Los últimos acontecimientos, marcaban un antes y un después para Wesley. Todo este último año había sido de cambios constantes, cambios extremos que habían terminado moldeando su visión de la vida, lo que esperaba para su futuro. No iba a negar alguna vez llegó a pensar en que algo como esto pudiese ocurrir, pero solo lo hacía de forma platónica. Pero ahora su realidad era esta, esa que alguna vez fue un sueño.Y su cara no podía esconder la felicidad que le embargaba; una sonrisa amplia, adornaba su rostro. Una sonrisa cálida que compartía con todo el que pasara junto a él. Estaba feliz, quería que todo el mundo se diera cuenta de ello.
Uno de ellos, fue Oliver, quien, al verle entrar a la pequeña sala de ensayo, vistiendo la más brillante de las sonrisas.
—¡Buenos días! –Saludó el más pequeño de los Barzagli con mucha energía. – Es un hermoso día en la ciudad ¿No creen?
—Alguien se despertó con el pie derecho el día de hoy. –Comentó Oliver mientras bebía su café. – Me alegra escucharte de buen humor.
—¿Y tú no lo estás? –Se detuvo frente a él y le tomó de los hombros. – Es un lindo día, y a pesar de todo, la vida es linda. Sonríe, mira todo lo que hay frente a nosotros. –Oliver se quedó en silencio, algo abrumado por la algarabía. Aun el café no hacia efecto, y podía ponerse en los zapatos de quienes normalmente tenían que aguantarle a él. – Sonríe Oliver.
—¿Puedo saber por qué estás tan de buen humor? ¿Qué es lo que exactamente te hace tan feliz? Perdón, apenas me estoy tomando el primer café de la mañana, y estoy algo agobiado. –Wesley amplió la sonrisa ante la pregunta, haciendo que Oliver frunciera el ceño. –
—¿Tengo que decírtelo? Estoy seguro que tú sabes muy bien la razón de mi felicidad. –El mayor se quedó viéndole unos segundos, con expresión lisa. Pero de pronto un gesto de realización se plasmó en su rostro, abriendo la boca ligeramente. –
—¡No! ¿Lo hizo? ¿Ya? –Una genuina emoción se apoderó de él, borrando completamente aquella acida actitud que tenía anteriormente. Pero hizo una pausa antes de llegar a “meter la pata”. - ¿Qué fue exactamente lo que pasó?
—¡Ay por favor Oliver! –Bufó, moviendo la cabeza de un lado. – Sabes muy bien que Darren me propuso matrimonio. – Oliver aplaudió efusivo. – Tu lo sabías, sabías que lo iba a hacer, por eso me hiciste la pregunta ayer… eres terrible para guardar secretos.
—¿Qué? –Sobreactuó la indignación. – Eso fue solo una casualidad. Además, yo soy muy bueno para guardar secretos, mira como guardé el secreto familiar por casi 30 años. -La mirada profunda de Wesley le interrumpió. –Ok, perdón. Sí es cierto. Yo lo sabía, y me emocionaba saber sobre lo que tu podrías estar esperando. Tampoco sabía que te lo iba a proponer ahorita… -Abrió los brazos. – Estoy emocionado, estoy feliz por ustedes. Ven acá. –Le abrazó con fuerza, dándole un beso en la frente. – Muchas felicidades. Esto es algo grande, es algo que hay que celebrar; mi hermanito pequeño, se va a casar, con uno de mis mejores amigos.
—¿Tu hermanito? Tu sobrino, mejor dicho. – Corrigió Wes. Estas cosas eran normales, por el tiempo, pero él siempre intentaba llevar la línea familiar como debía ser, como para seguir dejando todo atrás. –
—No, déjame sentir esta emoción por mi hermanito pequeño, ese que vi crecer. Deja de ser tan correcto Wesley, estás feliz, en la felicidad no se piensan esas cosas. –El chico no pudo contener la risa. – Muchas felicidades.
—¡Gracias! –Respondió con un brillito en los ojos. –
—Ahora sí voy a poder contarle a todo el mundo, voy a poder hablar sobre esto en el grupo familiar y…
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Lazos Desenterrados
Ficção GeralLa vida de un grupo de hermanos; que, por diversos motivos, tomaron caminos diferentes, se verá golpeada cuando uno de ellos, pierda la vida, justo un año después de la pérdida de su padre. La reunión de todos; traerá consigo no solo pena por la per...