Capítulo 27

336 34 4
                                    

Holi :)

Bueno sólo quería decirles que no tienen que leerlo necesariamente porque es casi lo mismo del libro,puse (***) y escribi con itálicas en el relato de Lady por que nada más le cambian unas cuantas palabras y es del POV de Peeta,por sí les aburre releerlo, espero que disfruten el capítulo.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Katniss se pasa una hora, suplicándome,amenazándome e incluso besándome,para que al final,sorbito a sorbito,vacié la olla.
Ahora que ya estamos en un lugar seguro,me deja meterme en el saco y dormir.El cansancio poco a poco me va llevando a un descanso sin sueños.
Cuando el cielo está pintado de un tono entre rosa y anaranjado, despierto.
Cuando me estaba durmiendo, Katniss estaba a mi lado,pero ahora no la veo en ninguna parte de la cueva;pasan unos minutos y empiezo a preocuparme, ¿y si salió de noche y Cato y Clove la encontraron?,entre más tiempo pasa más me preocupo.Finalmente aparece en la entrada de la cueva.
-Me desperté y no estabas-le digo intentando levantarme-Estaba preocupado por ti.
-¿Que tú estabas preocupado por mí?-pregunta riendo,mientras me tumba otra vez-¿Te has echado un vistazo últimamente?
-Creía que Cato y Clove te habían encontrado.Les gusta cazar
de noche-sigo diciendo muy serio.
-¿Clove? ¿Quién es?
-La chica del Distrito 2.Sigue viva, ¿no?
-Sí. Estamos ellos,nosotros,Thresh y la Comadreja.-me quedo extrañado ante el nombre y me explica-Es el apodo de la chica del 5.¿Cómo te sientes?
-Mejor que ayer.Esto es mucho mejor que el lodo:ropa limpia,
medicinas,un saco de dormir... y tú.
Me toca la mejilla suavemente,yo tomo su mano y me la llevo a los labios.
-Se acabaron los besos hasta que comas -me dice seria.
Me ayuda a apoyarme la espalda en la pared y yo me trago obedientemente las cucharadas de papilla de bayas que me da,vuele a ofrecerme el ave de ayer pero yo me niego.Cuando acabo con la comida me dedico a observarla,un par de ojeras empiezan a formarse debajo de sus hermosos ojos grises.
-No has dormido-le digo preocupado.
-Estoy bien-responde,pero sé que está agotada
-Duerme un poco.Yo vigilaré.Te despierto si pasa algo.Katniss,
-sigo diciendo,al verla vacilar-no puedes estar despierta para siempre.
-Bueno,pero sólo unas cuantas horas;después me despiertas.
Cómo hace demasiado calor, Katniss coloca el saco de dormir sobre el suelo de la cueva y se acuesta encima,con el arco
cargado en una mano.Me siento a su lado,apoyado en la pared,con la
pierna mala estirada delante de mi,me quedo viendo el exterior de la cueva.
-Duérmete-digo en voz baja,le aparto los mechones de
pelo que le caen sobre la frente.Sigo acariciando su pelo hasta que se queda dormida.
Me quedo observandola mientras dueme,pero pongo atención a cualqyier ruido del exterior.Su cabello negro,atrapado en una trenza,es suave y brillante;sus ojos grises ahora escondidos debajo de sus párpados,siempre han llamado mi atención,no son cómo todos los de la Veta,tienen algo diferente,tal vez sea ese brillo que tienen,un brillo de esperanza y valentía;ahora que está dormida y relajada,no frunce el ceño.
Pasan las horas,pero yo no me daría cuenta si no fuera por el cielo cambiante;cuando ya es por la tarde,Katniss despierta.
-Peeta,se suponía que ibas a despertarme en un par de horas.
-¿Para qué? Aquí no ha pasado nada.Además,me gusta verte
dormir;no frunces el ceño,lo que mejora mucho tu aspecto.
Mi comentario la hace fruncir de nuevo el ceño,eso me saca una sonrisa.Me pregunta si he tomado agua y le digo que sí,me toca la frente y me da más píldoras para la fiebre,se queda a mi lado mientras bebo primero un litro de agua y después otro.Me cura las
heridas leves,las quemaduras y las picaduras.Parece prepararse mentalmente para la imagen de mi pierna,y me quita la venda.
Ya no hay pus al aire,pero se ha hinchado más,y la piel,tirante y
reluciente,está inflamada.Veo las líneas rojas que empiezan a subir por mi pierna:septicemia.El padre de uno de mis amigos murió por ello,era de La Veta así que no pudieron pagar un médico y llego hasta su corazón.
-Bueno, está más hinchado, pero no hay pus-dice con voz temblorosa.
-Sé lo que es la septicemia, Katniss, aunque mi madre no sea sanadora.
-Simplemente significa que vas a tener que sobrevivir a los otros,
Peeta.Te curarán en el Capitolio, cuando ganemos.
-Sí, buen plan-respondo,por ella,nunca debí darme las esperanzas de sobrevivir teniendo la pierna en tan malas condiciones. -Tienes que comer y mantenerte fuerte. Voy a hacerte una sopa.
-No enciendas un fuego, no merece la pena.
-Ya veremos.
Veo cómo sale de la cueva y la sigo con la mirada hasta que está fuera de mi alcance.Me quedo tumbado sobre el saco de dormir,a la sombra de las rocas esperando a que regrese.Me pone una tela fresca en la cabeza,siento como rapidamente se calienta.
(***)-¿Quieres algo?-me pregunta
-No,gracias.Espera, sí:cuéntame un cuento-pido cómo un niño pequeño
-¿Un cuento? ¿Sobre qué?
-Uno que sea alegre.Cuéntame el día más feliz que puedas
recordar.
Deja escapar un sonido, mezcla de suspiro y exasperación.Se quedo pensando un bien rato hasta que voltea a verme y me pregunta:
-¿Te he contado alguna vez cómo conseguí la cabra de Prim?-sacudo la cabeza y espero ilusionado.
-Era el día antes del cumpleaños de Prim,quería darle algo especial,pero no teníamos el dinero suficiente; pero esa tarde encontre un pequeño medallón de mi madre,le pregunte si lo podía vender y respondio que sí,ni siquiera lo miró,cuando fui a venderlo me dijeron que era de plata así que me dieron una buena suma;al día siguiente,la terde del cumpleaños de Prim,Gale y yo fuimos al mercado de la plaza a comprar telas para el vestido de Prim.Mientras acariciaba un trozo de grueso algodón azul,algo me llamó la atención.¿Conoces al hombre de las cabras?-pregunta deteniendo el relato,yo sólo asiento.Al otro lado de la Veta vivía un anciano co un pequeño rebaño de cabras;nadie que yo conozca sabe su nombre,pero todoslo llaman el hombre de las cabras.Tiene las articulaciones hinchadas y retorcidas en extraños ángulos, además de una tos seca que demuestra que trabajó muchos años en las minas.Pero es un tipo con suerte: en algún momento consiguió ahorrar lo suficiente para comprar las cabras, y ahora tiene algo que hacer en su vejez, en vez de morirse de hambre poco a poco. Aunque es sucio e impaciente,sus
cabras están limpias y su leche es buena,si tienes dinero para
pagarla;cuando no le compramos el queso y la leche a Prim,vamos con el señor de las cabras.Katniss sigue con su relato-Una de las cabras,una blanca con manchas negras,estaba tumbada en un carro y no resultaba difícil averiguar por qué: algo, probablemente un perro, le había mordido la paletilla, y se le había infectado. Estaba mal, el hombre de las cabras tenía que levantarla para ordeñar, pero se me ocurrió que conocía a la persona perfecta para curarla.
--Gale --susurré--, quiero esa cabra para Prim.
--Está malherida --dijo Gale--. Será mejor que le echemos un
vistazo más de cerca.
Nos acercamos y compré una taza de leche para compartir;después nos pusimos delante de la cabra, como si sintiésemos
curiosidad y no tuviésemos nada mejor que hacer.
--Dejenla en paz --dijo el hombre.
--Sólo estamos mirando --respondió Gale.
--Bueno, pues miren deprisa. Va directa a la carnicería. Casi nadie
compra su leche y, si la compran, pagan la mitad.
--¿Qué te da la carnicera por ella? --le pregunté.
--Espera a ver --contestó el hombre, encogiéndose de hombros.
Me volví y vi que Rooba se acercaba a nosotros--. Qué bien que
aparezcas --le dijo el hombre de las cabras cuando llegó--. Esta chica
de aquí le ha echado el ojo a tu cabra.
--No, si ya está apalabrada --repuse, intentando sonar despreocupada.
--No lo está --dijo Rooba, mirándome de arriba abajo; después miró hacia la cabra con el ceño fruncido--. Mira esa paletilla, seguro que la mitad del bicho estará tan podrido que no me valdrá ni para salchichas.
--¿Qué? Teníamos un trato.
--Teníamos un trato por un animal con unas cuantas marcas de
dientes, no por esto. Véndesela a la chica, si es lo bastante tonta para
comprarla.Antes de alejarse, vi que Rooba me guiñaba un ojo.
El hombre de las cabras estaba enfadado, pero seguía queriendo
quitarse la cabra de encima. Tardamos media hora en acordar un precio, y ya teníamos a nuestro alrededor a una multitud de
espectadores deseosos de dar su opinión. Era un trato excelente si la cabra vivía, pero un robo si se moría. Todos querían llevar razón,
mientras yo me limitaba a llevarme la cabra.Gale se ofreció a cargar con ella; creo que quería ver la cara de Prim tanto como yo. En un momento de absoluta felicidad, compré un lazo rosa y se lo até al cuello, y después corrimos a mi casa.La reacción de Prim cuando entramos con la cabra fue para verla;
hay que recordar que es la misma chica que lloró hasta que logró
salvar a aquel horroroso gato viejo, Buttercup. Estaba tan emocionada
que empezó a llorar y a reír a la vez; mi madre no estaba tan segura,
al ver la herida, pero las dos se pusieron a trabajar con ella, aplicándole hierbas y engatusando al animal para que se tragase sus
brebajes.
--Suenan como tú --digo
--Oh, no, Peeta, ellas saben hacer magia. Esa cosa no podría
haberse muerto ni queriendo --responde, después de decir esto me mira culpablemente.
--No te preocupes, que no quiero --bromeo--. Termina la historia.
--Bueno, eso es todo. Sólo que recuerdo que aquella noche Prim
insistió en dormir con Lady en una manta junto al fuego y que, justo
antes de dormirse las dos, la cabra le lamió la mejilla, como si le diese
un beso de buenas noches o algo así. Ya estaba loca por ella. (***)
-¿Todavía llevaba puesto el lazo rosa?
--Creo que sí. ¿Por qué?
-Intento imaginármelo-respondo- Ahora entiendo por qué fue un día feliz.
-Bueno, sabía que esa cabra era una mina de oro.
-Sí, claro que me refería a eso, no a la inmensa alegría que le
diste a tu hermana, a la que quieres tanto que ocupaste su lugar en la
cosecha-digo irónico.
-La cabra se ha amortizado con creces-insiste con aire de
superioridad.
-Bueno,no se atrevería a lo contrario,teniendo en cuenta que le
salvaste la vida.Pretendo hacer lo mismo.
-¿De verdad? ¿Y cuánto decías que me has costado?
-Muchos problemas. No te preocupes, te lo pagaré con intereses.
-No dices más que tonterías-responde mientras me toca la frente.Siento cómo mi cuerpo arde,pero también tengo escalofriós-Aunque estás un poco más fresco.
El sonido de las trompetas me sobresalta;Katniss se pone en pie de un salto y se asoma corriendo a la entrada de la cueva.Claudius
Templesmith,como esperaba, nos invita a un banquete.Katniss descarta su propuesta moviendo la mano con indiferencia,hasta que dice:
-Una cosa más: puede que algunos esten ya rechazando mi invitación,pero no se trata de un banquete normal. Cada uno de
ustedes necesita una cosa desesperadamente.En la Cornucopia,al alba,encontrarán lo que necesitan en una mochila
marcada con el número de su distrito.Piénsenlo bien antes de
descartarlo.Para algunos,será su última oportunidad.

La Historia de el Chico del Pan [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora