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Christian pausó la música y corrió a contestar su celular, Anahí aprovechó para ir tras él y ver si tenía alguna llamada perdida. Suspiró decepcionada al ver que no había ningún mensaje ni llamada.

Angelique: ¿Esperando una llamada de alguien? - sonrió con los brazos cruzados.

Any: No... ¡Solo estoy comprobando! - Forzó una sonrisa, encogiéndose de hombros y guardando su celular nuevamente en su bolso.

angelique: ¡oh sí! - respondió levantando las cejas.

Christian: Lo siento chicos, ¿continuamos? - habló al pequeño grupo.

Angelique: Vamos... quiero terminar con esto de una vez. - respondió con un suspiro.

Christian: ¿Está todo bien contigo? ¿Has podido seguir los pasos hasta ahora?

Any: Sí, puedes continuar por mí. - saludó.

Christian: Está bien, desearía que Giovanna bailara como tú. - él sonrió.

Any: Gracias, pero ella se esfuerza y ​​se mueve muy rápido.

Christian: No tan rápido como tú, por eso ella es nuestra reemplazante en los ensayos. - Él sonrió guiñándole un ojo.

Angelique: Chris, ya es suficiente, ¡¿no?!... Ensayemos ahora mismo. - respondió deteniéndose junto a su novio.

Anahí bajó la cabeza y nunca entendió por qué Angelique nunca fue como ella, pero eso no importaba al fin y al cabo a Dulce y Maite tampoco les agradaba Giovanna. Cada uno tenía su propio grupo de amigos y lo mejor era mezclarse lo menos posible.

Christian encendió la radio y contó hasta tres, comenzando a bailar dos pasos por delante mientras los demás lo seguían de cerca.

 

  

Giovanna corrió hacia su madre que estaba eligiendo algunas verduras.

Giovanna: Mamá, mamá, hay una emergencia y necesito ir allí, ¿vale?

Marichello: ¿Qué pasó? Desapareciste, ¿dónde estabas?

Giovanna: Te lo explicaré más tarde, tengo que irme, ¿vale? Estoy al celular para cualquier cosa, llámame. - respondió y se fue apresuradamente.

Encontró a Poncho en la caja, ya terminando de comprar. Actuando como su hermana, recogió las bolsas y empezó a ordenar las compras, algo que ella misma nunca haría.

Poncho le sonrió mientras pasaba la tarjeta, la ayudaba con las compras y los dos salían del mercado.

Poncho: ¿Vamos? - sonrió mirándola.

Giovanna: ¡Uhm! - asintió sonriendo.

 

“¡Un día ganaré un Oscar por ser una excelente actriz!” , pensó sonriendo con picardía.

Giovanna: Vaya, ¿ese es tu coche? - se detuvo admirando el Punto Amarelo.

Poncho: Si, ¡¿no te acuerdas de él?! - él estaba sorprendido.

Giovanna: Oh, claro que ayer no me di cuenta correctamente. - sonrió encogiéndose de hombros.

Poncho: Entendido. - sonrió, abriendo el baúl.

gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora