Lazos Desenterrados

Capítulo 29

El sitio impuesto por Wesley para reunirse con Cassey, había sido el parque High Line, la idea era solo conversar, así que un sitio al aire libre, era lo mejor, para evitar cualquier mal entendido.

Wesley fue el primero en llegar, unos 10 minutos antes de la hora acordada, con esa mentalidad de; “A tiempo, ya es tarde”. Igualmente, mentalizando todo lo que tendría que hacer durante el día. Tenía un itinerario, mas no un horario para cumplir con todo, porque al final de cuentas, todo su día, se basaba en lo que ocurriera en el lugar, en el momento.

Mientras esperaba, le echaba un vistazo a sus redes, encontrándose con la publicación de las primeras fotografías oficiales de Darren en los ensayos. Verle tan feliz, en su elemento, le llenaba de dicha. Sabía que Darren era el indicado para interpretar ese papel, estaba hecho a su medida. Además, no podía parar de pensar en el hecho de que podría escucharle cantar “Come What May” una y otra vez. Eso era más que gratificante.

Al ver la figura de Cassey acercarse, dejó su celular en su bolsillo. Estaba acostumbrado a verle con ese aire de superioridad en todo momento, incluso cuando estaba molesto, ese que se veía hasta en su andar. Pero en ese momento, lo notaba tenso. Llevaba lentes oscuros, algo que no era extraño en esta época del año, pero el motivo de sus lentes, no era precisamente protegerse del sol.

—Llegué a pensar que no vendrías. –Expresó Wesley poniéndose de pie y extendiendo su mano. –

—Créeme, llegue a pensar en no venir. –Aquel apretón de mano que ofreció, fue bastante frio. – No sé si decir que es un gusto verte. –Hizo silencio por un momento. – No, no tengo que mentirme, sí es un gusto verte en persona. –Dibujó una sonrisa mediana, a la vez que se quitaba los lentes oscuros, dejando ver un hematoma naciente, además de gran parte de la inflamación. –

—¡Por Dios! ¿Qué te pasó ahí? –Cuestionó genuinamente sorprendido el joven Barzagli. Cassey torció la boca y se sentó en la banca que yacía tras él. –

—Tu papá pasó. –Wes abrió la boca, sentándose junto a él. –

—¿Andy hizo eso? –La pregunta mezclaba el asombro, con un tono jocoso, que se unía a una pequeña sonrisa inconsciente. –

—¿Qué te parece tan gracioso?

—Perdón, te juro que no es mi intención que suene como una burla, es solo que… -Encogió los hombros, intentando esconder la sonrisa que volvía a aparecer. A su cabeza venían las palabras de Oliver, esas que no tardaron ni 24 horas en concretarse. Era cierto, Adam se la tenía jurada. – Perdón.

—Supongo que me lo merecía. –Echó su cuerpo completamente hacia atrás, para luego echar su cabeza hacia atrás en el borde del banco, observando por un momento, el cielo azul. – Tu papá de verdad te quiere. –Volvió su mirada hacia Wesley. –Solo alguien que realmente se preocupa por una persona, es capaz de cruzar esta línea. –Respiró profundo. – No sé si lo primero que deba hacer es disculparme contigo por todo lo que hice, no solo antes, también ahorita. –Wesley le miró confundido, hasta ayer, tenía un plan trazado, y de pronto ¿Esto? – Porque, puede sonar estúpido, pero, digamos que este golpe reacomodó mis ideas. En momento pasé de ser ese villano intenso de tu historia, al mártir de la mía. –Bufó con rabia. – Y es ridículo. Adam no solo me golpeó físicamente, también me dio un duro golpe emocional, me dio un golpe en el ego. Me dio justo donde tenía que darme, y me dejó fuera de combate. –Wes le escuchaba con especial atención, porque por primera vez, lo escuchaba completamente honesto. – ¿Alguna vez te preguntaste porque tenía esa manía con tus hermanos? Especialmente con Adam.

—En un principio no, lo veía normal. Luego me di cuenta que no era normal, y sí tuve mis hipótesis, pero jamás me atreví a preguntarte.

—Puede que una de tus hipótesis sea cierta. –Rascaba su mejilla. – Tus hermanos siempre estuvieron ahí para ti, en todo momento. Ellos te apoyaban en todo, te protegían de cualquier cosa. Repito, siempre estaban ahí para ti, especialmente Adam, al ser el mayor. Y eso me molestaba.