El tener que esperar por los resultados de la audición, no iba a paralizar a Wesley. Había demasiado por hacer, como para quedarse con los brazos cruzados.
Si bien su mayor amor era el escenario, el trabajo que realizaba produciendo aquellos programas, lo disfrutaba, a pesar de que le absorbía bastante tiempo.
Y si a eso se le sumaba que estaba trabajando junto a Darren y Bárbara en la organización de la boda. Era bastante complicado.
Aquel día en concreto, Darren estaría afuera casi el día entero. Tenía compromisos en la mañana, función matinée en la tarde, y luego la función nocturna. Por lo que, le tocaba a Wesley avanzar a solas con Bárbara. Sí, ella estaba en Nueva York.
Como Wesley tenía que hacerse espacio para atender todos sus pendientes, y Bárbara también necesitaba hacer llamadas, había lapsos en los que ambos se desconectaban completamente de lo que hacía el otro. Tal como pasó en ese momento, que Bárbara se fue a otra habitación haciendo diversas llamadas, mientras Wesley, se mantenía en el estudio, prácticamente olvidándose que ella estaba en el departamento, inmerso completamente en el trabajo.
Poco después del medio día, Darren llegaba al departamento, yendo directamente hacia el estudio. Como la puerta estaba semi abierta, asomó su cabeza, sonriendo al ver a Wesley tan concentrado. Para llamar su atención, tocó suavemente la puerta.
—¡Hey! -Expresó Wes al alzar la mirada, y dibujar la más brillante de las sonrisas. - Estaba completamente en esto. -Darren se adentró al estudio. –
—Me doy cuenta, pareces una hormiga trabajadora. -Wes no pudo evitar sonreír, porque era cierto, paraba poco. – Pero me llena de orgullo sabe que mi chico es tan responsable. -Le acarició la barbilla, apoyándose del escritorio. –
—Me gustaría serlo un poco más. -Se lamentó, apretando sus labios. - ¿Derek, cómo está?
—Él está bien, voy a buscarle después del show de la tarde. A él le hace bien compartir con otros niños de su edad. -Wes volvió a apretar los labios. - ¿Qué? Está por cumplir un año.
—Lo sé, solo que… Me asusta.
—Eres muy sobreprotector ¿Lo sabías? -Expresó acariciándole las mejillas. – Y eso me encanta, porque sé que jamás, nos va a pasar nada malo, porque siempre estarás cuidándonos. -Le tomó las manos para que se pusiera de pie, él también lo hizo. – Y yo, también voy a estar siempre para ustedes. Siempre. -Sonrió y besó los labios de Wesley, quien correspondió con todo su amor. No importaba cuando tiempo pasara, cada beso, se sentía tan emocionante como el primero. –
Darren le envolvió en sus brazos, atrayéndole hacia él, aumentando la intensidad de aquel beso. Wesley aferró su manos en el rostro de Darren, acariciándole dulcemente, luego, se estremeció al sentir que este le besaba él cuello. Ambos rieron cómplices.
Pero, cuando el primero empezó a abrir los botones de la camisa del segundo, se vieron sorprendidos con la presencia de Bárbara entrando al estudio. Fueron segundos caóticos.
—¡Wes! Estuve hablando… ¡Oh por dios! -La morena se giró rápidamente, de vuelta a la puerta, mientras los dos chicos se movieron con rapidez, Wesley sentándose y empezando a cerrar sus botones, y Darren, se puso de espaldas un momento, respirado profundo para calmarse. - ¡Perdón! De verdad perdón, yo no sabéis que…
—No, no, Bárbara… Yo no recordaba que estabas aquí. -Expresó Wes apenado. – ¿Hace cuánto saliste de aquí? ¿Una hora?
—Sí, más o menos. Estaba haciendo llamadas y… ¿Puedo voltear?
—Sí, sí… No pasó nada aquí. -Respondió Darren riendo un poco. Ella volteó lento, primero viendo un lado y al darse cuenta que todo estaba bien, se giró completamente. – Perdón, no sabía que estabas aquí. Había mucho silencio.
—Sí, no quería molestar a Wesley, que estaba ocupado. Y… -Hizo una pausa. – Me parece perfecto que estés aquí. -Esta interrupción a si misma, captó la atención de ambos chicos. Bárbara se sentó en la silla frente al escritorio . – Estaba haciendo unas llamadas, nada de otro mundo, solo haciendo doble organización, lo normal. -Esto último, había sido un reproche, Darren solo volteó a ver Wesley quien torció la boca con pena. – Pero no se preocupen, ese es mi trabajo. A lo que vengo es que… Tu, no me has dicho prácticamente nada, no me has dicho que te gustaría tener ese día. -Darren se quedó en blanco, más cuando Wesley volteó a mirarle. Se sintió apenado al encontrarse en esa situación. –
—Sí, yo… -tragó fuerte, humedeciendo sus labios, no quería quedar como si no le importara, porque no era así. – Mmmm es algo tan importante que… Yo…
—No tienes que avergonzarte si no tienes idea. -Completó Bárbara. – Ni Wesley tiene completamente claro lo que quiere. -Este último volteó rápidamente. – Ay, no me mires así, porque es cierto. Más allá de las flores, no sabes que quieres para ese día. Y está bien, ese es mi trabajo, guiarles para que encuentren lo que más les guste, lo que les haga feliz para su día especial. -La sonrisa que ella les ofreció, tranquilizó a ambos, que se tomaron las manos. – No importa que tan extravagante, extraño, tonto o lo que sea, crean que sea, ustedes tienen que decirme para yo poder adaptar todo.
—Sabes, hay algo que sí me gustaría que hubiese en nuestra boda, algo significativo que… No sé qué pueda pensar Wesley al respecto. -Intervino Darren con cautela. – No había querido decirlo, porque… no tenía idea de cómo podrían ser las cosas, pero… ¿Qué te parecería tener un lugar, un espacio para rememorar a las personas que nos dejaron, a esas personas especiales que quisiéramos estuviesen con nosotros ahí, ese día? -La pregunta se la hizo directamente a Wes. El chico, sonrió abiertamente. - ¿Qué dices? Un espacio para tu mamá, tus papás, Chrissy…
—Me encanta la idea. Es un hermoso gesto.
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Lazos Desenterrados
General FictionLa vida de un grupo de hermanos; que, por diversos motivos, tomaron caminos diferentes, se verá golpeada cuando uno de ellos, pierda la vida, justo un año después de la pérdida de su padre. La reunión de todos; traerá consigo no solo pena por la per...