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Victoria se levantó del sofá cuando vio a Poncho. Se acercó y, sin decir nada, la abrazó con fuerza.

Poncho: Lo siento, mamá.

Victoria: Oh hijo...

Poncho: No debería haberle hablado así a la señora. - respondió acariciándose el pelo.

Victoria: De acuerdo... Entiendo tu lado, mi amor, pero tengamos fe en Dios, ¿está bien?... Va a estar bien esta vez.

Poncho: Sí, si Dios quiere. Él sonrió asintiendo y la abrazó.

Victoria: ¿Y ahora qué? ¡¿Cómo le vamos a contar todo a Marcos?! Él la miró con dudas.

Poncho: Será mejor que esperemos el momento adecuado... Averigüémoslo, ¿de acuerdo?

Victoria: ¡De acuerdo! - Él asintió, sonriendo.

Anahí sonrió al acercarse, y cuando la vio, Victoria sonrió llamándola.

Victoria: Gracias querido.

Poncho: Es un ángel, ¿verdad, mamá? - sonrió abrazando a su novia.

Victoria: Sí, lo es y tienes mucha suerte de tenerla de tu lado... Incluso quería que fuera mi hija, pero creo que estoy contenta de ser suegra, una muy buena suegra. - bromeó sonriendo.

Any: Suegra nada, ¿eres mi madre positivista o este bebé te hizo cambiar de opinión? - sonrió acariciando su vientre.

Victoria: ¡Nunca! - sonrió, asintiendo con la cabeza.

Any: ¡Oh, eso es bueno! - Ella le devolvió la sonrisa, fingiendo estar ofendida.



Aaron abrió la puerta del apartamento y se sorprendió al encontrarse con Giovanna.

Aarón: Hola gatito, ¿qué estás haciendo aquí?

Giovanna lo abrazó, conteniendo las lágrimas.

Giovanna: Solo vine a decir que voy a fingir que perdí al bebé, que todo el plan salió mal y... Se acabaron las payasadas sobre el embarazo.

Aarón: ¡¿Por qué viniste?! Arqueó las cejas.

Giovanna: Ajá... Quería estar contigo un rato, eso es todo.

Aarón: Ven aquí, pues. La atrajo y los llevó a ambos a la cama.

Giovanna se quitó las sandalias y el abrigo. Fue entonces cuando Aarón vio las marcas en sus brazos.

Aarón: ¡¿Qué te pasó?!

Giovanna: Nada, mi padre se peleó conmigo por el embarazo. Ella se encogió de hombros y se acostó a su lado.

Aarón: Olvídate de él, gatito. - Abrazarla jugando con su cabello.

Giovanna: ¡Lo intentaré! Él asintió con la cabeza gacha.

Más tarde, el personal se reunió en el boliche y se sentó alrededor de la mesa mientras esperaba que una de las filas deambulara.

Any: Entonces, ¿cuál es el motivo de la reunión?

Ucker: Dulce y yo tuvimos una idea y queremos compartirla con ustedes. -Sonrió.

Poncho: ¿Qué idea? Acercó su silla a Any y se acurrucó en la de ella.

Dulce: Pensamos en ir a Monterrey y luego ir a la playa.

Grúa: ¡¿Y cuándo nos iríamos?!

Ucker: La semana que viene, no podemos tardar demasiado. Sonrió encogiéndose de hombros.

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