Capitulo 54

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Daniel

- ¡Mami ayuda! - El grito de mi cachorro, Draven me hace tirar el libro que estoy leyendo.

Asustado corro hasta los gritos de mi pequeño quien está en el comedor, frunciendo el ceño lo veo arriba de la mesa junto con Edony.

Abajo de ellos esta Eternity en su forma de lobo, moviéndose de un lado a otro mientras chilla bajito.

- ¿Que está pasando? - Entre cierro mis ojos al ver a todos mis cachorros desnudos, ahora también Eternity ya que se transformó.

- Estábamos jugando mamá - Habla Eternity con una sonrisa en el rostro, mis cachorros que estaban arriba de la mesa bajan corriendo y se ponen detrás de mí.

- ¡Si, pero comenzó a molestarnos! ¡De nuevo! - Grita Draven mientras apunta a su hermana.

- A mí me masticaba mi cola ¡Dolió mucho! - Mi pequeña Ebony se esconde entre mis ropas mientras solloza.

- ¿Eternity puedes explicar esto? - Sonrío cuando Dylan pone su brazo alrededor de mis hombros, sus labios dan un tierno beso en mi cabeza para después hacer los mismo con mis cachorros, todos excepto Eternity.

- Ellos huelen muy bien - Dylan gruñe cuando ve su tierna cara de ángel, sabiendo perfectamente que, con eso, hace derretir su corazón, impidiendo que a veces la castigue.

- Cariño ya te he dicho que no molestes a tus hermanos y debes intentar no hacer caso a su aroma - Por milésima vez intento razonar con ella, Eternity acomoda un mechón de su cabello mientras mira el techo, dándonos a entender lo poco que le importa lo que digo, sabe que jamás haría algo en contra de sus deseos.

- Esto es un gran problema - Dylan deja un último beso antes de caminar a Eternity con los brazos en la espalda.

- Ella siempre... nos está molestando mami... - Me agacho enfrente de mi pequeña y la alzo en brazos, gracias a que es omega es pequeña al igual que su hermano.

Ella inmediatamente se acurruca en mi cuello, llorando, yo ronroneo en su oído, sabiendo perfectamente que ama que lo haga, además de que se tranquiliza enormemente.

- Tu y yo tendremos una charla en privado mi querida eternity - Mi cachorra de inmediato sonríe burlona.

Se perfectamente que son esas charlas, son castigos para Eternity como tomar sangre enfrente de ella mientras esta esposada a una silla, algo muy cruel, pero ella se ha vuelvo imposible.

- No me importa, mamá siempre me alimenta, poco tiempo después - Dylan me mira con el ceño fruncido, yo bajo mi rostro avergonzado.

- Se supone que es un castigo pulgoso - Muerdo mi labio.

- Jamás... Dejaré de alimentar a mis cachorros, no podría... - Abrazo más fuerte a mi cachorra mientras que con la otra mano acaricio la cabeza de Draven.

- Por eso no me importan tus castigos papi~ - Suelta una risita para después sacarle la lengua.

- Ten más respeto mocoso que no soy cualquier persona - Veo de reojo como Dylan poco a poco se enoja gracias al horrible carácter de nuestra cachorra.

- No me da la gana - Ahora yo sintiendo enojo dejo de ronronear para ahora gruñir.

- Ya no dormirás en nuestro nido, te quedarás en tu propia habitación - Un gran dolor crece en mi pecho con tan solo imaginarla durmiendo sola.

- No hagas... eso mamá, el nido es muy calientito y me encanta que me abraces además de ronronear hasta que nos dormimos... - Sus ojos se llenan de lágrimas mientras su cuerpo comienza a temblar, el arrepentimiento me recorre.

- Yo... - Dylan se pone enfrente.

- Vete Eternity estas castigada, como dijo mamá, dormirás sola -

- ¡Ma.... mamá perdóname no quise hablar mal! - Estoy por decirle que puede dormir siempre con nosotros, pero Dylan agarra a Eternity del brazo y la saca de la habitación mientras ella solloza.

- Papá perdóname... - El sonido de la puerta cerrarse me hace caer de rodillas al suelo, abrazando con fuerza a mis cachorros quienes lloran conmigo, seguramente sienten mi dolor.

- ¡Mamá...! - Su grito me rompe el corazón, mi lobo aúlla de dolor al escuchar a nuestra cachorra, ahora chilla en su forma de lobo, ocasionando que quiera transformarme, tomar a mis cachorros y esconderme.

- Dylan... abre la puerta - Nada, Dylan con sus fuertes brazos me alza junto con mis cachorros quienes se acomodan encima de mí.

- Esa niña me sacará de quicio - Con el dorso de mi mano limpio mis lágrimas.

- ¿Porque... es así? - Con lentitud se sienta en el sillón color carmín, me acomodo en su pecho al igual que mis cachorros en el mío.

- Nosotros los vampiros a una cierta edad nos volvemos bromistas y absolutamente todo nos da igual, ella por ser una mezcla de razas, se desarrolla muy rápido... Tiene ese carácter y aún falta tiempo para su adolescencia, nosotros no lo llamamos así pero bueno... Cuando comience esa fase nos iremos de aquí, tendrá dos trabajos, enojarse y en contentarse - Sintiéndome más relajado cierro mis ojos, me alegro de cierta manera que mis lindos omegas no se desarrollen tan rápido como ella.

- Me duele haberle dicho que no dormirá con nosotros - Puedo sentir como Dylan besa mi cabeza mientras sus brazos nos envuelven y nos aprieta sin llegar a lastimarnos.

- Le da igual lo que yo diga porque sabe que siempre te tendrá a ti, de esta manera se obligará a portarse bien - El pequeño ronroneo de mis cachorros me hace sonreír, abro los ojos y veo como duermen, yo también ronroneo mientras froto mis mejillas contra sus cabecitas.

Conforme pasan los minutos el sueño me invade, pero no duermo ya que quiero hacerlo dentro de nuestro nido, cuando mis cachorros crezcan más, ellos deberán elegir entre irse o quedarse, yo cuando era pequeño decidí irme para explorar los bosques, mamá llorando deshizo nuestro nido, haciéndome sentir muy mal, pero con el tiempo lo olvidé.

- Duerme cachorro yo los llevaré al nido -

Sintiendo un hueco en mi corazón cierro los ojos, dejándome llevar por el sueño.

- Buenas noches cachorro~ -

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