Capítulo 4

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Recuerdo un invierno extremadamente frío en el distrito cuando tenía diez años, tuve que esperar cuatro días para bañarme porque se necesitaba un día entero para calentar el agua para una sola persona. Por lo menos podíamos calentarla... Un compañero de la Veta me contó que su familia no podía bañarse, si lo hacían con el agua helada era seguro que enfermarían y tal vez morirían. Me aterró pensar que alguien pudiera morir tan cruelmente a esa edad, quise ayudarlo y le pregunté a mi madre si podíamos compartirles agua caliente. Con eso sólo me gané una cachetada, terminando el invierno mi compañero seguía vivo, pero su hermanita recién nacida no tuvo la misma suerte.

En cambio, este baño tiene muchas más opciones que todo el distrito doce, quizá exceptuando a la casa del alcalde.  Al poder controlar la temperatura del agua comienzo a relajarme, pero la imagen de su hermana congelada me apresura, pienso en lo injusto que es desperdiciar esta agua y cierro la llave. Me visto y salgo de la habitación, queriendo dejar encerrados esos terribles recuerdos. Deambulo por los vagones intentando distraerme, aunque no logro calmarme por completo.

-¿Buscando una vía de escape?- escucho una voz, reconozco que es Haymitch sin verlo todavía -Créeme no te servirá de nada, varios tributos lo han intentado y nunca encuentran nada más que decepción.
-No estoy intentando escapar, sólo observo el tren que me lleva a mi muerte.
-Bueno, por lo menos tú no tienes esa falsa esperanza de volver sano y salvo.
-No es que no crea que pueda ganar, pero creo que no soportaría vivir con el recuerdo de haber matado a alguien.
-Sí claro- bufa -, en cuanto toques esa arena toda esa perspectiva de "soy un chico bueno no mataré a nadie" cambiará muy pronto; si yo estuviera en tu lugar tomaría una larga siesta antes de llegar a la pesadilla del Capitolio, ¿sabes qué? creo que tomaré esa siesta.

Sale de la habitación no sin antes haber rellenado su vaso con más alcohol.

Me quedo admirando el comedor en el que estoy, hasta que llega Effie.
-Oh, estás aquí, estaba buscándote, ¿por que no te sientas mientras voy por Katniss?
-Claro-respondo y me siento en una fina mesa para seis. Parece estar tallada en un solo bloque de madera, ¿caoba tal vez?

En poco tiempo Effie regresa acompañada por Katniss, noto que encima de la blusa verde que se ha cambiado, tiene un pin que parece ser de oro. Me pregunto de dónde Katniss habrá sacado algo tan valioso, y luego recuerdo habérselo visto puesto a Madge, la hija del alcalde. Ella y Katniss siempre terminaban juntas en las clases y en la comida, no sé si eran amigas pero supongo que Madge habrá ido a despedirse y darle el pin. Cuando se sientan logro distinguir que es un sinsajo, uno de los errores del Capitolio.

-¿Donde está Haymitch?-pregunta Effie sacándome de mis pensamientos.
-La última vez que lo vi dijo que iba a echarse una siesta.
-Bueno, ha sido un día agotador-comenta Effie, claramente aliviada por la ausencia del borracho.

Mientras comemos no puedo fijarme en nada que no sea la comida: sopa de zanahorias, ensalada verde, chuletas de cordero y puré de papas, queso y frutas; de postre hay una tarta de chocolate, no es cómo la que hacemos en casa pero es una delicia. Todo sabe tan exquisito que tengo que recordarme a masticar, mucho mejor que el pan duro o quemado del día.

-Por lo menos tienen modales- dice Effie -la pareja del año pasado se lo comía todo con las manos. Consiguieron revolverme las tripas.

Los tributos del año pasado eran unos chicos de la Veta, dudo que alguna vez en su vida pudieran probar una cena completa. El comentario molesta tanto a Katniss que todo el resto de la cena come con las manos, cuando acaba se limpia en el mantel lo que provoca que Effie apriete mucho los labios, yo en cambio hago todo lo que puedo para no reírme.

Nos dirigimos a otro compartimiento ,igual de lujoso, donde observamos la repetición de la Cosecha de todos los distritos. Vemos las ceremonias una a una, la mayoría de los tributos han sido seleccionados, aunque unos cuantos se han ofrecido voluntarios. Me quedo con la mayoría de los rostros; una chica rubia del 1 de como unos 16 años, su compañero parece algo brutal pero nada brillante; del Distrito 2 una chica de 14 con mirada mortífera es acompañada por un chico que se apresura por presentarse voluntario; ambos chicos del 3 nerviosos; la chica y el chico del 4 no se ven ni peligrosos ni débiles; la chica del 5 tiene una cara bastante astuta, los del 11 no podrían ser más diferentes entre ellos, aunque ambos son de piel morena, el chico es de gran tamaño mientras que la chica, más bien niña, es pequeña y frágil. La audiencia tiene la misma reacción que en el doce cuando llamaron a Prim, recuerdo el dolor en los gritos de Katniss y volteo a verla, sus ojos están llenos de tristeza.
Termina la transmisión y Effie empieza a quejarse por el estado de su peluca en la grabación, como si su apariencia fuera lo malo de la Cosecha.

-Su mentor tiene mucho que aprender sobre la presentación y el comportamiento en la televisión
-Estaba borracho-digo riendo recordando la escena-Se emborracha todos los años- “Y tiene todo derecho de hacerlo después de lo que lo forzaron a vivir” me digo a mí mismo.
-Todos los días-corrobora Katniss, sin poder reprimir una sonrisa. Una suave calidez recorre mi cuerpo al verla sonreír genuinamente en una conversación conmigo.
-Sí, que raro que les parezca divertido a los dos. Ya saben que su mentor es el contacto con el mundo exterior en estos juegos, es el que les aconsejará, les conseguirá patrocinadores y organizará la entrega de cualquier regalo ¡Haymitch puede suponer para ustedes la diferencia entre la vida o la muerte!
En ese preciso momento entra Haymitch tambaleándose.
-¿Me he perdido la cena?-pregunta arrastrando las palabras. Después vomita en la alfombra y se cae encima de su vómito.
-¡Sigan riéndose!-exclama Effie mientras se levanta de un salto, rodea el charco de porquería y sale precipitadamente de la habitación.

Hurra, a limpiar con el desastre de nuestro mentor. Ahora sí que me preocupa la condición de Haymitch, lo necesitamos en las mejores condiciones para ayudar a Katniss.

La Historia de el Chico del Pan [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora