conversación con Haymitch. Al parecer cuando está sobrio, llega a ser muy buena persona; tal vez antes se esforzaba por ayudar a sus tributos pero después de verlos morir año tras año, perdió la esperanza y no quiso involucrarse emocionalmente para disminuir su sufrimiento. Si Katniss sobrevive a los Juegos podría terminar como Haymitch, o tal vez juntos puedan salvar a más tributos del 12. Vaya alternativas: vivir con el permanente trauma de los Juegos, o morir para el entretenimiento de un gobierno inhumano.

Nuevamente despierto, ahora con una leve luz filtrándose por la ventana. Me paro y me meto a bañar, cuando salgo veo que me han dejado la ropa para el entrenamiento: pantalones negros, una camisa de manga larga color burdeos y unos zapatos de cuero,me visto y salgo para ir a desayunar; Haymitch también está saliendo de su cuarto. Nos dirigimos al comedor y encontramos a Katniss que ya está desayunando. Me fijo en lo que lleva puesto y compruebo sorprendido que su atuendo es idéntico al mío, ella me ve igual de sorprendida pero no dice nada.
El desayuno como de costumbre transcurre en silencio. Después de comerse varios platos de estofado, Haymitch suspira satisfecho, saca una petaca del bolsillo, le da un buen trago y apoya los codos en la mesa.

-Bueno, vayamos al asunto: el entrenamiento. En primer lugar, si quieren,pueden entrenarse por separado. Decídanlo ahora.
-¿Por qué íbamos a querer hacerlo por separado?-pregunta Katniss
-Supón que tienes una habilidad secreta que no quieres que conozcan los demás.
-No tengo ninguna- digo, en respuesta a la pregunta silenciosa de Katniss -Y ya sé cuál es la tuya, ¿no? Me he comido más de una de tus ardillas.
-Puedes entrenarnos juntos-le dice a Haymitch, mientras yo asiento.

-De acuerdo, pues denme alguna idea de lo que saben hacer.
-Yo no sé hacer nada,- respondo -a no ser que cuente el saber hacer pan.
-Lo siento, pero no cuenta. Katniss,ya sé que eres buena con el cuchillo.

-La verdad es que no, pero sé cazar. Con arco y flechas.

-¿Y se te da bien?-pregunta Haymitch.
-No se me da mal-responde después de pensárselo.
-Es excelente- la corrijo -Mi padre le compra las ardillas y siempre comenta que la flecha nunca agujerea el cuerpo, siempre le da en un ojo. Igual con los conejos que le vende a la carnicera, y hasta es capaz de cazar ciervos.
-¿Qué haces?- me pregunta, algo ¿molesta?
-¿Y qué haces tú? Si quieres que Haymitch te ayude, tiene que saber de lo que eres capaz. No te subestimes.
-¿Y tú qué?-pregunta, a la defensiva -Te he visto en el mercado, puedes levantar sacos de harina de cuarenta y cinco kilos. Díselo. Sí que sabes hacer algo.
-Sí, y seguro que el estadio estará lleno de sacos de harina para que se los lance a la gente.- Respondo divertido -No es como que a uno se le dé bien manejar armas, ya lo sabes.
-Se le da bien la lucha libre-le dice a Haymitch-Quedó el segundo en la competición del colegio del año pasado, por detrás de su hermano.
-¿Y de qué sirve eso? ¿Cuántas veces has visto matar a alguien así?-pregunto,disgustado con la idea de matar a alguien a golpes.
-Siempre está el combate cuerpo a cuerpo. Sólo necesitas hacerte con un cuchillo y, al menos, tendrás una oportunidad. Si me atrapan, ¡estoy muerta!- Dice empezando a subir su tono de voz.
-¡Pero no lo harán!-digo con el mismo tono-Estarás viviendo en lo alto de un árbol, alimentándote de ardillas crudas y disparando flechas a la gente. -No tengo idea de por qué le enoja mi intento de ayudarla, pero es esencial que se dé cuenta que la suerte sí está de su lado.

-¿Sabes qué me dijo mi madre cuando vino a despedirse, como si quisiera darme ánimos? Me dijo que quizá el Distrito 12 tuviese por fin un ganador este año. Entonces me di cuenta de que no se refería a mí.-Ahí es cuando estallo.-¡Se refería a ti!
-Vamos, se refería a ti -dice, quitándole importancia con un gesto de la mano.
-Dijo: “Esa chica sí que es una superviviente”. Esa chica.-al momento en que lo suelto,me vienen a la mente todos los momentos en los que mi madre me ha menospreciado e insultado. Duele la poca confianza en mí de mi propia madre, pero tiene razón. Katniss ha demostrado ser más fuerte que cualquier adversidad, sobrevivirá. Tiene que hacerlo...
-Pero sólo porque alguien me ayudó.-Dice ella bajando la voz y haciendo que mi mirada se clave en el panecillo que tiene en la mano, entonces me doy cuenta que sí recuerda ese día. Me encojo de hombros sabiendo que insinúa que yo tuve gran importancia en su vida, y no es así. Todo el distrito, y parece que ahora el Capitolio, la reconoce, todos sabemos que es especial.

-La gente te ayudará en el estadio. Estarán deseando patrocinarte.
-Igual que a ti.-Me contesta insistente
-No lo entiende -digo, dirigiéndome a Haymitch y poniendo los ojos en blanco -No entiende el efecto que ejerce en los demás.

Con eso, Katniss acaricia los nudos de la madera de la mesa y se niega a mirarme.

Al cabo de un minuto, Haymitch interviene.

-Bueno, de acuerdo. Bien, bien, bien. Katniss, no podemos garantizar que encuentres arcos y flechas en el estadio, pero, durante tu sesión privada con los Vigilantes, enséñales lo que sabes hacer. Hasta entonces, mantente lejos de los arcos. ¿Se te dan bien las trampas?

-Sé unas cuantas básicas-masculla.
-Eso puede ser importante para la comida-dice Haymitch, luego voltea a verme- Y, Peeta, ella tiene razón: no subestimes el valor de la fuerza en el campo de batalla. A menudo la fuerza física le da la ventaja definitiva a un jugador. En el Centro de Entrenamiento tendrán pesas, pero no les muestres a los demás tributos lo que eres capaz de levantar.El plan será igual para los dos: vayan a los entrenamientos en grupo; pasen algún tiempo aprendiendo algo que no sepán; tiren lanzas, utilicen mazas o aprendan a hacer buenos nudos. Sin embargo, guárdense lo que mejor se les dé para las sesiones privadas. ¿Está claro?-ambos asentimos-Una última cosa. En público, quiero que estén juntos en todo momento.-Los dos empezamos a protestar y Haymitch golpea la mesa con la palma de la mano-¡En todo momento! ¡Fin de la discusión! ¡Acordaron hacer lo que yo dijera! Estarán juntos y serán amables el uno con el otro. Ahora, salgan de aquí. Reúnanse con Effie en el ascensor a las diez para el entrenamiento.

Katniss se para de mal humor y se dirige a su habitación, cerrándola con un portazo.

La Historia de el Chico del Pan [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora