Capitulo 48

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Daniel

La primera vez que me sentí tan feliz fue cuando conocí a Dylan, el que me hayan dado una segunda oportunidad para ser feliz lo agradecí mucho, ahora puedo decir con seguridad que el segundo momento más feliz es cuando tuve a mi cachorra en brazos.

Mis manos tocan su pequeño rostro cada momento del día sin creerme que ya la tenga en brazos.

Sus manos aferrándose a mi pecho mientras come es lo más tierno que he visto en mi vida, sus succiones son fuertes como si me obligara a recordar que la tengo en brazos y así lo hace.

Me levanto para hacer del baño y ella comienza a llorar, me acuesto para dormirla, pero de nuevo apenas me levanto lo vuelve a hacer.

Dylan no nos deja ni un segundo solo, mirándonos con una gran sonrisa, ya sabemos que cuando la cachorra quiere ser cargada por él, se le queda mirando mientras gruñe bajito, sabiendo perfectamente que será escuchada.

- ¿Daniel cuando me darás de comer a mí también? ~ - Dylan me mira pícaramente, el calor sube a mis mejillas así que bajo el rostro para ver a mi cachorra comiendo.

Tiene razón, hace ya mucho que no toma mi sangre y sé que no lo hace ya que se vuelto de un color amarillo enfermizo además de que su cabello se ve muy seco.

- Puedes hacerlo, no necesitas pedir permiso - Hago de lado mi cabello, dejando a la vista su marca, sin perder tiempo se pone detrás de mi enterrando sus colmillos.

Soltando un pequeño gemido veo como mi cachorra suelta mi pecho, sus ojos se han cristalizado además de que su pupila se hizo más grande.

- Dy... Dylan - Saca sus colmillos para luego lamer lentamente.

- Parece que huele la sangre, debe de querer - Dylan pone su uña en mi pecho y rasga un poco, haciendo que la sangre salga.

La cachorra no tarda en succionar mientras gruñe.

- Daniel... No le hemos puesto nombre - Un bajón me recorre al no ser capaz de recordar, como siempre le llamo cachorra.

- Dale tú el nombre - Poco a poco cierra sus preciosos ojos.

- Eternity, ese será su nombre - Asiento.

Dylan agarra mi rostro y me hace mirar para atrás, sus labios capturan los míos en un necesitado beso, sus escurridizas manos acarician mí ya plano vientre para después bajar a mi trasero.

- Tan hermoso y... - No termina de hablar ya que Eternity gruñe, haciendo que la habitación tiemble.

En cuestión de segundos alguien toca la puerta, ocasionando que abra sus ojos claramente enojada, también estoy por gruñir, pero Dylan pone una mano en mi boca.

- No lo hagas, deja ver que hace Eternity - De nuevo tocan, yo me trago las inmensas ganas de gruñir a quien quiera que se atreva a invadir mi espacio.

- No, espera... ¿¡Que es eso!? - Grita Elizabeth desde afuera, seguido de los gritos de Catalina y Minerva.

- ¡Dylan detén eso! - Curioso veo algo negro salir del cuerpo de Eternity que pasa por debajo de la puerta.

- ¡Vámonos! - Dylan ríe en mi oído cuando las chicas se van gritando como locas.

- Eso mismo me paso con la zorra, es incontrolable, al menos para mí - Eternity deja de gruñir y se acomoda para seguir comiendo.

Dylan agarra mi mano y la lleva a sus labios para besarla.

- Te amo mucho cachorro - Sintiendo las cálidas lágrimas de felicidad me estiro para besar tiernamente sus labios, solo un rose, nada de lenguas ni saliva por todos lados.

- Yo más -

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