60

87 4 2
                                    

Victoria abrió la puerta de la habitación de su hijo con cuidado y se asomó. Sonrió cuando vio a Poncho solo en pantalones cortos abrazando por detrás a Any, que solo llevaba una bata de baño. Sus brazos rodearon sus hombros y sus manos descansaban sobre sus brazos. Poncho tenía la cabeza apoyada en la cabeza de Any y ambos estaban profundamente dormidos.

Victoria: Mejor déjalos descansar un poco más, ¿verdad, mi amor? - sonrió mirando y acariciando su vientre.

Retrocedió dos pasos cuidadosos y cerró la puerta con cuidado sin despertarlos a ambos.

Más tarde, Poncho se despertó y sonrió, mirando el sueño de Any. Miró el reloj en su muñeca y vio que eran casi las siete. Suspiró y abrazó a Anahí con fuerza, hundiendo su rostro en su cuello.

Any gimió y se agitó, despertando con una sonrisa en los labios.

Any: ¡¿Cuánto tiempo dormimos?! - preguntó somnolienta, acariciándole los brazos.

Poncho: ¡Casi dos horas! - susurró mordisqueando el lóbulo de su oreja, Any se rió con la piel de gallina.

Any: Será mejor que nos levantemos, ¿verdad?

Poncho: Sí, claro, ¿hacer qué? Se encogió de hombros y se sentó.

Any también se sentó en la cama y se alisó el pelo. Mirando fijamente a su novio y una sonrisa brilló en su rostro.

Poncho: ¡¿Qué pasa?! Le acarició el pelo.

Any: Eres hermosa, ¿sabes?

Poncho se rió divertido y la detuvo, tirándola encima de él.

Any: ¡Poncho!

Poncho: ¡¿Que?! Él la miró fijamente y la besó.

Any: No te distraigas conmigo, tenemos que prepararnos, ven. Ella se incorporó y tiró de él por el brazo.

Poncho: Me miras fijamente y ¿qué quieres? Él sonrió mientras se sentaba y la besaba.

Any: Acabo de decir que eres hermosa, nada más. -Sonrió.

Poncho: De acuerdo... Vamos a comer entonces, mi amor. Él sonrió y la besó en la frente mientras se levantaba de la cama.

Any se puso de pie y se cruzó de brazos.

Poncho: ¡¿Qué pasa?! ¡¿No te prepararás?!

Any: No contigo aquí. - sonrió, asintiendo con la cabeza.

Poncho: Cualquier...

Any: No podré concentrarme, o iré al baño o te irás tú. Se encogió de hombros.

Poncho: Estás un poco loco. - sonrió mirándola.

Any sonrió y lo besó, dándole una pequeña sonrisa traviesa mientras se alejaba.

Poncho: Está bien, iré al baño mientras te vistes. Suspiró y la besó.

Any sonrió y le dio una palmada en el trasero. Poncho la miró sorprendido, y Any se rió sorprendido de su propia audacia.

Poncho: Debería defenderme. - respondió alejándose.

Any le lanzó un beso y cuando la puerta se cerró de golpe se quitó la bata y se vistió con un ojo puesto en la puerta del baño.

Más tarde, cuando terminó la cena, Mark sonrió y miró a su hijo, a su esposa y a su nuera.
Mark: La cena fue increíble, pero... ¿Por qué tanta producción?
Poncho: Oh, papá, no puedo creer que lo hayas olvidado. Se cruzó de brazos.
Marcos: Ni te vengas Alfonso, hoy no es mi cumpleaños, ni el tuyo, ni el de tu madre, ni mucho menos la boda o cuando tu madre y yo nos conocimos. - replicó él.
Any: Maldita sea, tienes bastante memoria, ¿eh?
Victoria: Nunca me ha fallado con estas cosas. - sonrió.
Any: Espero que seas como Poncho. - sonrió.
Poncho: Nunca he sido malo con las citas y ahora contigo... - sonrió.
Any sonrió y le dio un beso en la mejilla.
Mark: Entonces, ¿me estoy perdiendo alguna noticia?
Victoria: Mi amor, sé que pensarás que es extraño, pero... (se puso de pie) Dios nos ha dado un regalo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora