Capítulo 3

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En el jardín, Adam no dejaba de dar vueltas, tenía un nudo enorme en la garganta, solo intentaba contener ese llanto desconsolado, y se le hacía imposible. Cuando Bárbara le vio, no le dijo nada, solo le abrazó con fuerzas, mismo abrazo al que él se aferró como un niño pequeño, llorando en los hombros de su esposa.

—No puedo hacerlo Bárbara. No puedo hacerlo. –Ella le acarició el cabello, con compasión. – Siento que todo me está explotando en la cara, no puedo manejarlo. –Ella le tomó del rostro para mirarle de frente. – Es demasiado.

—Amor, yo te entiendo. Intento ponerme en tus zapatos, y es desgarrador, pero… -Le alzó la cabeza, para que le mirara. – Estás aquí, este es el momento.

—No puedo.

—Sí puedes. –Acotó Oliver desde la puerta, acercándose lentamente hacia su hermano y su cuñada. –Sí puedes hacerlo.

—¿Tu pusiste los álbumes en la sala para que Wesley los encontrara? –Cuestionó el mayor. –

—Sí, sí lo hice, y no pido perdón por ello. –Respondió con mucha serenidad. – Lo hice para darte un empujoncito. –Bárbara les miraba a ambos. Podía sentir a su esposo temblar. – Anoche estabas tan convencido de hablarle hoy, que me sorprendió, pero me sorprendió para bien. Luego, escuché a Patrick decir que hace 10 años, estabas a punto de hacerlo, y huiste… -Bárbara suspiró al escuchar aquello, tenía conocimiento de ese hecho. – Y solo quería darte el impulso. Sabía que ver las fotos te iban a ablandar un poco y… -Encogió los hombros. – Puedes hacerlo Adam, es el momento.

—No puedo hacerlo. –Seguía llorando. – Me va a odiar.

—Sí, esa es una posibilidad. Pero, vas a poder dejar atrás toda esa carga. Te va ayudar a sanar, harás que él empiece con el proceso, y nos vas a ayudar a sanar a todos, como familia. Porque… -Pasó sus manos por su cara. – No me gusta hacer esto, pero sabes que haber guardado este secreto por tantos años, nos afectó mucho, a todos. Y ahora, solo estamos nosotros, es momento de hacerlo. –Adam tragó fuerte, y luego volvió su mirada hacia Bárbara, ella le miró con enternecida, moviendo su cabeza de un lado. –

—Ok. –Respiró profundo, y secó las lágrimas que corrían por su cara. – Ok… Tienes razón, Todos siempre la han tenido. Es cierto que, por mi culpa, las cosas en esta familia cambiaron, y… nunca tuve el valor de tomar la situación en mis manos. Todo esto ha pasado porque siempre fui un cobarde. –Tomó aire. – Es momento de dejarlo atrás y enfrentar la realidad con sus consecuencias. Voy a hacerlo, voy a hacerlo. –Bárbara tomó su mano, y él le dio un beso en ella, a la vez que Oliver le asentía con firmeza. - 

Algunos minutos más tarde, Oliver y Bárbara fueron a sentarse junto a Patrick, mientras observaban a Andy, entrar al estudio, en donde se encontraba Wesley. Cuando Patrick le vio entrar al estudio, rio bajo, captando la atención de los dos a su lado. –

—No puedo creer que de verdad lo vaya a hacer. Bueno, eso si no se paniquea en cualquier momento. –Tomó el vaso que había dejado sobre la mesa, en donde se había servido un trago. –

—A veces no soporto tu mala vibra. –Le reclamó Bárbara. –

—Así y todo, me quieren. –Tomó aire. – Pero, vamos a decir que sí lo hace… Apuesto a que Wesley lo golpea. –Oliver volteó casi en cámara lenta. –

—Yo te apuesto a que te golpeo, si no te callas. –El mayor, rio encogiendo sus hombros. Era una situación tensa, y eso lo ponía algo nervioso, ese era su mecanismo de defensa, ser sarcástico y cruel. -

Dentro del estudio, Adam, ya más tranquilo. Tomaba una última bocanada de aire, para tomar fuerzas y poder contarle todo de una vez por todas. Era difícil, pero sabía que cada nivel de dificultad, había sido su culpa, por darle largas a este delicado asunto.

Lazos DesenterradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora