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Marichello: ¡ Giovanna! Anahí! Bájate pronto o llegarás tarde.

Se escucharon pasos silenciosos y suaves desde las escaleras acompañados de pasos pesados ​​y ruidosos.

Marichello: ¡Buenos días, hijas mías!

Anahi/Giovanna: ¡Buenos días! - respondieron ambos al mismo tiempo.

Marichello miró fijamente a ambas hijas.

Anahí vestía zapatillas, jeans y una blusa de manga corta. El cabello estaba suelto y liso y el maquillaje era lo más básico posible: solo contenía brillo de labios y rubor.

Giovanna, por su parte, fue todo lo contrario. Llevaba una blusa blanca diseñada con hombros descubiertos, jeans ajustados y sandalias rojas de tacón alto. Su cabello estaba rizado en enormes rizos. Los ojos, delineados en un negro intenso, fueron realzados con rímel y delineador de ojos. Sus labios estaban delineados con lápiz labial rojo intenso.

Marichello: ¡¿Vamos a tomar un café?!

Giovanna: Tómalo si quieres  , estoy a dieta y tarde. - sonrió irónicamente.

Marichello: Pero hija, te ves genial, mi amor.

Giovanna: Mamá, si quiero ser una actriz famosa como tú, no puedo ganar ni un gramo... ¿Vienes conmigo  o no?

Any: No, está bien, me quedaré y tomaré un café. - respondió con su propia voz.

Giovanna: Ok... A ver si puedes conseguir tu auto, ¿vale? Si no, la vendo y me compro una moto.

Marichello: Hija, tu padre no quiere verte andando en moto, es peligroso.

Giovanna: Ay mamá, sé arreglármelas... Bueno, lo voy a hacer, tengo alguien esperándome. - él sonrió.

Any: ¡¿Otra conexión?!

Giovanna: ¿Qué puedo hacer si los chicos me aman? Si te vistieras un poco más y fueras un poco como yo, sabrías lo que es ser mimado, adorado y amado, pero no... Prefieres andar con ropa sencilla, gente sencilla, todo sencillo y aburrido como tú, entonces puedes en eso. - se encogió de hombros.

Marichello: Hija, por favor, tu hermana no es como tú, es diferente.

Giovanna: Lo sé... Sólo los que nunca nos han visto nos confundirían, porque los que nos conocen saben que somos agua y vino, solo desearía que la versión más tranquila de mí fuera un poco más extrovertida, a veces podrían pensar que ella Soy yo y eso quema a mi mamá de película.

Any: Giovanna está aquí, ¿vale? Si te avergüenzas de mí, debes saber que a veces yo también me avergüenzo de ti... ¿Necesitabas besarte en el baño de hombres con ese chico?

Giovanna: ¿A ti tampoco te gustan los deportes extremos? Pero yo practico el mío de otra manera, con el sexo opuesto.

Marichello: ¡ Giovanna, por el amor de Dios!

Giovanna: Estoy bromeando mamá... Soy virgen y pura como la tonta Any, pero ese día el chico me arrastró al baño. - Se encogió de hombros inocentemente.

Any: Sí, y después de que te cansaste de él, me obligaste a dejarlo, pero si está saliendo con otra persona, le haré saber que no volveré a hacerlo, ¿entiendes? Te quedas con ellos, logras acabar con ellos.

Giovanna: Ay hermanita, no seas mala, los chicos con los que te quedaste estuvieron con mi ayuda, ¿te has olvidado? Ningún chico te miraría sin que yo llegara primero y me abriera... Y fue un sacrificio porque ni siquiera eran muy lindos. - puso los ojos en blanco. - Tiene que haber alguna ventaja en ser gemelos, así que ayúdame a deshacerme de los chicos y yo te buscaré chicos, ¿vale? Solo señala quién te gusta y en 2 segundos lanzaré mis encantos y él se enamorará de mí pensando que eres tú, entonces podrás disfrutarlo como lo hacías antes.

Any: Pero eso no está bien.

Giovanna: Entonces quédate solterona por el resto de tu vida... Entiende una cosa, me necesitas, mientras te vistas y te comportes así, nunca llamarás la atención de un chico, él siempre tendrá que verme. primero piensa que soy tú, para que me gustes... Pues lo haré, ¡adiós! - tomó su bolso y su carpeta y se fue.

Es larga asi que viene para rato

gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora