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Giovanna respiró hondo y se puso las manos en la cintura con cansancio.

Director: Ven aquí, ¿qué te pasa? - hablaba serio el profesor y director de la obra.

giovanna: no me siento muy bien. - respondió con un suspiro.

Director: Mira Giovanna, creo que será mejor que consultes a un médico, llevas días sintiéndote mal, ¿por casualidad estás embarazada?

Giovanna: Por supuesto que no, ¡¿quién crees que soy?! - la miró ofendido.

Director: Lo siento, pero entonces deberías ver a un médico para ver qué es... Tomemos un descanso antes de que te desmayes aquí.

Giovanna suspiró y se sentó en el suelo. Christian y Angélique se acercaron.

Christian: Giovanna, estoy pensando en algo que podría ayudar a todos.

Giovanna: O que?!

Christian: Llama a Any para que ocupe tu lugar. - respondió con un suspiro.

Ángel: ¡¿Qué?! - ella lo miró incrédula.

Giovanna: De ninguna manera Chris, ¿quieres que me robe lo único que tengo? ¿Cómo puedo llamar mío?

Christian: Sería solo para ensayos mientras no mejoras... Viste que el director está enojado... Practicas todo con Any en tu casa y ella viene aquí en tu lugar, el día de la función tú Será mejor... Será como antes.

Giovanna: No creo que ella esté de acuerdo.

Angelique: Yo también lo creo, porque ¡¿Alguno nos ayudaría?! - refunfuñó.

Christian: Si se lo pido seguro que aceptará... Soy su amiga y Any siempre ha sido amable con eso, no creo que le importe, estamos prácticamente de vacaciones. - se encogió de hombros.

Giovanna: Bueno, entonces lo dices tú. - refunfuñó.

Christian: Muy bien, después de aquí iremos a tu casa y hablaremos con ella. - sonrió emocionado.

angelique: ¡eso es genial! - refunfuñó e intercambió una mirada cómplice con Giovanna.

Any abrió la puerta de la casa y esperó a que entrara Poncho antes de cerrar la puerta.

Poncho: Me pregunto qué le pasó a tu padre para que te sacara de la nada.

Any: No lo sé, pero me alegro de que creyeras que te conocí a ti y a tus padres para almorzar y no que me quedé en tu casa.

Poncho: En efecto. - suspiró de acuerdo.

Henrio: Me alegro de que hayas llegado, lamento interrumpir el almuerzo.

Any: Está bien, papá. -Sonrió.

Poncho: Mis padres lo entendieron bien. - Sonrió en voz baja.

Any: Son novios. - sonrió mirando a su novio.

Henrio: ¡Hija! Llamó y Any lo miró. - Encontraron la cabaña donde estabas atrapado.

Any: ¡¿Mismo?! - preguntó con seriedad.

Henrio: Sí, pero... Quieren que vayas allí para reconocer la ubicación y ayudar con posibles pistas. - respondió con seriedad.

Any: ¡Droga! - suspiró, bajando la cabeza.

Poncho: No os preocupéis... Iré contigo. - respondió apretándole la mano y besándole el pelo.

gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora